?Picasso, s¨¢lvanos!
El v¨ªnculo entre la tauromaquia y la cultura qued¨® mutilado por continuas rachas de viento
El festejo se plante¨® como un homenaje a Picasso. Por eso, se la conoce como corrida picassiana. Y Loren, un pintor franc¨¦s, fue el encargado de dar color a la plaza. Y pint¨® los burladeros y las tablas de la barrera de rosa, y dibuj¨® motivos taurinos en las paredes de los tendidos. Y todo, seg¨²n el programa oficial, para recordar la ¨¦poca rosa del creador malague?o. Muy bonito todo.
Se anunci¨® en los carteles un joven torero malague?o con toda la vida por delante y muchas posibilidades sobre el papel de alcanzar el estrellato tan dif¨ªcil y deseado.
Cinco ganader¨ªas / Jim¨¦nez Fortes en solitario
Toros: 1? y 5?, de N¨²?ez del Cuvillo; 2? de Jandilla; 3? de Garcigrande; 4? de El Pilar, y 6? de El Torero, muy justos de presentaci¨®n, mansos, sosos y desclasados. Los mejores, quinto y sexto.
Jim¨¦nez Fortes: pinchazo y estocada tendida (ovaci¨®n); media tendida, descabello -aviso- y tres descabellos (ovaci¨®n); pinchazo y estocada, -aviso- tres descabellos y el toro se echa (silencio); pinchazo -aviso- pinchazo y estocada (ovaci¨®n); estocada ca¨ªda (oreja); estocada trasera (oreja).
Plaza de la Malagueta. V Corrida Picassiana. 30 de marzo. Media entrada.
Pero el anhelado v¨ªnculo entre la tauromaquia y la cultura qued¨® mutilado desde el principio. Dif¨ªcil imaginar una tarde m¨¢s desapacible. No llovi¨®, aunque se mantuvo la amenaza de negros nubarrones en el cielo, pero las continuas rachas de viento fueron de las malvadas de verdad. Imposible que los enga?os cayeran por la ley de la gravedad, y toda la lidia no fue m¨¢s que una lucha intensa por mantener a flote el mando sobre las telas. Y as¨ª es f¨¢cil colegir que la lidia se complicara sobremanera. Y lo peor es que no hubo un respiro toda la tarde. Una corrida de perros.
Y los toros. Seis ejemplares de cinco hierros diferentes, justos, muy justos de presentaci¨®n para una plaza de primera categor¨ªa, sin fuelle en los ri?ones, sin bravura en la sangre, sosos y descastados. Las fuerzas todas ellas cogidas con alfileres, con escas¨ªsimo recorrido, sin prontitud, ni alegr¨ªa ni clase.
Y el torero. Jim¨¦nez Fortes lleva poco tiempo en el escalaf¨®n de matadores (tom¨® la alternativa el 24 de agosto de 2011), y el compromiso le vino grande. O esa fue, al menos, la impresi¨®n que dio cuando se vio dominado por el molesto viento, y pasaban los toros sin una mala vuelta al ruedo en el esport¨®n. La verdad es que no era f¨¢cil torear con la muleta en la cara y qued¨¢ndose una y otra vez a merced de sus oponentes. Pero, adem¨¢s, no mostr¨® el conocimiento que exigen compromisos de este tipo. Muy vulgar con el capote toda la tarde. Unas gaoneras y unas chicuelinas aceleradas y no hubo m¨¢s. Excesiva vulgaridad en el ¨²ltimo tercio, pec¨® de mala colocaci¨®n y escasez de mando, se mostr¨® siempre valiente, pero no emocion¨® como ped¨ªan sus paisanos. Mejor¨® con la muleta en el quinto, el m¨¢s noble hasta el momento, y dibuj¨® un par de estimables tandas con la derecha. Recibi¨® al sexto de rodillas en la puerta de chiqueros con una larga cambiada, lance que repiti¨® dos veces en el tercio. Lo intent¨® Fortes con todas sus fuerzas en este toro, pero volaban la muleta y las latas de refresco a un tiempo; al toro se le acabaron pronto las fuerzas y al torero no le afloraron las mejores ideas. Abus¨® de los circulares y falt¨® el toreo fundamental. Total, que no pudo ser.
En suma, que dijo much¨ªsimo menos de lo que se esperaba de ¨¦l. Se plante¨® la corrida como un examen para su futuro inmediato y no lo aprob¨®.
Y queda el p¨²blico: se rebaj¨® sensiblemente el precio de las entradas y se regalaron muchas, pero los tendidos solo se cubrieron a la mitad. Un dato preocupante, al menos. Eran las ocho y media de la tarde cuando acab¨® el festejo. Tiritando de fr¨ªo estaba M¨¢laga a esas alturas. Y aburrida. La gente corr¨ªa, y nadie se acordaba ya del homenajeado. Bueno, alguien, en su desesperaci¨®n, dijo la frase del d¨ªa: '?Picasso, s¨¢lvanos!'.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.