Mantazos y muletazos
Viendo esta tarde a Curro D¨ªaz y a David Mora se ca¨ªa el alma a los pies
Si sigue vigente la frase de Rafael el Gallo de que "la verdad del toreo es tener un misterio que decir¡ y decirlo", la terna de hoy ven¨ªa lista de papeles en cuanto a toreo. Nada por aqu¨ª, nada por all¨ª y nada que descubrir: la vulgaridad m¨¢s absoluta vestida de luces.
Es evidente que la m¨¢xima del Divino Calvo no se le puede aplicar a toda la torer¨ªa andante. El misterio, claro est¨¢, es patrimonio de unos pocos privilegiados. Pero, hombre, una cosa es no ser un genio y otra es aburrir a las ovejas.
Es verdad, por otra parte, que el toreo actual est¨¢ gravemente vulgarizado, pero se entiende que en feria de tanto prestigio como la sevillana hay que venir a dar un paso m¨¢s, a hacer ese esfuerzo que es innecesario en otras plazas, a demostrar que uno se merece m¨¢s de lo que le ofrecen en los despachos.
Pues, viendo a Curro D¨ªaz y a David Mora se ca¨ªa el alma a los pies. Un estilista y un poderoso disfrazados de se?ores anodinos, que no ten¨ªan nada que contar a la concurrencia, nada que sentir en sus mu?ecas y nada que transmitir.
Dif¨ªcil tiene que ser manejar el capote con galanura a la vista de lo realizado por estos dos toreros. A Curro parec¨ªa quemarle en las yemas de los dedos y no dio una a derechas; Mora lo intent¨® a la ver¨®nica en su primero, y al entender que lo que hac¨ªa no ten¨ªa gracia cambi¨® por una chicuelita que es m¨¢s vistosa.
Y un dolor con la muleta en las manos. Ambos descubrieron su misterio y explicaron con claridad la diferencia existente entre el muletazo y el mantazo. El primero es fruto del mando, del sentimiento y del gusto; el otro es un vulgar acompa?amiento de la embestida del toro. Es verdad que Curro y Mora dibujaron algunos muletazos, pero fueron todos peque?os islotes junto al oc¨¦ano de insufribles pases sin firma alguna.
Resumen
OVACI?N: Jos¨¦ Manuel Calvo Montol¨ªu salud¨® a los tendidos tras dos buenos pares de banderillas al primero.
PITOS: Se esperaba m¨¢s de la corrida de Fuente Ymbro y de la pareja de toreros veteranos.
Cartel para hoy: Toros de distintas ganader¨ªas para Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares, que actuar¨¢ en solitario.
Valientes se mostr¨® Curro D¨ªaz ante su primero, de corto viaje y dificultosa embestida, y desmotivado y sin misterio ante el noble y soso cuarto. ?Qu¨¦ mal se ve a un artista cuando est¨¢ mal¡!
Y su compa?ero dio la impresi¨®n de que quiere y no puede. Muchos pases, excesivos, y nada se le ocurri¨® ante un lote manejable que esperaba alg¨²n misterio que decir.
Les acompa?aba un chaval de muy escasa experiencia, L¨®pez Sim¨®n, que tom¨® la alternativa en esta misma feria el a?o pasado, que tampoco estuvo a la altura exigida, pero, al menos, se mostr¨® variado y distinto. Exagerado en las formas, su faena al tercero, un toro encastado que no se cans¨® de embestir, fue un compendio de pinturer¨ªa con pasajes muy toreros. Mulete¨®, primero, de rodillas; templ¨® y lig¨®, despu¨¦s, m¨¢s derecho que una vela; lo intent¨® con desigual fortuna por naturales, y mientras el toro iba a m¨¢s, se notaba que el torero carec¨ªa del mando necesario para que brotara el toreo verdadero. No mat¨® con la punter¨ªa necesaria y todo qued¨® en una ovaci¨®n que son¨® a injusticia con quien hab¨ªa hecho gala de imaginaci¨®n.
Momentos despu¨¦s lo devolvi¨® todo con una actuaci¨®n muy vulgar ante el sexto, que embisti¨® y embisti¨® mientras los bostezos se apoderaban de los tendidos y el muchacho no daba pie con bola, y a punto estuvo de llevarse un disgusto.
?Y los toros de la afamada Fuente Ymbro? Pues una mansada de tomo y lomo si se tiene en cuenta su desastroso encuentro con los caballos. Ni uno mantuvo en alto el prestigio de la vacada. Despu¨¦s, destac¨® sobremanera el tercero, que acudi¨® largo en el tercio de banderillas, y no se cans¨® de embestir con fijeza y recorrido en la muleta de L¨®pez Sim¨®n. Los dem¨¢s, noblotes, sosotes, sin codicia alguna¡ Vulgares.
En fin, que el misterio que dec¨ªa Rafael El Gallo solo est¨¢ reservado para unos pocos. Pero cuando alguien se sienta en la plaza de la Maestranza, sue?a con que la torer¨ªa se haga presente y un torero se disponga a contar su misterio. Y qui¨¦n sabe sin Curro y David lo tienen, que lo tendr¨¢n, pero? escondido lo guardaban y no hubo manera de que lo sacaran a flote. Por eso, solo por eso, la corrida, que se aventuraba divertida y emocionante, fue un pesti?o. Con la ayuda de los toros, claro est¨¢.
Ficha
Fuente Ymbro/D¨ªaz, Mora, Sim¨®n
Toros de Fuente Ymbro, bien presentados, mansos, sosos y nobles; destac¨® la nobleza encastada del tercero.
Curro D¨ªaz: estocada muy baja (silencio); pinchazo, media y tres descabellos (silencio).
David Mora: estocada que asoma y dos descabellos (ovaci¨®n); tres pinchazos y estocada (silencio).
L¨®pez Sim¨®n: pinchazo _aviso_ y estocada (ovaci¨®n); pinchazo y estocada baja (palmas).
Plaza de la Maestranza. Tercera corrida de feria. Casi tres cuartos de entrada.
Babelia
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