Hilda Riveros, creatividad y energ¨ªa en el ballet

La bailarina y core¨®grafa chilena Hilda Rivero, una de las m¨¢s s¨®lidas y personales carreras en el ¨¢mbito del ballet de Hispanoam¨¦rica, falleci¨® en Santiago de Chile el pasado 2 de abril de un ataque card¨ªaco tras haber luchado con coraje durante a?os contra el c¨¢ncer. Marcia Hayd¨¦e, actual directora del Ballet de Santiago, declar¨® al conocer la noticia que Riveros ¡°era una int¨¦rprete muy en¨¦rgica, creativa y exuberante¡±. Al regresar Hilda a Chile, se hab¨ªa integrado en el Ballet de Santiago en 1989 hasta mediados de los a?os noventa en calidad de maestra y core¨®grafa. Hab¨ªa nacido el 11 de noviembre de 1936 y siendo a¨²n muy joven comenz¨® en el Ballet Nacional Chileno, con Ernst Uthoff (1904-1993) como director, donde lleg¨® a ser primera bailarina, habiendo debutado en 1955. A Uthoff, cercano a Laban y Jooss, le hab¨ªa pedido que se quedara en Chile la bailarina Andree Haass en mayo de 1941 durante una gira, y eso fue decisivo para el futuro del ballet chileno.

Hay que destacar en su biograf¨ªa su profunda conexi¨®n pedag¨®gica y est¨¦tica con la escuela alema a de ballet moderno y el expresionismo alem¨¢n dispersado tras la llegada del nazismo al poder. Hiloda realiz¨® sus estudios en la Escuela de Danza de la Universidad de Chile, bajo la direcci¨®n de destacados profesores, entre ellos Rudolf Pesch, Sigurd Leedor (1902-1981), Lola Botka (1910-2006) y el pionero chileno Patricio Bunster (1924-2006).

Hilda tambi¨¦n form¨® parte del Ballet Las Condes, el Teatro de la Universidad de Chile y el Taller de Coreograf¨ªa de la Escuela de Danza. En 1972, tras el golpe que derroc¨® al gobierno del presidente Salvador Allende, se vio obligada a abandonar su pa¨ªs y viaja a la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana donde ya en 1973 est¨¢ instalada la Escuela Grec Palucca de Dresde, a la que se mantuvo vinculada espor¨¢dicamente por 11 a?os. Despu¨¦s se radic¨® en Per¨² entre 1974 y 1978, y de 1978 a 1991 vivi¨® y trabaj¨® en el Ballet Nacional de Cuba en La Habana, donde lleg¨® invitada personalmente por Alicia Alonso. En Cuba, Riveros despleg¨® una fruct¨ªfera labor tanto creativa (con m¨¢s de 30 obras) como did¨¢ctica en su calidad de maestra en la Escuela Nacional de Artes. Antes, en Lima, hab¨ªa sido core¨®grafa principal de Ballet de C¨¢mara y profesora de Expresi¨®n Corporal en la Escuela Nacional de Teatro donde dej¨® su sello.

En La Habana integr¨® el elenco del Ballet Nacional de Cuba, en el que despleg¨® un valioso trabajo como creadora e int¨¦rprete. Para esta compa?¨ªa, adem¨¢s de numerosas reposiciones, cre¨® La tierra combatiente (1978);Obsesi¨®n, Fandango, Evasi¨®n, Pedestal para nadie (1980); En el sitio de tu sombra, Por vivir, El original pecado (1981); Gitana, Liquidaci¨®n de sue?os, El mandar¨ªn maravilloso (1982); Positr¨®n Nn (1983); Enlace,Girasol, Do-Re-Mi, El reto, Sin embargo amanece, Novia fugitiva del oc¨¦ano (1984); Palomas (1985) y El camino recto (1986), entre otras. Especialmente para Alonso cre¨® en 1988 el ballet Jard¨ªn, inspirado en la novela hom¨®nima de la poeta Dulce Mar¨ªa Loynaz.

Despu¨¦s del largo periodo dictatorial de Pinochet, Riveros volvi¨® a Chile por primera vez en 1989, recibiendo el Premio Apes [Asociaci¨®n de Periodistas del Espect¨¢culo], lo que le garantiz¨® su entrada en el ballet de Santiago un a?o despu¨¦s. Antes hab¨ªa obtenido los reconocimientos de Mejor Bailarina (1964), Mejor Bailarina Chilena (1969), Premio del C¨ªrculo de Periodistas Especializados (1969), Mejor solista (1972). Adem¨¢s Hilda fue core¨®grafa estable de las temporadas de ¨®pera presentadas en el Teatro Municipal y desde 1996 trabaja como core¨®grafa invitada en distintas compa?¨ªas de Am¨¦rica Latina como el Ballet de Cali (Colombia), el Ballet Cl¨¢sico Moderno de Paraguay y el Ballet Ecuatoriano de C¨¢mara. Su cat¨¢logo completo abarca m¨¢s de dos centenares de coreograf¨ªas entre las que est¨¢n Novia fugitiva del oc¨¦ano e Italia, y ambas se bailaron en junio de 2007 por el Ballet Juvenil Universitario en el X festival de danza de Los Andes, donde la core¨®grafa recibi¨® un homenaje a su trayectoria. En el Teatro Municipal de Santiago como core¨®grafa residente y Maestra del Ballet de Santiago dirigido por Hayd¨¦e, cre¨® importantes obras como Tiempo de percusi¨®n, Scherezade, Carmen, Bienandanza y Piaf. Su estilo era terrenal, comunicativo y ligado a la expresi¨®n de un lenguaje ecl¨¦ctico.

Siempre inquieta en cuanto a las novedades tecnol¨®gicas y los avances, Hilda Riveros en 2004 fue invitada a participar como core¨®grafa en la primera experiencia de ballet virtual con bailarines de la ciudad de Miami y del Ballet Juvenil Universitario. De ampl¨ªsima cultura cor¨¦utica y gran sensibilidad musical, a Hilda la recuerdan todos los bailarines por su car¨¢cter, su ternura, afabilidad y cercan¨ªa; estaba casada con el eminente music¨®logo y compositor chileno Fernando Garc¨ªa (Santiago, 1930), que le sobrevive.