Relativo
La verdadera reforma laboral funciona de manera subterr¨¢nea. Se escribe al calor de la vida cotidiana, alejada de las l¨ªneas escritas por los legisladores desde un laboratorio fr¨ªo y calculador. La realidad es m¨¢s flexible que las normas. As¨ª ha pasado con el imputado en la trama G¨¹rtel Jes¨²s Sep¨²lveda, cuya peripecia de dimisiones, readmisiones y distracciones ejemplifica que la actitud de los partidos pol¨ªticos frente a la corrupci¨®n depende de la presi¨®n a la que se ven sometidos, y no de la voluntad de limpieza. Los enjuagues de la trama que robaba dinero p¨²blico espa?ol para transformarlo en privado y suizo los conocemos desde a?os atr¨¢s, pero las repercusiones en la situaci¨®n laboral de algunos de sus imputados dependen del acelerador de part¨ªculas medi¨¢tico.
As¨ª tambi¨¦n conocimos el lunes el sueldo de Rajoy en 2007, porque responder a aquella se?ora jubilada que ten¨ªa una pregunta para usted ha costado la friolera de seis a?os. Si las respuestas de los contrayentes en las bodas se aplazaran tanto, casarse ser¨ªa un acto m¨¢s fiable. Tambi¨¦n el caso de los trabajadores pagados con sobres de dinero negro salpica ahora a otro de los dirigentes de la CEOE. Si siguen por ese camino, entrar en su ejecutiva se va a considerar una forma sutil de prisi¨®n preventiva. El caso de Arturo Fern¨¢ndez adquiere resonancia porque ha sido uno de los m¨¢s fervientes impulsores de los recortes de derechos laborales. Por usar un paralelismo con su tocayo, el actor Arturo Fern¨¢ndez, alguien a quien admiramos y queremos por su desparpajo y su personaje magistral de gal¨¢n caradura, descubrir que el empresario se salta las normas laborales m¨¢s primarias ser¨ªa como enterarse de que el actor se hace con su ropa en un mercadillo de caridad.
La reforma laboral que este pa¨ªs necesitaba tendr¨ªa que haber mirado m¨¢s a las costumbres de pago, las inercias carpetovet¨®nicas y el dinero negro. Acrecentar el miedo al despido y reducir el margen de los d¨¦biles para denunciar las pr¨¢cticas corruptas perpet¨²a costumbres lesivas para la fiscalidad. Una reforma para abusar mejor y no para solventar los problemas reales. Hasta la jubilaci¨®n del papa Benedicto, que tanto combati¨® las secuelas morales del relativismo, nos ense?a que orar y laborar son dif¨ªciles de simultanear.
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