Complejidad y misterio al margen del tiempo

Celebro que el Pritzker 2013 sea para Toyo Ito. No he formado parte del jurado, pero de haberlo hecho, tambi¨¦n le habr¨ªa votado. Lo hice en la ultima Bienal de Arquitectura de Venecia, cuando lo elegimos mejor comisario de los pabellones nacionales. En el pabell¨®n de Jap¨®n, Ito hizo un impresionante montaje con troncos de ¨¢rboles que, cuando estaban enteros, parec¨ªan atravesar el techo del pabell¨®n y otras veces, cortados, fueron utilizados como base para maquetas de cart¨®n que, adem¨¢s de ser muy hermosas, enviaban un mensaje: quer¨ªan ser una casa para todos despu¨¦s del tsunami de Fukushima.

Toyo Ito consegu¨ªa as¨ª aplicarse a la dif¨ªcil tarea de ayudar en la emergencia sin perder la fe en la calidad de la arquitectura como el lugar para un ¡°confort¡± colectivo. Ito no apareci¨® solo el d¨ªa de la inauguraci¨®n. Estaba siempre all¨ª, constantemente trabajando en el montaje, de forma personal, vestido con una camiseta, alejado de divismos. Una vez m¨¢s nos conquist¨®. Le dimos el premio por unanimidad.

Digo que nos conquist¨® ¡°una vez mas¡± porque, mirando atr¨¢s a los muchos a?os que hace que lo conozco, recuerdo muchos momentos en los que ha sabido conquistar mi admiraci¨®n. Lo hizo explicando, magistralmente, su mediateca de Sendai en una conferencia tan comunicativa que llevaba a olvidar la dificultad del idioma japon¨¦s, que ¨¦l estaba hablando. Sus proyectos son as¨ª, en ellos se intuye una arquitectura compleja y misteriosa, la misma por la que uno puede pasearse en el nuevo edificio de la feria de Barcelona. Como habitante de esta ciudad le agradezco a ese inmueble su capacidad de transformar esos lugares tan cansinos que son las ferias en un espacio familiar donde te entran ganas de pararte a disfrutar. En los veinte a?os que hace que conozco a Ito no he perdido nunca la fascinaci¨®n por el hombre y por su arquitectura. Fascina escucharle hablar de conceptos zen, escucharle explicar sus primeras obras o cenar con ¨¦l pescado en el Carvallheira de Barcelona. En este tiempo, su arquitectura ha ido aceptando nuevos retos. Pero su aspecto no ha cambiado. Con setenta a?os mantiene el talante, y el f¨ªsico, de un treinta?ero de pelo oscuro. Parece que los a?os no pasan por la obra o la persona de Toyo Ito. Y en eso tambi¨¦n sabe fascinarnos.

Benedetta Tagliabue es arquitecta