Descastado encierro de El Serrano imposible para el toreo en Las Ventas

Una novillada descastada e imposible para hacer el toreo de la ganader¨ªa de "El Serrano" marc¨® un festejo aburrido y de muy poco contenido art¨ªstico, hoy en la plaza Monumental de Las Ventas.

No hubo tela que cortar en la tarde. Y no la hubo por culpa del descastad¨ªsimo encierro de El Serrano que ech¨® por tierra todas las posibilidades de triunfo de tres j¨®venes espadas de entre los que destac¨® ?lvaro Sanl¨²car por el estilo reposado y sereno que dej¨® entrever en su debut en Las Ventas.

No se entiende c¨®mo puede la empresa declarar triunfador del festejo al mexicano Brandon Campos, que aunque se mostr¨® muy voluntarioso toda la tarde no pas¨® de eso.

Pero tampoco es justo criticar a los novilleros, que en mayor o menor medida solventaron la papeleta como pudieron, ya que los principales culpables de que la tarde transcurriera sin pena ni gloria fueron los seis utreros que saltaron por los chiqueros de la Monumental madrile?a.

Juan Leal tuvo en primer lugar un novillo que, a pesar de lo revoltoso que fue en el capote, no aport¨® pr¨¢cticamente nada en el ¨²ltimo tercio.

El franc¨¦s, que lo recibi¨® con una larga de rodillas, trat¨® de cuidarle en los primeros compases con la muleta; pero el astado, muy soso, parado y sin terminar de pasar, no quiso nunca pelea, por lo que la faena no tuvo ninguna trascendencia a pesar del empe?o bald¨ªo en la distancia corta.

No pudo remontar su tarde Leal con el cuarto, un novillo tambi¨¦n descastado que acab¨® quebrant¨¢ndose con un volat¨ªn en los primeros compases del trasteo, disipando todas las posibilidades del novillero galo que no pudo pasar de discreto. Lo ¨²nico destacado, la gran estocada que cobr¨®.

Sorprendi¨® Sanl¨²car en el recibo a su primero por lo bien que manej¨® el capote, echando los vuelos por delante y abrochando los lances muy atr¨¢s, con mucha expresi¨®n, si bien es cierto que no todos salieron limpios. Todo hay que decirlo.

Compone muy bien la figura Sanl¨²car, con cierto gusto en la interpretaci¨®n, dando distancia, citando con la muleta adelantada y tratando de conducir con largura las embestidas de un novillo noblote pero un punto protest¨®n por el derecho.

Al natural si logr¨® Sanl¨²car pasajes interesantes, con muletazos de uno en uno despaciosos y con "pellizco", lo mejor de una faena que, sin embargo, no acab¨® de "romper" lo suficiente.

El sobrero de Aurelio Hernando que hizo quinto fue un manso sin disimulo, muy abanto y distra¨ªdo de salida, recorriendo todos los terrenos sin hacer caso a capotes, y saliendo rebotado de caballo a caballo donde, dicho sea de paso, no se emple¨®. En la muleta tampoco se prest¨®, brutote y cabeceando constantemente.

Sanl¨²car hizo el esfuerzo para lograr momentos entonados pero aislados sobre la zurda, pero esta vez el conjunto fue m¨¢s deslavazado por los enganchones y el par de desarmes que tuvo.

El mexicano Brandon Campos se mostr¨® animoso y variado en el capote a su primero, al que tore¨® con limpieza aunque poco ajuste en el pr¨®logo de una faena de muleta voluntariosa pero de poco relieve por la falta de casta y clase de su oponente, muy descompuesto, soltando mucho la cara y qued¨¢ndose corto.

Puso empe?o el de Quer¨¦taro sobre todo en un ep¨ªlogo en las cercan¨ªas al hilo de las tablas con el animal ya desfondado por completo, pero ni as¨ª consigui¨® calentar una labor muy mal coronada con los aceros.

Con el sos¨ªsimo y frenado sexto llev¨® a cabo Campos una faena tan afanosa como insulsa en la que, no obstante, hubo cositas sueltas en las postrimer¨ªas. Esta vez si le funcion¨® la espada y por ello recibi¨® una cari?osa ovaci¨®n de despedida.