Cuando el due?o de la tienda ten¨ªa m¨¢s poder que Internet
En las ciudades peque?as, los comercios son vertebradores de las escenas locales. Esta es la selecci¨®n de algunos m¨²sicos espa?oles
Para generaciones de aficionados, las tiendas de discos ¨Cesos locales comerciales en serio peligro de extinci¨®n¨C son m¨¢s que puntos de venta donde rebuscar entre obras nacidas de medio siglo de producci¨®n discogr¨¢fica. Tambi¨¦n han sido el lugar donde encontrarse con otros adictos, donde descubrir la novedad de turno, sede de discusiones ¨Cm¨¢s o menos airadas¨C sobre g¨¦neros, bandas y, en fin, todos esos detalles intrascendentes que rodean a cualquier obra maestra. Exactamente igual que esos pesados que salen en Alta fidelidad.
Con la crisis cada vez cuesta m¨¢s encontrar abierto uno de estos peque?os templos del rock. "A nosotros nos gustan las tiendas cl¨¢sicas, las de antes, nada de rollos de cadenas ni de franquicias", dice Rodrigo Caama?o, cantante y guitarrista de Tri¨¢ngulo de Amor Bizarro. Sus tiendas favoritas en A Coru?a, donde naci¨® la banda, son Portobello y Discos Noni's, las mismas que frecuentaba cuando, de adolescente, descubri¨® los trabajos de Pixies y Nirvana.
Para muchos artistas, el hecho de comprar discos viene relacionado con un proceso de aprendizaje, casi rom¨¢ntico, que remite a sus tiernas adolescencias. Jorge P¨¦rez, el valenciano que est¨¢ detr¨¢s de T¨®rtel, recuerda esos a?os de ocio, amigos, gamberradas, y, s¨ª, tambi¨¦n de casettes y discos compactos: "Mi tienda favorita de Valencia es Discos ?msterdam, que est¨¢ en un centro comercial", afirma. "Cuando ten¨ªa 13 o 14 a?os, me pasaba all¨ª las tardes del s¨¢bado con los amigos del colegio; merend¨¢bamos en el McDonalds, jug¨¢bamos en los recreativos, com¨ªamos pipas en un banco viendo pasar a la gente... En mitad de todo aquello estaba la tienda. Mis amigos sol¨ªan esperarme fuera, poniendo caras a las depedientas de Zara".
En tiempos en los que no exist¨ªa Internet, los m¨²sicos se pon¨ªan en manos de los tenderos. "A veces ibas a ciegas, pero esa era la magia. Se valoraba m¨¢s el misterio porque no sab¨ªas nada del grupo. A veces no sab¨ªas si cantaba un chico o una chica", dice el cantante y guitarrista de Tri¨¢ngulo de Amor Bizarro. Para los riojanos Espanto, "rebuscar en una tienda de discos es un placer incomparable, Internet no puede darte eso".
Igual que ellos, Javier Vielba, l¨ªder de los vallisoletanos Arizona Baby, ten¨ªa por costumbre acudir a la tienda donde, en parte, forj¨® su gusto musical. Pero, vaya por Dios, Charly Blues, tienda de referencia para varias generaciones de m¨²sicos de Valladolid, cerr¨® sus puertas hace unos meses. "Iba a la tienda desde la preadolescencia, despu¨¦s del instituto", recuerda. "Me aconsejaba rock de finales de los sesenta y de los setenta. Me dec¨ªa 'll¨¦vate este de Nazareth, o este de Atomic Rooster, de Hawkwind...' Me recomendaba mucho hard rock psicod¨¦lico en mi juventud. Me guiaba muy bien".
Afortunadamente para ¨¦l, la tienda sigue en activo, pero de otra manera. Como muchas tiendas abocadas al cierre, se han pasado a la venta por correo o se pelean por conseguir lo que sus amigos mel¨®manos les encargan. "Charly me ha conseguido discos muy raros", afirma Vielba. "Uno de los ¨²ltimos, Witchcraft destroys minds & reaps souls de Coven, una banda sat¨¢nica de los sesenta".
Y todo, claro, en vinilo. Gran parte de los m¨²sicos solo adquiere discos en este formato. Es el caso de C¨¦sar Verd¨², bater¨ªa de los murcianos Schwarz. Su inter¨¦s por el rock progresivo, los discos ocultos de folk de los sesenta y por el rock alem¨¢n le llev¨® directo a las tripas de la tienda Wah Wah en Barcelona, una de sus favoritas y especializada en los g¨¦neros por los que se mueve su banda. "Vas ah¨ª y alucinas, te meten en un almacen y te encuentras con un disco rar¨ªsimo que se acaban de encontrar y te cuentan su historia. Luego, la siguiente vez que vas a la tienda lo han reeditado ellos mismos".
Lo mismo opina Fuzzio, guitarrista de los santanderinos ?dolos del Extrarradio, que destaca la tienda Boikot de su ciudad: "Est¨¢ muy bien para encontrar reediciones en vinilo. Tienen un cat¨¢logo estupendo de punk y hardcore. Adem¨¢s est¨¢n comprometidos con los grupos de aqu¨ª. El hombre nos ech¨® un capotazo enorme".
En las ciudades peque?as, los m¨²sicos valoran la capacidad de los due?os de las tiendas para vertebrar la escena local. Tri¨¢ngulo de Amor Bizarro est¨¢n a punto de sacar su tercer disco. Pero sus primeras grabaciones se distribu¨ªan, casi exclusivamente, en sus tiendas predilectas. "Cuando empez¨¢bamos, les llev¨¢bamos las maquetas para que las vendieran", recuerda Rodrigo Caama?o. "Compr¨¢bamos vinilos, pero tambi¨¦n ¨ªbamos a charlar, era como un lugar de reuni¨®n".
Los riojanos Espanto pasaban sus horas muertas en Discos Guti¨¦rrez de Logro?o. "Adem¨¢s de discos, all¨ª se dispensaba alegr¨ªa gracias a la siempre c¨¢lida conversaci¨®n de Miguel, su due?o", recuerdan. "Ten¨ªa un poco de almac¨¦n de chamarilero y al mismo tiempo de gabinete decimon¨®nico de exquisiteces". Y eso, claro, la cadena de turno o el as¨¦ptico comercio online, no te lo puede dar en la vida.
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