Lo que esconden las tripas del poder
La obra 'Subprime', que se estrena hoy en Madrid, es un 'thriller' que narra las miserias del sistema pol¨ªtico y econ¨®mico
Una decena de hombres trajeados, procedentes del mundo de las finanzas y de la pol¨ªtica, esperan ¨®rdenes de su director en un despacho a pocos metros de la Castellana. Est¨¢n gestionando una crisis may¨²scula: un trabajador de una importante empresa petrolera tiene un v¨ªdeo del presidente del Gobierno manteniendo relaciones sexuales en una gasolinera. Realmente se trata de un ensayo de la obra Subprime, que se estrena hoy en el Teatro Fern¨¢n G¨®mez. El v¨ªdeo, presente durante toda la obra, es el punto de partida del espect¨¢culo, dirigido por Ricardo Campelo y que estar¨¢ en cartel hasta el 7 de abril.
Tres inmensas pantallas de plasma coronan el escenario. Bajo ellas, la as¨¦ptica sala de reuniones de la empresa que dar¨¢ cuentas de las miserias de un mundo inacessible para el com¨²n de los mortales. En tiempo real se confunden las acciones que ocurren en escena con las videoconferencias, ruedas de prensa y noticiarios que aparecen en la parte superior. Todo para mostrar con dureza los entresijos del poder: un presidente acorralado temeroso de involucrarse en un esc¨¢ndalo p¨²blico; su s¨¦quito dispuesto a dejarlo caer; empresarios experimentados en el chantaje y un ciudadano capaz de dar la puntilla a un sistema en proceso de descomposici¨®n.
En la obra, el dichoso v¨ªdeo acaba siendo el objeto m¨¢s preciado de las altas esferas del pa¨ªs. En unos casos para chantajear al poder pol¨ªtico y en otros para aferrarse al mismo. ¡°La grabaci¨®n de la gasolinera se convierte en el anillo de El se?or de los anillos¡±, comenta el autor de la obra, Fernando Ram¨ªrez Baeza.
La idea le vino hace cinco a?os a este malague?o que, paradojas de la vida, trabaja en el mundo de las finanzas y ejerci¨®, incluso, en despachos parecidos de la Castellana. Conoce de primera mano el ambiente, el ritmo y los personajes de entornos como el que muestra la obra. ¡°Sigo trabajando en ese mundo. Por eso Subprime es una conjunci¨®n de dos caminos vitales, el de mi profesi¨®n y el del teatro, afici¨®n que viene de mi ¨¦poca universitaria¡±.
Con el transcurso de los ensayos y las primeras representaciones ¨Cla obra fue estrenada en M¨¢laga en octubre del a?o pasado¨C, la realidad se ha comido, en parte, a la ficci¨®n. Sus responsables aseguran que en Subprime resuenan hechos de absoluta actualidad como el caso B¨¢rcenas, labores de espionaje que recuerdan al esc¨¢ndalo M¨¦todo 3 o v¨ªdeos privados que saltan a la esfera p¨²blica como el de Olvido Hormigos. ¡°Lo que hace unos a?os empez¨® siendo un pron¨®stico de lo que pod¨ªa pasar en una sociedad cono la nuestra ha acabado siendo un diagn¨®stico¡±, opina el director de la obra, Ricardo Campelo. La sucesi¨®n de acontecimientos desvelados por los medios, a medida que la producci¨®n iba avanzando, ha sorprendido a sus propios protagonistas. ¡°Entre nosotros nos intercambiamos titulares que aparecen a diario y nos decimos ¡®esto ya est¨¢ en la obra¡±, comenta el autor de la historia. ¡°Lamentablemente, la realidad supera siempre a la ficci¨®n¡±, apostilla.
La obra est¨¢ protagonizada por Pep Munn¨¦, presidente de la petrolera entre las cuerdas; Federico Aguado, el trabajador que descubre la grabaci¨®n y Chete Lera, un ambicioso vicepresidente del Gobierno carente de escr¨²pulos. ¡°Cuando veo a los pol¨ªticos con ojeras hablando ante los medios me pregunto c¨®mo habr¨¢n pasado la noche, c¨®mo ser¨¢n sus vidas en casa. Ellos demuestran la cara falsa de la pol¨ªtica¡±, comenta Chete Lera. La intenci¨®n de sus creadores ha sido, tambi¨¦n, humanizar a unos personajes capaces de cambiar la vida de millones de personas con solo una declaraci¨®n. ¡°Admitimos que el poder es muy duro, y no todo el mundo est¨¢ capacitado para ejercerlo. ?Qui¨¦n va a querer la responsabilidad de poder cambiar la vida de millones de personas con solo levantar el tel¨¦fono?¡±, comenta el director. ¡°Puede llegar a ser divertido ver c¨®mo piensan y c¨®mo act¨²an¡±.
Y ver c¨®mo se empujan unos a otros, c¨®mo se chantajean y como maniobran para actuar siempre en inter¨¦s propio. ¡°Los espectadores son como esp¨ªas que ven a trav¨¦s de un agujero c¨®mo discuten los mandatarios. Una cosa es lo que cuentan en una rueda de prensa y otra lo que discuten en un despacho¡±, explica Chete Lera.
No se trata de mostrar de forma as¨¦ptica lo que empresarios y pol¨ªticos repiten a diario. Es una mirada m¨¢s cruda, desgarrada y vertiginosa de la realidad. Para ello, los videos que muestran lo que sucede fuera de la Castellana cobran especial importancia. ¡°Quer¨ªamos que fuese atractivo, como una mezcla entre teatro, cine y televisi¨®n¡±, explica el director de Subprime. ¡°Que saltase del directo de lo que pasa en escena a lo audiovisual, igual que ocurre en la vida cotidiana, de forma natural¡±. Como si fuera una pantalla de ordenador, con cuatro ventanas abiertas, de las que brotan las miserias de quienes ostentan el poder.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.