Euroafon¨ªa
Una de las consecuencias de la fuerza centr¨ªpeta de la crisis econ¨®mica es la reducci¨®n de visi¨®n sobre el panorama internacional. Hasta el punto de que la percibimos como una categor¨ªa espa?ola
Una de las consecuencias de la fuerza centr¨ªpeta de la crisis econ¨®mica es la reducci¨®n de visi¨®n sobre el panorama internacional. Hasta el punto de que la corrosi¨®n institucional la percibimos como una categor¨ªa espa?ola, cuando en realidad afecta a toda Europa, en mayor o menor proporci¨®n. La importancia del continente en la pol¨ªtica mundial queda en evidencia cuando se observa su nula relevancia en la crisis de personalidad de Corea del Norte, la incapacidad de reacci¨®n ante otro error en los bombardeos en Afganist¨¢n, la mudez para mostrar una opini¨®n sobre la actividad de los drones norteamericanos, la catatonia frente a la guerra en Siria y, m¨¢s a¨²n, por afectar las relaciones jur¨ªdicas locales, la inoperancia para desencallar la pervivencia de Julian Assange dentro de la Embajada ecuatoriana en Londres, en v¨ªas de alcanzar la magnitud de esperpento.
Hace pocas semanas, Bill Maher entrevist¨® en directo a Assange, cuya presencia vamp¨ªrica se acrecienta ante la escasa exposici¨®n solar que le permite la cerraz¨®n brit¨¢nica y la nula operatividad europea. Pero con singular esp¨ªritu cr¨ªtico, varios medios norteamericanos han tratado de encender la luz sobre el disparate legal que los ataques personalizados de los aviones no tripulados suponen para la democracia estadounidense. El presidente Obama carga con un premio Nobel de la Paz como otros cargan en Espa?a con el privilegio de ser el ¨²nico miembro de la familia que conserva su puesto de trabajo. La orfandad de los dem¨¢s se vuelve hacia ellos en busca de auxilio. En el caso del presidente, a¨²n m¨¢s, porque sus socios se encuentran empantanados tratando de resolver la ecuaci¨®n entre rigor presupuestario y aumento del d¨¦ficit, que es la misma desaz¨®n de muchos eclesi¨¢sticos a lo largo de los siglos entre cilicio y fe verdadera.
El empobrecimiento europeo comienza a ser de tal gravedad que afecta a su peso espec¨ªfico en la pol¨ªtica mundial. Incapaz de recordarle a su socio transatl¨¢ntico que los derechos fundamentales est¨¢n escritos para ser cumplidos, al menos en su superficie m¨¢s decorativa, permanece atento a la disputa interior para saber si propiciar ejecuciones sumarias con la excusa de la guerra contra el terrorismo era una cosa muy fea bajo el Gobierno de Bush, pero entra?able bajo el mandato de Obama.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.