La huella del rap en Zaragoza
Violadores del Verso, Xhelazz y Rapsusklei nos cuentan los lugares m¨¢s importantes de sus carreras
Gracias a tres generaciones de raperos, Zaragoza ha logrado convertirse en una ciudad referencia en el panorama nacional del rap. Como pas¨® en Torrej¨®n de Ardoz, en sus primeros pasos, el hip hop encontr¨® una puerta de entrada en la base militar estadounidense en Zaragoza. "El hip hop estaba aqu¨ª muy verde, y eso que era una de las ciudades donde mejor estaba. Hab¨ªa heavies y, por ser ciudad militar, tambi¨¦n muchos nazis. Pero cuando ve¨¢is una gorra dec¨ªas: 'Ese es rapero', y hab¨ªa complicidad", comenta Rapsusklei.
"Los de la segunda generaci¨®n [finales de los ochenta y principio de los noventa] ¨¦ramos cuatro gatos. Hab¨ªa fiestas espor¨¢dicas, pero hab¨ªa movimiento, intercambio, y alg¨²n concierto", explica R de Rumba. Para quienes hoy son referentes de las nuevas generaciones, la mejor m¨²sica la transmit¨ªan grupos como Public Enemy, Magic Mike o Rakim, entre muchos otros. "Se caracterizaba por el buen royo, la sensaci¨®n de comunidad y el respeto", recuerda el Xhelazz.
La vida ha querido que el hip hop en la capital aragonesa se convierta en una especie de "C" invertida que marque una presencia en Actur, El Arrabal, La Magdlena, centro y la zona del Parque de las Delicias. "Ahora hay mas apoyo. Estamos en una transicion rara, con chavales que est¨¢n volviendo a hacer un rap muy bueno. La escena ahora se salva no por los consagrados sino por nuevos como AXL, Gordo del funk o La jota nostra. Unos de tantos otros", opina Rapsusklei.
Seguimos la pista al rap en Zaragoza con el testimonio y la ayuda de Violadores del verso, Xhelazz y Rapsusklei. La ciudad, que ahora cuenta con discogr¨¢ficas y donde es posible ganarse la vida con el rap, hace 20 a?os se mov¨ªa entre maquetas y sue?os.
Ver El Zaragoza del hip hop en un mapa m¨¢s grande
Violadores del verso, la experiencia
La larga historia de este cl¨¢sico del panorama nacional se remonta, hasta donde recuerda Rub¨¦n Cuevas o R de Rumba (Zaragoza, 1976), a los d¨ªas de juventud a las puertas de la Radio Mai -nombre que viene de estar ubicado en el margen izquierda-, en el barrio de El Arrabal. "Era como una urbanizaci¨®n cerrada y nos junt¨¢bamos los s¨¢bados por la ma?ana unos 20 o 30 de distintas generaciones para escuchar e intercambiar m¨²sica", apunta el rapero.
En esos a?os, a principios de los noventa, los miembros del grupo asistieron a sus primeras fiestas en el Centro C¨ªvico Delicias porque no solo de d¨ªa vive el hombre, o el ma?o en este caso. En esta sala con capacidad para cerca de 500 personas, Rumba, Kase-O, L¨ªrico y Sho Hai llegaron a ver a los madrile?os el Club de los Poetas Violentos (CPV).
Entre ensayos y discos, el grupo se tomaba sus descansos nocturnos para frecuentar la popular zona de bares conocido como El rollo. En la calle Perpetuo Socorro los raperos encontraron cobijo en el De vicio, un bar m¨¢s cercano al rock pero que de cuando en cuando hac¨ªa peque?os gui?os al rap. "Era de guitarreo, parecido a la [sala] Caracol de Madrid. Me acuerdo de que durante una ¨¦poca no hab¨ªa ni m¨²sica por una multa que les pusieron. ?bamos ah¨ª a beber como locos", rememora el rapero.
Pero Violadores del verso no se ce?¨ªa a un solo punto de encuentro y desde 1997 hasta 2004 marcaron en su mapa otro de esos puntos inolvidables. Este era el bar Entalto de la calle Mayor 50, donde el bar de la entrada ocultaba un almac¨¦n en el piso inferior que se convirti¨® en un local de ensayo y un mini estudio. "Nos tir¨¢bamos ah¨ª todo el d¨ªa. Nos ech¨¢bamos unos tragos, rape¨¢bamos, escrib¨ªamos...Hac¨ªamos la m¨²sica para ponernos ciegos", dice de muy buen humor Rumba.
Con una cierta experiencia, su primera gran oportunidad apareci¨® en 1998 y no la dejaron escapar. La sala Morrisey -situada en la Gran V¨ªa 33- fue el escenario de su primer concierto, frente a unos 250 espectadores. "Ya mene¨¢bamos algo y tocamos solos. Era una responsabilidad porque la gente pag¨® por entrar y nos dieron 80.000 pesetas (cerca de 480 euros). Ahora es un after de droga", dice con dureza Rumba.?
Y lleg¨® la experiencia del estudio. Con toda la ilusi¨®n que un m¨²sico puede llegar a experimentar, los Violadores del verso se encerraron en los estudios Kikos en la urbanizaci¨®n Torres San Lamberto. Aqu¨ª, los raperos dieron con Genios (1999). "Fue una grabaci¨®n anal¨®gica y las bobinas se mandaron a Nueva York para mezclar. Era la ¨²nica opci¨®n antes, era un trabajo de chinos. ?Graba as¨ª ahora si tienes huevos!", comenta riendo Rumba.
A?os despu¨¦s, Violadores del verso ha visto a sus miembros empezar carreras tambi¨¦n en solitario aunque a¨²n trabajen juntos. Un ejemplo de esa uni¨®n es Com¨²n 20, la tienda abierta desde 2006 en la calle Pamplona escudero. "Era una antigua academia de sonido a la que hemos mantenido la estructura: arriba la tienda y nuestro sello discogr¨¢fico y, abajo, un local de ensayo. Aqu¨ª grabamos alguna cosa nuestra aunque tambi¨¦n han grabado L¨ªrico y Xhelazz".
Xhelazz, del ritmo del heavy al flow del rap
Hoy es todo rimas y flow pero en su tierna infancia escuchaba a Guns N'Roses o? Reincidentes. As¨ª fueron los inicios de Mario Celim¨¦ndiz (Zaragoza, 1981), m¨¢s conocido como Xhelazz. "Yo conoc¨ª el rap en el parque Roma. All¨ª Nacho [dj Loto oscuro] me vino con una cinta de De la soul y otra de Beastie Boys y me enganch¨®".
Pero Xhelazz no comenz¨® a escribir con m¨¢s frecuencia hasta la llegada a la adolescencia a los 12 a?os. Con cari?o, el rapero rememora los primeros pasos en el parque y los d¨ªas encerrado en casa para preocupaci¨®n de su madre. "Andaba solo y a veces mi madre se preocupaba porque estaba encerrado en casa escribiendo. Era un hermita?o [jaja]. Pero tambi¨¦n me inspir¨® el parque que hay en frente de la parroquia de nuestra se?ora de Montserrat. Me transmit¨ªa positividad", confiesa . Ayudado por su walkman, en el que escuchaba un ritmo con un casco la historia de Xhelazz cog¨ªa forma.
Ya con 20 a?os Xhelazz decidi¨® grabar su primera maqueta, Xhelazz (2001), en casa de su amigo Hazhe en el barrio de El Arrabal. "Insonoriz¨® su cuarto y grabamos ah¨ª. Todo Zaragoza ha pasado por su casa", explica el propio Xhelazz. Pero como tantos raperos que empiezan su carrera, el disco no ten¨ªa previsto un largo recorrido, se trataba m¨¢s bien de "unas copias para nosotros en principio. No me rayaba si sal¨ªa por ah¨ª o no".
El rap, como tendencia minoritaria hace unos a?os, no contaba con numerosas tiendas en las que poder encontrar m¨²sica o ropa. Para ello, Xhelazz acud¨ªa, como tantos otros raperos, a uno de los puntos claves en Zaragoza: Linacero, una tienda escondida en la calle San Miguel 20, lugar que ocupa ahora Daily price. "Vend¨ªan maquetas y en cuanto hab¨ªa novedades me pasaba, pero para el rap americano hac¨ªamos pedidos a Madrid o Barcelona".
Uno de los puntos de inflexi¨®n en la carrera del rapero fue su participaci¨®n en la primera edici¨®n del festival Zaragoza ciudad que tuvo lugar en el parque Delicias el 28 y 29 de junio de 2002 y que reuni¨® a miles de personas. El espect¨¢culo musical cont¨® adem¨¢s con la participaci¨®n de exhibiciones de bicicletas bmx, grafiti y break dance. "Hombre, fui con mucha ilusi¨®n. Era al aire libre, en tu barrio... ?Hasta Ari [Arianna Puello] vino!".
Haciendo honor a la vida de calle caracter¨ªstica del hip hop, Xhelazz frecuentaba en esta ¨¦poca la antigua estaci¨®n de trenes de Delicias, que actuamente se ha visto convertida en la carretera N-232. "Hab¨ªa unos muros donde la gente pintaba grafitis y nosotros nos pas¨¢bamos cada dos semanas para verlo", recuerda el rapero. Aquel lugar lleg¨® a convertirse para el cantante en punto de encuentro para los amigos donde pasar el d¨ªa escuchando m¨²sica, hablando, viendo a la gente pintar o, incluso, bailar break dance.
Tras largos a?os de trabajo, el rapero consigui¨® encerrarse en un estudio para hacer realidad El so?ador elegido (2007), su primer disco. En este trabajo, Xhelazz grab¨® 13 canciones, entre las que incluye esta recomendaci¨®n personal.
Rapsusklei, energ¨ªa por cada poro sobre el escenario
Cualquier persona que viva en Zaragoza sabe que?Diego Gil Fern¨¢ndez (Zaragoza, 1980), el MC conocido ahora como Rapsusklei, es un tipo sencillo de barrio, del barrio de la Magdalena. A la salida del instituto Rapsusklei ya se juntaba con "los raperos mayores y los gitanillos" hasta que descubri¨® el parque Bruil. "Aqu¨ª nos junt¨¢bamos los marginales para jugar al b¨¢squet y empezamos una crew [colectivo]: Estilo clandestino". Era una zona en la que "algo de delincuencia hab¨ªa pero vimos que no era lo suyo. All¨ª se pintaba, se hablaba, se escuchaba m¨²sica...", comenta con naturalidad.
No mucho despu¨¦s, Rapsusklei tom¨® por costumbre acudir a unos salones recreativos de un centro comercial en la calle C¨¢diz. "Nos junt¨¢bamos y compr¨¢bamos discos. All¨ª se cre¨® la crew de Fuck tha posse". Pero no era su ¨²nico lugar de encuentro de amigos. Como sus otros compa?eros Rapsusklei admite tambi¨¦n haber pasado muchas ma?anas de s¨¢bado ante la puerta de Radio mai.
Con el paso de las a?os el rapero se incorpor¨® a la vida nocturna zaragozana. En la calle Moncasi de la zona conocida como El rollo Rapsusklei se juntaba con los miembros de Violadores del verso, Cloaca, Fran y muchos m¨¢s. "No hab¨ªa mucho rap pero lo llev¨¢bamos nosotros". A partir de 1995 los raperos zaragozanos empezaron a juntarse para hacer corros, beber litronas y practicar rimas. Entre los presentes, Rapsusklei recuerda ver a KaseO, L¨ªrico y Sharif. "Hac¨ªamos rimaderos. Cada semana llev¨¢bamos rimas nuevas y las practic¨¢bamos a capella. Poca gente llevaba el freestyle [estilo libre]", matiza el cantante.
Y lleg¨® la experiencia de la grabaci¨®n. Gracias a Nacho fe, Rapsusklei recopil¨® sus rimas en Estado de locura (1995), una maqueta a la que confiesa tener cari?o y "donde ya ten¨ªa claro que nadie es superior". Con este trabajo el rapero present¨® su primer concierto oficial pocos meses despu¨¦s en la Casa de Juventud Casco Viejo de la calle San Vicente Paul. "Habr¨ªa unas 120 personas y me temblaban las piernas", reconoce el Rapsusklei, "hab¨ªa gente de la vieja escuela como El Clan o KaseO. ?Los que luego han llenado estadios!"
Entre conciertos y grabaciones, el rapero con rastas como tent¨¢culos se dejaba caer por un lugar clave para la cultura del hip hop en Zaragoza conocido como La chimenea. Este sitio, ahora reconvertido en un parque en la avenida Ranillas, sol¨ªa llevar a cabo cert¨¢menes acompa?ados de otras modalidades: "El grafiti era importante, tambi¨¦n se pon¨ªa rap gracias a unos generadores y luego, por la noche, hab¨ªa fiesta. All¨ª est¨¢bamos todos: Siete notas siete colores, El club de los poetas violentos...".
Tras a?os de trabajo y ¨¦xito, Rapsusklei grab¨® su primer disco, La historia m¨¢s real de vuestras vidas (2002), en la casa de su amigo Hazhe -como ya lo hicira Xhelazz- en su antigua casa en la calle de Monsen Domingo Agudo. "Ten¨ªa un home studio y estaba insonorizado con cajas de huevo y alg¨²n trozo de espuma", dice conteniendo la risa. "De aqu¨ª sale una canci¨®n especial para m¨ª: Jazz elak ol¨¦. No s¨¦ por qu¨¦ pero gusta mucho. Ser¨¢ el sampler coreano, los acordes, la letra...no s¨¦".
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