Dos triunfadores de La Uni¨®n, en la Cumbre de Murcia
El cantaor-tocaor de guitarra Ricardo Fern¨¢ndez y la bailaora Cynthia Cano se convierten en protagonistas del festival murciano
Dos triunfadores del pasado Festival Internacional del Cantes de las Minas de La Uni¨®n, Ricardo Fern¨¢ndez y Cynthia Cano, cerraban anoche la XX edici¨®n de la Cumbre Flamenca de Murcia. El primero, manchego de Daimiel (Ciudad Real) y de 38 a?os, fue el triunfador absoluto, obteniendo el m¨¢ximo galard¨®n, la L¨¢mpara Minera, y varios premios m¨¢s; la segunda, murciana de 19 a?os, fue finalista del premio de baile, El Desplante.
Abri¨® la noche el cantaor-tocaor, pues Ricardo ofrece la peculiaridad de acompa?arse ¨¦l mismo a la guitarra, no en vano antes de dedicarse al cante fue guitarrista de otros cantaores. No es, desde luego, la primera vez que alguien se acompa?a a s¨ª mismo, pero probablemente si es la primera vez que se hace tan bien. No se limita a darse tono, puntear un poco o rasguear mientras canta, sino que la guitarra le acompa?a como un contrapunto muy armonizado con la voz, sin olvidarse de variadas falsetas.
Esta noche de la Cumbre hizo varios estilos de sole¨¢ (de Alcal¨¢ a C¨¢diz pasando por Triana), malague?as, alegr¨ªas, buler¨ªas, peteneras y, como era l¨®gico, no pod¨ªa faltar en su recital la minera, ¡°un cante muy especial para m¨ª¡±, asegur¨®. Posee una voz flamenca, jonda, y marca muy bien los matices y hasta la dicci¨®n (algo no tan frecuente en el cante flamenco), aunque a veces se le vayan demasiado los decibelios. Con esos mimbres no es de extra?ar que en La Uni¨®n, el pasado verano, formara un verdadero alboroto entre el p¨²blico del concurso, que celebr¨® con gran sonoridad la decisi¨®n del jurado de otorgarle la L¨¢mpara y otros premios. Seguramente es m¨¢s un cantaor de pe?as y de festivales que de teatros, en cualquier caso de buenos aficionados y saboreadores del cante m¨¢s ortodoxo. Anoche actu¨® rodeado de aficionados, y gust¨® mucho.
Cinthya Cano
La segunda parte estaba reservada para el baile, para la joven Cynthia Cano. Alguien que fue ni?a prodigio (desde los ocho a?os est¨¢ en los escenarios) que adem¨¢s de una formaci¨®n con veteranos maestros del flamenco, y no oficial, tiene una formaci¨®n reglada en danza (fue premio extraordinario en el Conservatorio Profesional de Danza de Murcia). Ahora, pese a su juventud, muestra una envidiable madurez.
Curiosamente la joven bailaora es menos conocida en su Regi¨®n que fuera de ella. Ha bailado con ¨¦xito en templos madrile?os del flamenco como Casa Patas o El Corral de la Morer¨ªa y en otros espacios emblem¨¢ticos del flamenco de toda la geograf¨ªa nacional. Ha viajado por Latinoam¨¦rica (el pr¨®ximo me de marzo viaja a Panam¨¢, M¨¦xico y otros pa¨ªses centroamericanos) y su ¨²ltimo espect¨¢culo, el mismo que present¨® anoche, lo estren¨® en Francia el pasado verano. En la capital murciana actuaba por primera vez de manera oficial, al menos en un certamen de los consolidados.
El espect¨¢culo consiste en una serie de palos muy bien hilvanados, en solitario (en ocasiones se hace acompa?ar en sus actuaciones de otras bailarinas), como la siguiriya, enlazada con ritmos y melod¨ªas folcl¨®ricas en los que evoca en algunos movimientos pasos de escuela bolera. Pero su estilo es flamenco sin matices, muy flamenco. Se ha enriquecido mucho con los brazos, ha ganado en aplomo y control y apunta maneras de gran bailaora.
Demostr¨® su talento en otros bailes, como el taranto, que lo borda, y su dominio de los av¨ªos de la llamada escuela sevillana en las alegr¨ªas (ya hab¨ªa utilizado antes palillos), como el mant¨®n y la bata de cola, que no le pesa ni parece un ap¨¦ndice, como ocurre con otras bailaoras que la utilizan (ha vuelto a ponerse de moda) con cierta frecuencia, sino que es una extensi¨®n de su propio cuerpoo, al que complementa y adorna. En suma, la noche ¨Ccomo esta Cumbre reaparecida en el tambi¨¦n recuperado Teatro Circo- result¨® muy flamenca.
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