Goya, Godoy y el retrato perdido
Bellas Artes 'resucita' una copia de Agust¨ªn Esteve sobre el original del genio, desaparecido en 1808
"?Muera el choricero!¡±. El grito de la muchedumbre prolog¨® el asalto al palacete de Aranjuez. Dentro, escondido, el primer ministro de Carlos IV, Manuel Godoy. El Pr¨ªncipe de la Paz y favorito del monarca (al parecer tambi¨¦n de la reina) estaba a punto de ser arrollado por una turbamulta y con ¨¦l todo lo que hab¨ªa en aquella casa: tapices, vasos de china, lienzos¡ As¨ª cont¨® la insurrecci¨®n de la noche del 17 al 18 de marzo de 1808 Benito P¨¦rez Gald¨®s en los Episodios Nacionales. Godoy fue apresado y sus casas y pertenencias arrasadas varios d¨ªas por un gent¨ªo instigado por los partidarios del nuevo rey, Fernando VII.
Entre esas obras destrozadas hab¨ªa un retrato del pol¨ªtico pintado por Francisco de Goya en 1806, Godoy. Protector de la instrucci¨®n, en el que el General¨ªsimo extreme?o (1767-1851) sosten¨ªa en la mano izquierda el tratado de Educaci¨®n p¨²blica del pedagogo suizo Heinrich Pestalozzi (1746-1827), que hab¨ªa inspirado su reforma educativa. Tambi¨¦n se aprecia detr¨¢s un edificio en cuyo dintel se lee A la educaci¨®n de los espa?oles. Esa construcci¨®n era el Real Instituto Militar Pestalozziano, escuela erigida en noviembre de 1806 en Madrid para formar a futuros oficiales del Ej¨¦rcito. El cuadro de Goya colg¨® de las paredes de ese lugar.
"Queremos recuperar este ¨®leo por su calidad art¨ªstica y su mensaje de defensa de la ense?anza p¨²blica", dice Luz¨®n
Sin embargo, la oposici¨®n de la Iglesia y reaccionarios hab¨ªa obligado a cerrar en enero de 1808 aquel instituto revolucionario. Del cuadro de Goya despedazado no se supo m¨¢s pero quedaron dos copias, de 1807, del valenciano Agust¨ªn Esteve y Marqu¨¦s (1753-1820?), "pintor de c¨¢mara, retratista de los duques de Osuna y copista de Goya", enumera el delegado del museo de la Academia de Bellas Artes, Jos¨¦ Mar¨ªa Luz¨®n.
Una de esas copias luci¨® en una casa de Godoy pero como otras obras de arte del derrocado, los franceses las reunieron al comienzo de su invasi¨®n en el madrile?o palacio de Buenavista. "Despu¨¦s, en 1816, esos cuadros se trasladaron a la academia de Bellas Artes, ¨²nica instituci¨®n que hab¨ªa para almacenarlos", se?ala Luz¨®n. Uno de los dos ¨®leos de Esteve (de 2,50 por 1,76 metros), doblado, arrumbado despu¨¦s en un bastidor y con sucesivas y p¨¦simas intervenciones permaneci¨® almacenado hasta diciembre pasado, cuando se acometi¨® su restauraci¨®n. Ese Godoy idealizado, en traje de gala, est¨¢ a punto de ver la luz otra vez gracias a tres restauradoras. "Queremos recuperarlo no solo por su gran calidad art¨ªstica, sino tambi¨¦n por su mensaje, la defensa de la ense?anza p¨²blica", afirma Luz¨®n, exdirector del Museo del Prado.
"Como Goya no ten¨ªa tiempo de hacer sus copias, se las encargaba a Esteve. Ambos ten¨ªan buena sinton¨ªa", dice Arturo Ans¨®n, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza y estudioso del valenciano. De este artista, "el que m¨¢s retrat¨® a Godoy", asegura que "lleg¨® tarde a pintor de c¨¢mara porque no encontr¨® hueco con sus obras religiosas, por lo que se especializ¨® en el retrato". La grandiosidad de Goya le eclips¨®, adem¨¢s del sambenito de retratista de Godoy. Con la guerra de Independencia se refugi¨® en Valencia y cuando regres¨® a Madrid "ya eran otros tiempos y el suyo hab¨ªa pasado". El profesor Ans¨®n niega que la fecha del fallecimiento de Esteve sea 1820, como se ha establecido siempre. "Muri¨® entre 1830 y 1835. Lo que sucedi¨® fue que a partir de 1820 se qued¨® ciego, fue a Valencia y apenas se sab¨ªa nada de ¨¦l. Pero hay testimonios en 1825 que dan fe que segu¨ªa vivo".
Luz¨®n explica que la segunda copia del goya no tiene la calidad de la que ellos est¨¢n restaurando. "Adem¨¢s, presenta diferencias con la nuestra, como las piernas de Godoy". Lo que no se sabe es cu¨¢l de los reproducciones se asemeja m¨¢s al original. "El esteve de la academia tiene detalles extraordinarios, como la cabeza del personaje", asegura Silvia Viana, una de las restauradoras (junto a ?ngeles Sol¨ªs y Judith Gasca, un equipo premio Nacional de Restauraci¨®n).
El segundo esteve viaj¨® a Suiza porque Godoy quer¨ªa regal¨¢rselo al mismo Pestalozzi. Sin embargo, cuando la obra lleg¨® a su destino, el primer ministro hab¨ªa ca¨ªdo. Desde entonces comenz¨® una historia de ventas que acab¨® en 1989 con la compra por parte de la Generalitat Valenciana, que lo ubic¨® en el museo de Bellas Artes. Jos¨¦ G¨®mez, conservador de esta pinacoteca, no quiere "entrar en comparaciones" sobre cual de los dos esteves es mejor. "Era normal que este pintor hiciera varias r¨¦plicas y no fueran todas iguales".
Del tercer protagonista de la historia, el lienzo de Goya, solo queda un peque?o trozo, el que muestra al grupo de ni?os de la zona inferior izquierda del cuadro y que se conserva en el Meadows Museum de Dallas. Sin embargo, el equipo de restauraci¨®n de la Academia de Bellas Artes duda que sea aut¨¦ntico: "Los rostros de esos cr¨ªos son demasiado melosos para ser de Goya y adem¨¢s est¨¢n vestidos como pr¨ªncipes en vez de como alumnos", dice Silvia Viana.
La rehabilitaci¨®n del esteve en poder de la academia se prev¨¦ que acabe a fines de mayo, cuando estar¨¢ listo para exponerlo. Del proceso de recuperaci¨®n, Viana detalla que "el cuadro se encontraba en muy mal estado por haber estado doblado, incluso ten¨ªa la marca de los pliegues". Eran visibles en el rostro de Godoy las huellas de una mala restauraci¨®n. "La pintura salt¨® en algunas zonas", explica mientras pasa la mano por el ¨®leo. La restauraci¨®n ha llegado al estucado, en el que se aplica una masa que nivela las ¨¢reas donde se perdi¨® pintura y que se repintar¨¢n. "Al final quedar¨¢ muy bien, aunque lo hemos tenido en cuidados intensivos".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.