Shua, en el reino de lo perturbador
La escritora Samanta Schweblin selecciona en 'Contra el tiempo' la carta de presentaci¨®n cuent¨ªstica de Ana Mar¨ªa Shua en Espa?a
Ducha en el arte del triple salto mortal en 25 palabras, Ana Mar¨ªa Shua publica en Espa?a ¨Ccon algo de retraso respecto al p¨²blico latinoamericano- unos objetos literarios algo m¨¢s largos, pero igual de perturbadores: sus cuentos. ¡°Invitan al lector a acercarse a los miedos, a las cosas que m¨¢s nos asustan, como la muerte, y volver de la manera m¨¢s ilesa posible¡±, explica Samanta Schweblin, la encargada de seleccionar los 16 relatos cortos que aparecen en Contra el tiempo (P¨¢ginas de Espuma). ¡°La felicidad es puntual y sirve para que se produzca alg¨²n poema l¨ªrico. En cambio, la desdicha es muy literaria, lo que entretiene son las vicisitudes¡±, apostilla la autora.
A trav¨¦s del email y por mediaci¨®n de Vivir del cuento, la colecci¨®n que ide¨® su editor Juan Casamayor, estas dos cuentistas convinieron una antolog¨ªa que ¡°permite ver todos los colores de Shua¡±, afirma Shweblin. El resultado es una selecci¨®n de representantes de los narradores en los que se traduce Shua, sus personajes cotidianos que al girar la esquina se transmutan en inquietud, y la mezcla de humor ¨C¡°del negro¡±, adjetivan- y mortalidad que estiliza su narrativa. ¡°Este humor es bastante dif¨ªcil de lograr, camina en una cornisa muy delicada, siempre est¨¢ al l¨ªmite¡±, opina la joven ant¨®loga. ¡°Este mundo me parece un lugar muy absurdo, loco, raro y disparatado¡±, contin¨²a Shua. ¡°Los seres humanos tratamos de traducirlo a la racionalidad. Hay algo falso en creernos que todo lo podemos entender desde la l¨®gica. En esa conciencia del disparate es por donde yo encuentro mi humor¡±.
Aunque todos los cuentos est¨¢n conectados entre s¨ª, la realidad le gana la partida a la fantas¨ªa, por muy duro que sea reconocer que algunas de las p¨¢ginas de Contra el tiempo reflejan una cotidianeidad demasiado identificable por inveros¨ªmil. ¡°Cuando empec¨¦ me gustaba m¨¢s trabajar con lo fant¨¢stico. El realismo fue una adquisici¨®n a la que llegu¨¦ con mucho esfuerzo¡±, cuenta Shua. ¡°Me interesa lo anormal, un caminito que va por lo cotidiano y de pronto se desv¨ªa y encuentra lo inesperado¡±.
Separados algunos por 30 a?os de creaci¨®n, en lo alto de la tabla, Los d¨ªas de pesca, el cuento que Shua dedic¨® a la muerte de su padre. ?ltimo en la lista, Encuentro con Leila. Y en la cuenta de resultados: ¡°Lo que se gana en experiencia se pierde en espontaneidad¡±, asegura la escritora. ¡°El deseo de cualquier artista es ser original, sobre todo respecto a uno mismo. Por eso se est¨¢ permanentemente en b¨²squeda¡±.
Los a?os no solo pesan en los kilos de las obras que se acumulan en el lomo, tambi¨¦n est¨¢ la conciencia de que la originalidad ilimitada de los primeros momentos se reduce como el pez que pasa del mar a la pecera. ¡°No era infinito lo que ten¨ªamos para contar, eran cosas que nos alteraban y que son m¨¢s o menos siempre las mismas¡±.
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