Revelaci¨®n literaria a los 40
Jes¨²s Carrasco protagoniza una de las sorpresas editoriales con su deb¨² ¡®Intemperie¡¯, traducido a 13 idiomas, se ha comparado con Delibes y McCarthy
¡°En Sevilla acostumbro a so?ar de literatura con un amigo, que es ¡®quiosquero letraherido¡¯, en su propia definici¨®n. ?l tambi¨¦n escribe, pero tiene unas condiciones laborales tan duras ¡ªse levanta cada d¨ªa a las cinco de la ma?ana¡ª que se da con un canto en los dientes si puede terminar una p¨¢gina a la semana. Juntos hemos fantaseado much¨ªsimo. Miles de tertulias literarias, ¨¦l y yo solos, con mucha cerveza y muchos montaditos. A partir de cierto punto los sue?os ten¨ªan una textura casi real. Ser¨¢n las ca?as. En esas ocasiones habl¨¢bamos de esto, de lo que podr¨ªa llegar a pasar¡±.
Cuando dice ¡°esto¡± Jes¨²s Carrasco, el autor de Intemperie, abre los brazos. Lo que abarca es la cafeter¨ªa vac¨ªa de un hotel de la Gran V¨ªa de Madrid un lunes de enero. Pero se refiere a otras cosas. A la grabadora que est¨¢ encima de la mesa, al periodista que ya se ha ido y al que vendr¨¢ despu¨¦s o a las dos responsables de la editorial Seix Barral que, tras traerle otra botella de agua, se sientan en un rinc¨®n del comedor preparando su agenda para encajar m¨¢s entrevistas, apariciones en radio o las invitaciones para la presentaci¨®n al p¨²blico de su primer libro, que acaba de salir y ya va por la segunda edici¨®n.
?l se presta a ¡°esto¡± con aparente tranquilidad, y una razonable combinaci¨®n de ilusi¨®n y distancia. La que le da a este extreme?o residente en Sevilla debutar con 40 a?os y acariciar en la mediana edad su sue?o de vivir de la literatura. ¡°Escribir era una afici¨®n, como otra gente pinta acuarelas. No me lo planteaba como un aprendizaje, porque eso significar¨ªa esperar al final una graduaci¨®n, ni nunca me present¨¦ a ning¨²n concurso¡±, puntualiza. ¡°Todo cambi¨® cuando escrib¨ª algo que consider¨¦ presentable, lo envi¨¦ y aceptaron editarlo. Previamente hubo un paso personal: digamos que me convert¨ª en profesional en privado cuando decid¨ª dejar de hacer relatos y acept¨¦ el reto del salto a la novela¡±.
No ha sido r¨¢pido. Asegura que fue ¡°hace siete u ocho a?os¡± cuando dio aquel paso. Pero el fruto de esa parsimonia es que su carrera parece encarrilada desde antes de empezar. Carrasco, licenciado en Educaci¨®n F¨ªsica, pero redactor publicitario desde que estudiaba la carrera en Madrid ¡ª¡°m¨¢s que dejar yo a la publicidad, me ha dejado ella a m¨ª¡±¡ª es una de las grandes apuestas de la editorial Seix Barral para 2013.
El deb¨² de Carrasco, seg¨²n cuenta el texto promocional que acompa?a a la novela, ¡°arras¨® en la Feria del Libro de Fr¨¢ncfort¡±. Antes incluso de que Intemperie se editara en Espa?a ya estaba prevista su traducci¨®n en 13 pa¨ªses (entre ellos Alemania, Italia, Francia, Reino Unido y EE UU). ¡°Me llegan ecos, informaci¨®n filtrada por la editorial, que ha hecho un trabajo excepcional. S¨¦ que se ha difundido mucho la novela, pero poco m¨¢s all¨¢ de eso¡±, dice el autor.
Intemperie cuenta en 220 p¨¢ginas la relaci¨®n entre un ni?o que se encuentra con un viejo pastor de cabras cuando huye de un alguacil a trav¨¦s de un llano asolado por la sequ¨ªa. Una obra que mezcla el aire de f¨¢bula en la que los personajes, sin nombre, tienen algo de arquetipo: el villano, el maestro, el inocente. Tampoco est¨¢ datado en un lugar ni en una ¨¦poca concreta, aunque podr¨ªa ser perfectamente cualquier comarca rural de la Espa?a interior despu¨¦s de la Guerra Civil.
Carrasco, que creci¨® en Olivenza, en la frontera de Badajoz con Portugal, conoce bien esos paisajes. Quiz¨¢s por eso en las primeras y casi un¨¢nimemente elogiosas rese?as se le compara con Miguel Delibes. Tambi¨¦n se une su nombre con Cormac McCarthy, es de suponer que porque la trama gira en torno a un adulto y un chico atravesando un paisaje hostil sin ning¨²n destino concreto. Solo tratan de escapar de una implacable persecuci¨®n. De sentirse a salvo. Un argumento que recuerda al de La carretera, la obra con la que el estadounidense se alz¨® con el Pulitzer en 2006. ¡°Me entra un poco la risa con estas referencias. Si me pilla con 19 a?os, igual me permea, pero con 40 simplemente lo agradeces y entiendes que al no tener trayectoria previa es una forma de presentarme a aquellos que no me han le¨ªdo. No lo veo como algo avieso, pero s¨ª, se han pasado¡±.
Maneja una prosa rica y tradicional y en alguna ocasi¨®n se ha definido como escritor antiguo. ¡°Es curioso, es algo que empieza a perseguirme. No lo dije en el sentido formal, sino en el tem¨¢tico. Me interesan los temas de peso humano. Y esos tienden a ser milenarios, vienen desde la literatura arcaica y nos siguen interesando. Mi foco est¨¢ ah¨ª. En temas que considero trascendentes. Es mi forma de entender la vida. La relaci¨®n del habitante de una ciudad con el tel¨¦fono m¨®vil en 2013, por ejemplo, me parece algo m¨¢s mutable, y por eso menos interesante. Pero no se contrapone a ning¨²n tipo de literatura. Si tiene una forma cl¨¢sica, o no, que lo juzguen otros. Los lectores, los cr¨ªticos o quien corresponda¡±.
Babelia
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