L¨¢ser, l¨¢piz

"Mi mayor preocupacion con las imagenes creadas por ordenador es que ya no s¨¦ si las generaciones jovenes se creen algo de lo que ven en la pantalla". Lo suelta Martin Scorsese en el documental Side by side (en Canal+Xtra), dirigido por Keanu Reeves, que saca a debate el impacto de la tecnolog¨ªa en la forma de hacer cine y consumirlo. A Scorsese le inquieta que nadie se crea nada porque se puede simular cualquier cosa sin necesidad de cientos de extras ni de grandiosos decorados como en Ben-Hur. Incluso sin actores.

El recelo, extendido en Hollywood, responde al temor de que se pierda la magia de esa mentira (por ficci¨®n) que siempre ha sido el cine. La superproducci¨®n de James Cameron Avatar no gan¨® ning¨²n Oscar importante en 2010 por esa resistencia a que los recursos del videojuego colonicen el s¨¦ptimo arte. Incluso el 3D, que permiti¨® subir el precio de las entradas, es para los consultados por Reeves un fen¨®meno pasajero, inc¨®modo para el espectador com¨²n, apropiado solo para determinados montajes espectaculares como Avatar. El empacho de efectos visuales ha llevado a que lo ¨²ltimo en c¨¢maras digitales sea tratar de imitar el efecto de la vieja pel¨ªcula qu¨ªmica.

J. J. Abrams va a dirigir la s¨¦ptima entrega de la saga Star wars, adquirida por Disney para seguir exprimiendo la f¨®rmula que su creador, George Lucas, dio por terminada en 2005. Abrams tiene en su curr¨ªculum tantos ¨¦xitos como patinazos en cine (Super8, Misi¨®n imposible 3) y en televisi¨®n (Perdidos, Fringe o Alcatraz). No brill¨® con la versi¨®n de Star treck de 2009, y todav¨ªa dirigi¨® otra entrega sin estrenar. Ahora se pasa a la competencia: Star wars. De todas formas, las seis pel¨ªculas que ya vimos sobre la familia Skywalker nos demostraron que ning¨²n despliegue tecnol¨®gico garantiza que se repita el encanto de las dos primeras (de 1977 y 1980).

?Nos creeremos las nuevas Star wars? Depender¨¢ de que Abrams saque su lado luminoso o el oscuro, pero no ser¨¢ lo t¨¦cnico el factor decisivo, ahora que los efectos especiales est¨¢n al alcance de cualquiera. David Lynch lo sentencia en Side by side: "Todo hijo de vecino tiene l¨¢piz y papel, pero ?cu¨¢ntas historias buenas se han escrito con ellos? Lo mismo va a pasar con el cine".

(La tecnolog¨ªa, que lo confunde todo. Como hay fotocopiadoras, nos dicen que no nos creamos los libros de contabilidad B, ni las facturas feas. Pero es un mal guion ese de la trilog¨ªa ¡°no me consta-todo es falso-salvo alguna cosa¡±.)