Escalofr¨ªos cat¨®dicos
En ciencia-ficci¨®n y terror, la televisi¨®n espa?ola es un desierto con valientes pero escasos exploradores
Hablo con un amigo ingl¨¦s acerca de la nueva y estupenda entrega de Black mirror (?larga vida a Charlie Brooker!) y de la no menos adictiva Utopia del para m¨ª desconocido Dennis Kelly, ambas en Channel Four. Hablamos de sus posibles e inusuales influencias (Philip K. Dick, Grant Morrison), de sus altas cotas imaginativas, y de su impacto en la audiencia, ese momento maravilloso en el que media Inglaterra comenta a la hora del desayuno: ¡°?Viste ayer el nuevo episodio de¡?¡±.
Para encontrar algo parecido en nuestra televisi¨®n (y unido a productos m¨¢s o menos emparentables) he de remontarme a los lejan¨ªsimos puntazos de Los bulbos y El asfalto, de Ib¨¢?ez Serrador. O, casi una d¨¦cada m¨¢s tarde, a La cabina de Plans / Garci / Mercero. Hablo con un guionista espa?ol, que me dice: ¡°Hoy por hoy, un hoy que lleva durando lustros, es imposible colocar en nuestras cadenas una serie con elementos de terror, de ciencia-ficci¨®n o de lo que los programadores llaman, despectivamente, ¡®fantas¨ªa¡±. Es verdad, pienso, que cuando Ib¨¢?ez Serrador aterriz¨® en Espa?a ya hab¨ªa probado la f¨®rmula con ¨¦xito en Argentina, siguiendo los patrones americanos (The twilight zone, Alfred Hitchcock presenta, la espeluznante Thriller prologada por Boris Karloff, o la no menos inquietante Rumbo a lo desconocido, que despert¨® la vocaci¨®n de Stephen King), pero alguien pod¨ªa haber dicho ¡°Esto aqu¨ª no funcionar¨¢¡± y no lo dijo. Y apost¨® por la mezcla de g¨¦neros (horror, misterio, humor negro) a lo grande, porque antes de Historias para no dormir le contrataron Tras la puerta cerrada y Ma?ana puede ser verdad. Cierto que entonces no mandaba tanto la audiencia, y hay quien dice que tal floraci¨®n era cosa de la ¨¦poca. Eran a?os de grandes miedos y grandes paranoias: el fin del mundo (por bomba o por misiles), las invasiones extraterrestres (o rusas, para el caso), la tecnolog¨ªa creciente. Yo creo que los miedos se han centuplicado (y de eso tratan, justamente, Black mirror y Utopia), pero aqu¨ª, salvo contadas excepciones, no nos apartamos del costumbrismo, el humor chocarrero y el follet¨ªn m¨¢s o menos sofisticado (hay una nueva y brillante brecha: la ficci¨®n hist¨®rica de Isabel). En la televisi¨®n brit¨¢nica siempre han sabido combinar todos los palos, y por eso Brooker y Kelly pudieron crecer a la sombra de Los vengadores, de El prisionero, de Blake 7, de Doctor Who, de toda la obra de Dennis Potter. Tambi¨¦n hay una cierta tradici¨®n en la televisi¨®n francesa (Belphegor, el fantasma del Louvre aterroriz¨® cat¨®dicamente a toda una generaci¨®n), y quiz¨¢s por eso el vecino Canal Plus ha dado una reciente campanada con la estupenda Les revenants, singular¨ªsima mezcla de realismo y fantas¨ªa (facci¨®n zombis) creada por Fabrice Gobert y Emmanuel Carr¨¨re. De la televisi¨®n argentina de los ¨²ltimos a?os recuerdo el humor perverso de Tiempo final, de los hermanos Borenstein, y los suculentos escalofr¨ªos de Epitafios, cocinada para la HBO por los Slavich (otro brillante t¨¢ndem fraterno), donde Julio Ch¨¢vez y Cecilia Roth persegu¨ªan a unos asesinos seriales cuya imaginaci¨®n criminal dejaba en mantillas al mism¨ªsimo doctor Phibes.
Los intentos espa?oles han dado buenos frutos en la pantalla grande, pero la peque?a sigue siendo un desierto con valientes pero escasos exploradores. A finales de los noventa, Sergi Belbel escribi¨® para TV3 una serie llamada Ivern (concepto: Twin peaks en los Pirineos), pero cuando le dijeron que era ¡°demasiado terror¨ªfica¡± decidi¨® reconvertirla en libro. Poco m¨¢s tarde, Jordi Frades y Jaume Cabr¨¦ intentaron aunar policial y ciencia-ficci¨®n en Crims para la misma cadena: no les acompa?¨® el ¨¦xito, para decirlo suavemente. Recuerdo con placer La habitaci¨®n del ni?o, de Alex de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarr¨ªa, y Para entrar a vivir, de Alberto Marini y Jaume Balaguer¨®, los mejores episodios del reprise de Historias para no dormir (2007) que produjo (y emiti¨® muy deslavazadamente) Telecinco, y no me olvido de Hay alguien ah¨ª (2009), la serie de Daniel Cebri¨¢n para Cuatro, un cruce tan marciano como entretenido de Peyton Place (o Mujeres desesperadas) y Amytiville Horror, del que se ofrecieron dos temporadas, sin que nadie, que yo sepa, haya decidido adentrarse por esa puerta entreabierta. Y es dif¨ªcil que se haga (ampliar g¨¦neros, mezclar tonos, provocar sensaciones inhabituales: inventar y sorprender) mientras los productores sigan intentando repetir el ¨¦xito del a?o pasado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Twin Peaks
- Jorge Guerricaechevarr¨ªa
- Philip K. Dick
- Black Mirror
- Opini¨®n
- Alex de la Iglesia
- Stephen King
- Cecilia Roth
- Alfred Hitchcock
- Jaume Balaguer¨®
- Narciso Ib¨¢?ez Serrador
- Series drama
- Series brit¨¢nicas
- Series suspense
- Series detectives
- ABC Televisi¨®n
- Series cr¨ªmenes
- Series americanas
- Series ciencia ficci¨®n
- G¨¦neros series
- Series televisi¨®n
- Programa televisi¨®n
- Programaci¨®n
- Televisi¨®n
- Medios comunicaci¨®n