El auge de la m¨²sica venezolana
Los 10 artistas nominados en la ¨²ltima entrega del Grammy Latino confirma el buen momento
La nominaci¨®n de 10 artistas venezolanos, de pop, rock, folclore, fusi¨®n y reguet¨®n, en la ¨²ltima entrega del Grammy Latino fue la confirmaci¨®n del buen momento que atraviesa la escena musical de ese pa¨ªs. Aunque el convulsionado terru?o caribe?o siempre ostent¨® un variopinto caleidoscopio de exponentes y propuestas, no posicion¨®, al menos internacionalmente, su oferta hasta la llegada de Hugo Ch¨¢vez al poder. Y es que coincidieron varios factores para que esto sucediera: la estupenda campa?a de marketing for export que desarroll¨® el l¨ªder pol¨ªtico barin¨¦s sobre su gesti¨®n -lo que puso a Venezuela en el mapa geopol¨ªtico-, la construcci¨®n que desarroll¨® el nativo de la cuna Bol¨ªvar acerca de su idiosincrasia -despertada tras la polarizaci¨®n ideol¨®gica-, la consolidaci¨®n de una avanzada a partir de la concienciaci¨®n y redenci¨®n de ¨ªconos, el roce for¨¢neo espont¨¢neo que provoc¨® la pobre infraestructura y escueto apoyo de la industria cultural nacional, y el empirismo creativo que permiti¨® el convulsionado consumo de la tecnolog¨ªa.
Tan pol¨¦mica y contradictoria como el propio adalid revolucionario venezolano, la popularidad de la escena musical criolla despeg¨® en 2005 con la llamada Ley Resorte, que oblig¨® especialmente a las radios, ante el sentimiento antiimperialista que areng¨® la gesti¨®n chavista, a reducir hasta una m¨ªnima expresi¨®n la difusi¨®n de artistas anglosajones -pa¨ªs extremista s¨ª que lo hay, en Venezuela, durante la d¨¦cada del noventa, la rotaci¨®n de exponentes locales en el dial no sobrepasaba el 5 por ciento-, modificando abruptamente el consumo interno, desempolvando material de estrellas de la canci¨®n olvidadas e incluso estableciendo la creaci¨®n del neo folclore: etiqueta inventada por los medios audiovisuales para burlar los excesos del edicto, que, ante la obligaci¨®n de difundir m¨²sica aut¨®ctona, animaron a las figuras del pop y del rock a versionar, en sus respectivos estilos, temas cl¨¢sicos del acervo popular nacional. No obstante, esto desencaden¨® en la constituci¨®n de uno de los grandes sucesos originarios de los ¨²ltimos 14 a?os: la Movida Ac¨²stica Urbana.
Al tiempo que la pirater¨ªa carcomi¨® la industria discograf¨ªa, los artistas venezolanos, afectados por los controles econ¨®micos del Estado, optaron por la autogesti¨®n o por solicitar la ayuda del Gobierno a cambio de proselitismo. Esto, aunado a la posici¨®n pol¨ªtica que adoptaron muchos de los referentes musicales nacionales y a la repartici¨®n de concesiones para la refundaci¨®n de nuevas estaciones de radio, reforzaron la instalaci¨®n de un star system oficialista y otro sostenido por los medios de comunicaci¨®n antagonistas. Pese a que el primero le dio cabida a figuras alineadas con la revoluci¨®n bolivariana, tambi¨¦n tiene el m¨¦rito de haberle sacado el tup¨¦ elitista a la m¨²sica cl¨¢sica, aunque, al mismo tiempo, y amparado en el marco legal, condicion¨® la inversi¨®n del capital privado en espect¨¢culos de la relevancia del Festival Nuevas Bandas, el encuentro de rock m¨¢s antiguo de Am¨¦rica Latina, lo que lo destina a su desaparici¨®n. Aunque hoy es una incertidumbre c¨®mo ser¨¢ el chavismo sin Ch¨¢vez, al menos el indie criollo afirma que en 2013 ser¨¢ la gran promesa latinoamericana.
Si bien en ¨¦pocas anteriores los art¨ªfices criollos se establecieron en Europa y Estados Unidos en busca de mayores chances para disparar sus trayectorias ante la parvedad, el amiguismo y la intolerancia que pululaba en la industria discogr¨¢fica nacional -segregadora de cuanta propuesta atentara contra la tropicalidad y el pop na¨ªf-, en la d¨¦cada anterior, am¨¦n del menguado avance en el espectro estil¨ªstico local, los exponentes del pa¨ªs caribe?o partieron no solo por motivos laborales, entre los que destaca la gran inversi¨®n que precisa desarrollar una carrera frente a las ¨ªnfimas condiciones que brinda la escena, sino sociopol¨ªticos, como el clima de paranoia creado por la delincuencia. Lo que para bien o para mal le revel¨® al mundo la consistencia de los venezolanos en g¨¦neros por los que no se les reconoc¨ªa, de los que figura la electr¨®nica, con di¨¢sporas en Barcelona (Cardopusher est¨¢ a la cabeza) y Berl¨ªn (A¨¦rea Negrot es la apuesta de Ellen Allien), la vanguardia, con H¨¦ctor Castillo en calidad de mano derecha de Philip Glass, o el pop global, con Javier Weyler tras la bater¨ªa de Stereophonics.
* Yumber Vera es colaborador de EL PA?S y de la revista Rolling Stone Argentina.
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