Gabo ya tiene quien le escriba un c¨®mic

Pues no. Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez no ten¨ªa qui¨¦n le escribiese un c¨®mic. Hasta que John Naranjo, un editor colombiano, se meti¨® en el berenjenal y encarg¨® a un guionista y cuatro dibujantes una novela gr¨¢fica sobre la peripecia literaria de uno de los colombianos m¨¢s prestigiosos de la historia. El resultado, Gabo, memorias de una vida m¨¢gica, es, antes que una biograf¨ªa del escritor, la novela que ilustra la gestaci¨®n de la novela que le aup¨® entre los dioses de la literatura universal, Cien a?os de soledad. Arranca de hecho en una carretera mexicana por la que circulan el autor, su esposa Mercedes Barcha y sus hijos Rodrigo y Gonzalo para descansar unos d¨ªas en las playas de Acapulco y finaliza con el colombiano vestido de liqui-liqui hablando ante los reyes de un pa¨ªs muy alejado del olor a guayaba.

Entre ambas vi?etas se condensa la biograf¨ªa de Garc¨ªa M¨¢rquez, nacido el 6 de abril de 1927 en Aracataca con el cord¨®n umbilical enrollado al cuello y consagrado con el premio Nobel de Literatura en 1982. Entre ambos accidentes ocurri¨® de todo. Una infancia de narraciones legendarias en la casa de abuelos que hab¨ªan participado en la Guerra de los Mil D¨ªas y hablaban con los muertos, unos padres ausentes, una bananera explotadora, una hermana que com¨ªa tierra, un estudiante que se aliment¨® de literatura, un periodista tras el tel¨®n de acero, un parado que recogi¨® peri¨®dicos y botellas en Par¨ªs, un cronista de la llegada del castrismo al poder en Cuba, un contumaz aspirante a escritor... Cuando Garc¨ªa M¨¢rquez viaja con su familia hacia Acapulco ya ha publicado algunos libros (La hojarasca o Relato de un n¨¢ufrago) pero sigue siendo un periodista que sue?a con una novela a la que llama La casa y de la que entra y sale sin sentir acomodo. La que luego ser¨ªa una obra cumbre del siglo XX se revel¨® en esa carretera mexicana¡­ por alguna raz¨®n el escritor encontr¨® al volante el tono que se convertir¨ªa en su marca m¨¢s caracter¨ªstica. Luego vendr¨ªan las ventas millonarias, la fama, los premios, incluso los ensayos sobre su literatura y las biograf¨ªas.

Sin embargo, hasta ahora no hab¨ªa llegado el c¨®mic. Asombroso. ¡°No solo es sorprendente que no hubiese una novela gr¨¢fica sobre Gabo, sino que no exista una sobre Cort¨¢zar o Borges¡±, concede el editor colombiano John Naranjo, muy satisfecho con la repercusi¨®n internacional del c¨®mic. Adem¨¢s de vender los derechos para la edici¨®n en Espa?a a Sins Entido, que lo distribuir¨¢ a finales de marzo, Rey Naranjo editores est¨¢ negociando la difusi¨®n en Rusia, Francia, Alemania y varios pa¨ªses n¨®rdicos.

No hurga este c¨®mic en aspectos controvertidos que siempre rodean al autor de Cr¨®nica de una muerte anunciada, como la disputa con Mario Vargas Llosa que acab¨® en una ruptura entre ambos o su amistad con Fidel Castro. ¡°Esta biograf¨ªa literaria no elude ni su ideolog¨ªa ni su posici¨®n pol¨ªtica, simplemente que estos aspectos, como muchos otros de la vida privada de Gabo, no son relevantes a la hora de contar lo que nos interesa contar. Lo que el lector va a encontrar es la epopeya de un chico que nace en un pueblo olvidado por la mente de Dios y que a fuerza de empe?o y trabajo se convierte en un mito viviente de la literatura universal¡±, defiende Naranjo en un correo electr¨®nico.

Los apuros de Garc¨ªa M¨¢rquez fueron tan literales que, adem¨¢s del episodio de recolector y vendedor de peri¨®dicos y vidrios en Par¨ªs, no pudo enviar el manuscrito ¨ªntegro de Cien a?os de soledad por correo porque le faltaba dinero. Adem¨¢s de la literatura del autor de Noticia de un secuestro, ?scar Pantoja se bas¨® en obras de Plinio Apuleyo Mendoza, Gerald Martin y Juan Gustavo Cobo Borda, entre otras, para trenzar el guion. ¡°Se han seguido los trabajos escritos sobre ¨¦l, pero el prop¨®sito ha sido, como en el cine, poner la c¨¢mara en otro ¨¢ngulo, que quiz¨¢s no ha sido utilizado para volver a interpretar las diversas memorias de Gabo. A este ¨¢ngulo le interesa presentar el momento exacto de la creaci¨®n, el instante en que la chispa prendi¨® la luz de Macondo¡±, cuenta por correo electr¨®nico Pantoja.

¡°Me propuse hacer una obra que girara alrededor de la creaci¨®n y c¨®mo la creaci¨®n estaba metida en sus huesos, era su misma vida. Me mov¨ª en la escritura sin alejarme de ese ¨¢ngulo. No me importaban otros aspectos¡±, a?ade el autor del guion, que ha sido ilustrado por Miguel Bustos, Felipe Camargo, Tatiana C¨®rdoba y Juli¨¢n Naranjo.