Eduardo Sanz, pintor de olas y faros
El artista c¨¢ntabro pas¨® del informalismo a una fascinante mirada hiperrealista del entorno marino
El catedr¨¢tico de F¨ªsica Antonio Ruiz de Elvira, que se ha dedicado al c¨¢lculo de la oscilaci¨®n de las mareas, tiene en su despacho de la universidad una reproducci¨®n de gran tama?o de un cuadro del oleaje marino pintado por Eduardo Sanz, fallecido el pasado domingo. Para el cient¨ªfico ese cuadro es la mejor representaci¨®n de la mec¨¢nica del oleaje. Para muchos aficionados al arte Eduardo Sanz ser¨¢ recordado como el pintor de las olas y de los faros y los m¨¢s distra¨ªdos dir¨¢n de ¨¦l que fue un pintor hiperrealista, dada la fidelidad con que supo captar ese movimiento del mar, pero quedarnos con esa imagen de ¨¦l ser¨¢ reduccionista, ya que este trabajador infatigable, que pintaba de ocho de la ma?ana a ocho de la tarde todos los d¨ªas del a?o, tuvo un largo recorrido art¨ªstico e intelectual hasta llegar a destilar esas im¨¢genes fascinadoras inspiradas por el mar de su Cantabria natal.
Eduardo Sanz naci¨® en Santander en 1928, comenzando en 1953 una carrera art¨ªstica de inicios t¨®picos, ya que en 1959, al poco de fundarse el grupo El Paso, abraz¨® el informalismo. M¨¢s tarde se interes¨® por la figuraci¨®n expresionista, decant¨¢ndose hacia 1962 por trabajar con planos que superpon¨ªa en un intento de crear tridimensionalidad, investigando con nuevos materiales y t¨¦cnicas hasta encontrar un nuevo soporte pict¨®rico: el espejo. Hasta aqu¨ª nos encontramos con el trayecto de un artista inquieto que sigue las tendencias de su entorno, pero el empleo del vidrio y del espejo como soportes y de la geometr¨ªa y la tridimensionalidad como temas le permitieron iniciar un camino independiente que le situ¨® al margen de las camarillas y de las modas, lo que no le impidi¨® estar atento a todo lo que pasaba en el entorno art¨ªstico y forjarse una cultura pict¨®rica, mostrando inter¨¦s por las experiencias m¨¢s avanzadas. Estas inquietudes le condujeron en 1969 a participar en el Seminario de Generaci¨®n Autom¨¢tica de Formas Pl¨¢sticas del Centro de C¨¢lculo de la Universidad de Madrid. No es, por tanto, sorprendente que, tras un par¨¦ntesis, en 1975 comience a pintar una serie de cuadros con banderas de se?ales navales con las que forma mensajes, adentr¨¢ndose as¨ª en el campo de la ling¨¹¨ªstica y de la escritura experimental.
Muy apegado a su Santander natal, el lenguaje marinero y el mundo de los barcos, los faros y, en fin, del mar, ser¨¢n los temas de su madurez pict¨®rica. Un libro de reciente publicaci¨®n, Cach¨®n con patatas, desvela su vena literaria y culinaria. En su estudio de Madrid, ubicado en un semis¨®tano, recre¨®, con impresionante fidelidad, las olas de ese mar sobre el que su familia, los tambi¨¦n pintores, Isabel Villar y su hijo Sergio Sanz Villar, esparcir¨¢n sus cenizas.
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