La crisis sube a los escenarios
El teatro alberga montajes y obras sobre la dram¨¢tica realidad econ¨®mica y social
El teatro es siempre pol¨ªtico. Ya lo dice Juan Mayorga, el autor y dramaturgo espa?ol. El teatro es el lugar donde se re¨²ne la ciudadan¨ªa para hablar de la ciudadan¨ªa, de los problemas que tiene. Por eso es pol¨ªtico. Y por ello, la crisis, con el paro, los recortes sociales, la falta de futuro o el poder de los financieros han asaltado los escenarios teatrales y se han hecho un hueco m¨¢s que digno en las salas teatrales. Obras como Recortes, Subprime, en cartelera ahora en Madrid, o Perdidos en Nunca Jam¨¢s, pr¨®ximamente en Murcia o Valladolid, afrontan de manera directa los dramas econ¨®micos y laborales que se ven a diario en la calle. Otros montajes como A cielo abierto, dirigido e interpretado por Jose Maria Pou en el Teatro Espa?ol y escrito por David Hare en plena era del thatcherismo, en la que los brit¨¢nicos vieron como las privatizaciones arrasaron con buena parte de los derechos p¨²blicos adquiridos durante tantos a?os, o Feelgood, una comedia sobre la cruda y profunda relaci¨®n entre el hombre y el poder, que se estrena el pr¨®ximo 2 de abril en las Naves del Matadero de Madrid, dan buena cuenta de la necesidad del teatro de apoderarse de una realidad por cruda que sea y compartirla, como defiende? Juan Mayorga, con sus conciudadanos. Hoy por hoy, los cuentos de hadas tendr¨¢n que esperar tiempos mejores
Recortes. En la sala Cuarta Pared se acaban las entradas r¨¢pidamente. El montaje Recortes, dirigido por Mariano Barroso e interpretado en dos mon¨®logos por Nuria Gallardo y Alberto San Juan, ha tenido que prorrogar los pases ante el ¨¦xito cosechado. En la sala, abarrotada de jueves a s¨¢bado, se asiste a un ba?o de cruda realidad. Sobre un texto del brit¨¢nico David Greig escrito en 2011, Juan Cavestany lo ha adaptado a la situaci¨®n espa?ola de hoy. Poco ha tenido que cambiar. ¡°Son piezas en las que toda Europa se puede reconocer¡±, defiende San Juan, que interpreta el mon¨®logo sobre un paciente con problemas mentales alarmado por el cierre del centro de salud en el que le estaban tratando en una conversaci¨®n con una trabajadora de dicho centro. ¡°Es natural que el teatro mire de frente a esta realidad que de manera tan brutal y a una velocidad de v¨¦rtigo est¨¢ acabando con tantos derechos en Europa y, m¨¢s concretamente, en Espa?a¡± , defiende el actor para quien ya es hora de que el teatro y el cine, que necesitan quiz¨¢s unas perspectivas a m¨¢s largo plazo para plantear los temas, reaccionen de manera r¨¢pida. ¡°No podemos esperar, hay que hablar ya de lo que nos est¨¢ pasando¡±, a?ade San Juan que se declara optimista ¨C¡°no solo nuestros hijos, tambi¨¦n nosotros, vamos a ver un mundo mejor¡±- . Recortes, que termina su pase por Cuarta Pared el pr¨®ximo d¨ªa 30, tiene previsto saltar a alg¨²n otro teatro en la pr¨®xima temporada. Incluso se est¨¢n planteando la posibilidad de hacer un espect¨¢culo m¨¢s completo e invitar a otros autores y actores, cambiando piezas y mon¨®logos, para convertirlo en algo m¨¢s vivo. ¡°Todo un instrumento de agitaci¨®n¡±, se?ala Alberto San Juan.
Subprime. El poder financiero y pol¨ªtico frente a un solo ciudadano. Todo lo que se ve y se oye en la obra, escrita por Fernando Ram¨ªrez Baeza en 2008 y dirigida por Ricardo Campelo, se puede leer casi a diario en algunos peri¨®dicos. Hombres trajeados y engominados, orgullosos y seguros de s¨ª mismos, prepotentes, que luchan por no perder el poder y el dinero que han ido arrebatando a la sociedad. Interpretado por Pep Mun¨¦, Chete Lera, Federico Aguado y otro, Subprime sit¨²a al espectador en una profunda recesi¨®n econ¨®mica, cuando un empelado de una gasolinera de la empresa petrol¨ªfera m¨¢s importante del pa¨ªs llega a la sede de la compa?¨ªa con un v¨ªdeo comprometido del presidente del Gobierno. Amenazas, negociaciones e intereses econ¨®micos aparecen de inmediato entre esas cuatro paredes. Ricardo Campelo, venezolano de 33 a?os e instalado en Espa?a desde hace once, asegura que cuando ley¨® la obra tuvo la sensaci¨®n de encontrarse ante un informe real de WikiLeaks. ¡°Son hechos reales y contundentes que no pretende establecer conclusiones, pero que la mayor¨ªa de los espectadores llega a sus propias y casi similares conclusiones frente a la evidencia y claridad de lo que te cuenta¡±, defiende Campelo, que invita a pol¨ªticos, banqueros y financieros al teatro Fern¨¢n G¨®mez de Madrid ¨C¡°lo tienen todos muy cerca, aqu¨ª en la Castellana, en G¨¦nova o en el Congreso¡±- para que vean sobre un escenario esta historia de ficci¨®n que no es m¨¢s que un reflejo de la realidad. ¡°Ya basta de hablar entre nosotros. El teatro es uno de los grandes lugares de reflexi¨®n que tiene el ciudadano¡±. Subprime estar¨¢ en cartelera hasta el pr¨®ximo 7 de abril.
Perdidos en Nunca Jam¨¢s. ¡°Intento desesperadamente hacerme mayor, pero no puedo¡±, dec¨ªa James M. Barrie, el escritor de Peter Pan. Luc¨ªa Miranda, vallisoletana de 30 a?os, lo intenta tambi¨¦n pero tampoco puede. Algo similar le ocurre a sus amigos. Perdidos en Nunca Jam¨¢s es la ¨²ltima obra de teatro dirigida por Miranda e inspirada en el cuento de hadas de Peter Pan, cuya adaptaci¨®n la ha realizado una de las grandes expertas en este personaje infantil, Silvia Herreros de Tejada. Este montaje, que se estrenar¨¢ el pr¨®ximo 12 de abril en el Teatro Circo de Murcia y poco m¨¢s tarde, el d¨ªa 27 del mismo mes, en el Laboratorio de las Artes de Valladolid, pone el acento en otro de los aspectos dram¨¢ticos de la actualidad: la falta de trabajo y de futuro de los j¨®venes, que tienen que buscarse la vida en el extranjero. Luc¨ªa Miranda, despu¨¦s de unos a?os fuera de Espa?a, se sorprendi¨® ante la gran cantidad de j¨®venes que preparaban sus maletas ante un exilio econ¨®mico forzoso. ¡°Somos una generaci¨®n perdida. Hemos perdido la ilusi¨®n y nuestro cuento de hadas. La obra habla de ese drama y de la cantidad de gente que solo tiene futuro fuera de nuestro pa¨ªs. Yo al menos una vez al d¨ªa me lo sigo planteando¡±, asegura Miranda. Perdidos en Nunca Jam¨¢s, que intentar¨¢ abrirse camino en otros teatros,? tiene como protagonista a Wendy, una periodista que tiene que volver a vivir a casa de sus padres despu¨¦s de ser despedida en el trabajo.
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