Gloria y olvido de Los Amaya
El d¨²o rumbero barcelon¨¦s vuelve a grabar sus ¨¦xitos con figuras del pop espa?ol El trabajo incluye a Marlango, Lichis, Bebe, Macaco o el rapero Haze
Todo es posible con los hermanos Amaya. Digamos, por ejemplo, que sus gustos particulares son at¨ªpicos. El mayor, Jos¨¦ (A Coru?a, 1950) declara su pasi¨®n por "Kenny G y saxofonistas as¨ª". Por su parte, Delf¨ªn (Oviedo, 1952) manifiesta una devoci¨®n inagotable por Barbra Streisand, "esa paya canta lo que no est¨¢ escrito". La pareja est¨¢ promocionando Vuelven Los Amaya (Universal), una colecci¨®n de colaboraciones con artistas de actualidad. La oportunidad se present¨® gracias a una exitosa campa?a de la ONCE, basada en la indestructible Vete.
Entre los participantes figura Muchachito Bombo Infierno, que tambi¨¦n se apunt¨® a un homenaje de 2005, Tributo a Los Amaya: ?bailen mi rumbita! Simp¨¢tico proyecto que sumaba un DVD conteniendo un programa de los propios Jos¨¦ y Delf¨ªn en TVE, donde sufrieron durante la entrevista: ¡°And¨¢bamos agobiados por si nos preguntaban si ten¨ªamos novias. ?Est¨¢bamos casados! Pero no pod¨ªamos decirlo, ser¨ªa una cat¨¢strofe para las fans¡±.
Un secreto m¨¢s para ellos, formados ¡ªen todos los sentidos¡ª dentro de un bar de alterne, El Paso, en la calle de Escudellers, en pleno Barrio G¨®tico barcelon¨¦s. "Era de un polic¨ªa, que adem¨¢s coleccionaba m¨²sica caribe?a. Empezamos a actuar cuando todav¨ªa ¨¦ramos menores y aquel hombre nos dejaba grabar sus discos, para que aument¨¢ramos el repertorio. ?Como se bailaba all¨ª con el bugal¨²!".
"Antes te enamorabas hasta las trancas. Ahora no hay seriedad"
Sigue un vigoroso debate sobre las chicas que frecuentaban El Paso, "nos adoptaron y nos quer¨ªan una barbaridad". La discusi¨®n gira sobre la sensatez de mantener relaciones prolongadas con una "mujer de la vida", asunto peliagudo que se col¨® en su cancionero. Resucitan viejos nombres femeninos y Delf¨ªn recuerda la declaraci¨®n lapidaria de una profesional: "Cuando una puta quiere a un hombre, lo respeta a morir, haga lo que haga cuando tiene que trabajar".
Los Amaya piensan que aquellos eran amores m¨¢s s¨®lidos, hubiera o no casamiento: "Te enamorabas hasta las trancas. Ahora las parejas no tienen seriedad, se van a la televisi¨®n, hacen de todo y se separan en p¨²blico. ?Es eso bonito?".
"Inventamos la rumba para cualquier hora, con mensaje"
Vale, retornemos a la m¨²sica. Vuelven Los Amaya re¨²ne material procedente de sus dos principales ¨¦pocas (sus grabaciones originales est¨¢n felizmente disponibles gracias a Rama Lama). Est¨¢n los temas de sus afilados discos para EMI, cuando ten¨ªan un sonido tan punk como el Guitarras callejeras, de Pata Negra. "Es que no hab¨ªa tiempo para virguer¨ªas", explican. "Se grababa en directo, en dos pistas. Todos juntos: guitarras, palmas, voces. En una ma?ana, te sacabas f¨¢cilmente uno de aquellos ep¨¦s de cuatro canciones. Y nos ¨ªbamos a celebrarlo a la calle de la Cera".
Esas juergas se acabaron en 1977, cuando lleg¨® Tony Ronald, cantante pop reciclado en productor. Les instal¨® en la compa?¨ªa RCA, donde los acompa?antes eran m¨²sicos de rock como el teclista Kitflus, que todav¨ªa colabora con ellos. Saltaron de nivel, reflexionan: "La rumba era cosa de borrachera, las discotecas lo pinchaban a las cuatro de la ma?ana. Y nosotros inventamos la rumba para escuchar a cualquier hora, con mensaje". Eran elep¨¦s con t¨ªtulos como Nosotros los gitanos, Sentimiento gitano o Decirle a ella que vuelva.
En los ochenta lleg¨® la decadencia. Un concepto que ellos discuten: "Hicimos buenos discos pero en compa?¨ªas que no ten¨ªan jurd¨®s. Si no hay marketing, no eres nadie. Vivimos la gloria y el olvido". Aguantaron, sin grandes lujos: "Tenemos unos pisos alquilados. Las mujeres llevan un bar y una peluquer¨ªa. Y luego estaban las liquidaciones de la SGAE, hay all¨ª 200 canciones nuestras registradas. Oye, ?t¨² sabes c¨®mo funciona eso de la SGAE? Nos dan liquidaciones de pa¨ªses que ni sabemos d¨®nde est¨¢n. ?Es posible que guste la rumba en Hungr¨ªa?".
Babelia
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