El flautista que fue m¨¢s all¨¢ de la partitura
El mexicano Horacio Franco celebra 35 a?os de carrera art¨ªstica con un concierto en el Palacio de Bellas Artes en el que homenajea a Bach
Horacio Franco (Ciudad de M¨¦xico, 1963) no es un flautista de m¨²sica cl¨¢sica convencional. Igual que se presenta en escenarios internacionales como el Carnegie Hall de Nueva York y la Sala de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, tambi¨¦n toca su flauta ante estudiantes de escuelas secundarias p¨²blicas de M¨¦xico. No viste el riguroso frac negro asociado a los directores de orquesta, sino camisas de colores el¨¦ctricos que dejan entrever su musculatura. Lo mismo ha deleitado al p¨²blico con la m¨²sica cl¨¢sica barroca del siglo XVI, que se ha atrevido a fusionar el sonido de su flauta dulce con el jazz o los Beatles, que ha posado desnudo para calendarios a beneficio de los m¨¢s despose¨ªdos.
Este m¨²sico se ha enamorado de, y roto por igual, los c¨¢nones convencionales de la m¨²sica cl¨¢sica desde que descubri¨® a los 11 a?os una sonata de Mozart en la escuela secundaria p¨²blica a la que iba. Pero supo que quer¨ªa una carrera como m¨²sico barroco a los 14 a?os cuando, inspirado en la m¨²sica de Bach, debut¨® como solista de flauta. De eso hace 35 a?os, mismos que el artista celebra este s¨¢bado con un concierto en el Palacio de Bellas Artes en el que se interpretar¨¢ -por primera vez en M¨¦xico- la versi¨®n completa de La Pasi¨®n seg¨²n San Juan de Johann Sebastian Bach.
Aunque Franco ha sobresalido por su interpretaci¨®n de m¨²sica barroca en flauta de pico, su celebraci¨®n tampoco ser¨¢ convencional y la encabezar¨¢ como director de 40 artistas entre los que est¨¢n solistas y m¨²sicos de la Capella Barroca de M¨¦xico. En el sal¨®n de su casa, el flautista explica en entrevista con EL PA?S que La Pasi¨®n seg¨²n San Juan es quiz¨¢ una de las piezas m¨¢s complejas de integrar como director pero que su presentaci¨®n en Bellas Artes ser¨¢ m¨¢s especial porque se usar¨¢n instrumentos barrocos originales. ¡°Eso hace que la m¨²sica tenga otra dimensi¨®n sonora y otra imagen sonora. Son instrumentos menos desarrollados que los de la orquesta sinf¨®nica, pero no por eso son inferiores. Son diferentes, tienen una sonoridad a veces m¨¢s c¨¢lida y a veces m¨¢s d¨¦bil¡±, menciona emocionado.
El festejo obliga inevitablemente al flautista a recordar sus inicios en la m¨²sica, cuando sus padres se negaban a que estudiara en el Conservatorio Nacional y ¨¦l -a sus espaldas- comenz¨® los cursos, primero con el viol¨ªn y despu¨¦s como un virtuoso de la flauta. En 1978 cumpli¨® su sue?o como solista de flauta en la Orquesta de C¨¢mara del Conservatorio Nacional dirigida por el italiano Icilio Bredo y olvid¨® la promesa familiar de estudiar otra carrera profesional para subsistir. Grab¨® su primer material con el Hotteterre Tr¨ªo en 1987 y fund¨® en 1993 la Capella Cervantina, la primera orquesta de m¨²sica barroca en M¨¦xico, ahora convertida en la Capella Barroca de M¨¦xico.
Inspirado en su propia historia, Franco acude -a trav¨¦s de una beca del Fondo Nacional para las Culturas y las Artes (FONCA)- a escuelas secundarias p¨²blicas de M¨¦xico para dar conciertos a adolescentes de escuelas populares y mostrarles la m¨²sica como una alternativa de vida. ¡°Necesitamos revaluar y redirigir todos los esfuerzos para que la educaci¨®n musical cambie en este pa¨ªs de una manera m¨¢s radical y m¨¢s funcional¡±, expresa sobre lo desconocido que resulta para los j¨®venes saber de las artes cuando la educaci¨®n en el pa¨ªs est¨¢ dirigida a fortalecer, supuestamente, las ciencias exactas. Un problema que tambi¨¦n detecta en la industria cultural mexicana.
¡°La hegemon¨ªa total de las artes est¨¢ en el gobierno que tiene desde siempre el patrocinio sempiterno de la cultura y las artes. En un momento dado la iniciativa privada tiene que colaborar con m¨¢s¡±, propone. Su granito de arena, dice, es a trav¨¦s de la Capella Barroca de M¨¦xico y la difusi¨®n de la m¨²sica barroca, un esfuerzo que comenz¨® hace 20 a?os con la creaci¨®n de la Capella Cervantina y despu¨¦s con la Capella Puebla. Su pr¨®ximo sue?o es gestionar la permanencia de la orquesta barroca en M¨¦xico y quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa montar con ella las cantatas de Bach, un privilegio con el que el p¨²blico mexicano no ha contado.
De la sala principal del Palacio de Bellas Artes, el flautista pasar¨¢ al Lunario del Auditorio Nacional para presentar en junio su primer trabajo en jazz. Franco ha preparado una fusi¨®n de su flauta dulce del renacimiento con el g¨¦nero nacido en el siglo XX en el disco H3A. ¡°El jazz es un g¨¦nero que los m¨²sicos cl¨¢sicos no se atreven a hacer porque las escuelas de m¨²sica te preparan para ser 'atrilistas' que leen lo que tocan. Pero la improvisaci¨®n del jazz es otra cosa, y para m¨ª como m¨²sico especializado en el barroco es mucho m¨¢s natural hacer m¨²sica improvisando¡±, argumenta. El m¨²sico mexicano, poseedor de una colecci¨®n de unas 60 flautas de materiales como marfil y madera, se ha salido de la partitura no solo para improvisar un jazz, sino tambi¨¦n para construir su carrera y nunca olvidar a quienes est¨¢n lejos de los grandes escenarios pero que como ¨¦l podr¨ªan un d¨ªa llegar a celebrar, quiz¨¢, una carrera en Bellas Artes.
Babelia
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