Las caras que no fallan

Pensar hoy en una cadena de televisi¨®n, especialmente en una generalista, implica casi de manera autom¨¢tica recrear en la cabeza un rostro concreto. Hablar de Telecinco llevar¨¢ sin duda a m¨¢s de uno a evocar a Jorge Javier V¨¢zquez en el plat¨® de S¨¢lvame o Hay una cosa que te quiero decir, a Jes¨²s V¨¢zquez en el concurso de talentos correspondiente (el a?o pasado en La voz; antes en Operaci¨®n Triunfo; ahora en ?Mira qui¨¦n salta!) o a Jordi Gonz¨¢lez en alg¨²n controvertido espacio nocturno (El gran debate, en su d¨ªa La noria; M¨¢s all¨¢ de la vida).

Lo mismo ocurre con Antena 3 y, por ejemplo, el c¨®mico Arturo Valls, pluriempleado ¨²ltimamente entre ?Ahora caigo! y Splash: famosos al agua; en Cuatro, con Raquel S¨¢nchez Silva, eterna aventurera (ahora con Expedici¨®n imposible, otrora con Perdidos en la ciudad, Perdidos en la tribu, Pek¨ªn Express...); con TVE vendr¨ªan a la mente Anne Igartiburu y sus espacios de cr¨®nica social en La 1 (+Gente, previamente en Coraz¨®n) y Cayetana Guill¨¦n Cuervo como cara cultural de La 2 (con Versi¨®n espa?ola y ?Atenci¨®n obras!); o en laSexta, su director, Antonio Garc¨ªa Ferreras, y sus debates e investigaciones pol¨ªticas (Al rojo vivo; La Sexta columna).

Valerse de lo que se podr¨ªa calificar como presentadores insignia, que llegan incluso a conducir varios espacios a la vez, es pr¨¢ctica com¨²n a todos estos canales. Una que deja ciertas preguntas en el aire. Para empezar, ?de qu¨¦ les sirve a las televisiones hacerlo? Y al espectador, ?qu¨¦ le aporta?

¡°Esto es una cuesti¨®n de abrir la ventana y ver por d¨®nde da el viento¡±, arguye Alejandro Fl¨®rez, adjunto a la direcci¨®n de TVE. ¡°Por un lado, un presentador puede sumar o restar a un contenido, pero nunca es determinante para el ¨¦xito. Un buen concurso presentado por Carlos Sobera es miel sobre hojuelas, pero presentado por otro, el concurso seguir¨¢ siendo bueno¡±. La clave, se?ala, reside en la asociaci¨®n de ciertos nombres con cierto tipo de formatos.

Muy pocos consiguen saltar de un formato a otro o compaginarlos

Si la imagen de Sobera (Atrapa un mill¨®n; Incre¨ªbles: el gran desaf¨ªo, en Antena 3) o la de Christian G¨¢lvez (Pasapalabra, T¨² s¨ª que vales, en Telecinco) est¨¢n ligadas a los concursos, la de Manel Fuentes lo est¨¢ a los shows nocturnos (el m¨¢s reciente, Tu cara me suena, en Antena 3) o la de Luj¨¢n Arg¨¹elles a los programas de telerrealidad social (?Qui¨¦n quiere casarse con mi hijo? o Granjero busca esposa, en Cuatro). ¡°Y tambi¨¦n existen presentadores que son emblema de sus cadenas y que no presentan diferentes programas¡±, matiza Fl¨®rez, ¡°como puede ser Jordi Hurtado [conduce desde hace 15 a?os el concurso de cultura Saber y ganar] en La 2¡±.

Saltar de un formato a otro no es misi¨®n imposible, aunque podr¨ªa rayar en lo muy improbable dependiendo de la direcci¨®n que se tome. M¨¤xim Huerta, por ejemplo, pas¨® de los informativos de Telecinco a la cr¨®nica social como colaborador en El programa de Ana Rosa. ¡°Pero el camino contrario ser¨ªa m¨¢s complicado¡±, opina el directivo de TVE. Casos como el de Mercedes Mil¨¢, que por un lado se dedica a la telerrealidad en Gran Hermano (Telecinco) y, por el otro, a los reportajes de investigaci¨®n y denuncia social en Diario de (Cuatro), podr¨ªan contarse con los dedos de la mano.

Para el p¨²blico, la visi¨®n de estos personajes cat¨®dicos desata una inmediata familiaridad y una asociaci¨®n de ideas con respecto a esos contenidos a los que est¨¢n ligados. Pero ?qu¨¦ ocurre con el riesgo de que tanta cara repetida genere cierto agotamiento? ¡°Creo que es bueno y necesario que los espectadores identifiquen a determinados presentadores con una cadena. Pero igualmente somos conscientes de que el espectador agradece conocer a otros nuevos¡±, se?ala Carmen Ferreiro, directora de programas de entretenimiento de Antena 3. ¡°Nosotros no nos lo planteamos¡±, a?ade Manuel Villanueva, director de contenidos de Mediaset, que engloba a Telecinco y Cuatro. ¡°Cuando se cansa, el p¨²blico te lo dice con el mando a distancia de manera alta y clara. A trav¨¦s del mando, nosotros hablamos con los telespectadores cada d¨ªa¡±.

¡°Cuando el p¨²blico se cansa lo expresa con el mando¡±, dice un directivo

Adem¨¢s, como explica el ejecutivo, cada a?o se realizan entre una y dos oleadas sobre la percepci¨®n y el posicionamiento de las cadenas, con lo que se puede comprobar si la presencia de un profesional funciona o no. Aunque tampoco es habitual que los resultados sean tan evidentes como para deshacerse de nadie. ¡°Cuando un presentador se va suele coincidir con el fin del contrato o porque necesitaba emprender una nueva etapa, pero esto se suele hacer de mutuo acuerdo¡±, a?ade.

Convertirse en s¨ªmbolo televisivo supone en todas las instancias un proceso de mucho tiempo en pantalla y de desenvoltura por parte de los protagonistas. Adem¨¢s de contar con bases de datos de presentadores, los canales recurren a otros, tanto nacionales como auton¨®micos o locales, en busca de talentos que captar para sus filas. En el caso de la corporaci¨®n p¨²blica, adem¨¢s de mirar lo que hay fuera, ellos cuentan con un nutrido grupo de profesionales internos a quienes criar y educar desde sus comienzos. ¡°El 80% de nuestra gente de informativos es personal fijo de la casa¡±, ilustra Fl¨®rez. Todas las televisiones, en cualquier caso, coinciden en subrayar que todos sus profesionales tienen la cualidad de estrellas, ya brillen en el d¨ªa o la noche, o en uno solo o en varios programas. Como apunta Ferreiro, de Antena 3, para ellos, ¡°todos son igual de imprescindibles e importantes¡±.