El imperio del sol
Buena corrida de Torrestrella, bien presentada, brava y con calidad. El Cordob¨¦s destroz¨® las reglas de la tauromaquia, pero dej¨® intacto su prestigio popular.
Un d¨ªa de feria, el s¨¢bado por m¨¢s se?as, los tendidos de sombra, reserva occidental y tradicional de la sapiencia, la esencia y el arte del toreo sevillano, pasa el testigo de su influencia a la zona de sol, gritona, bullanguera, festiva, entusiasta y triunfalista, que toma el mando de la tarde, jalea y anima a sus toreros y se lo pasa en grande. Ayer fue el d¨ªa del imperio de la solanera, con un cartel de toreros populares, que casi llenaron la plaza, y se esforzaron por agradar a la parroquia, que tanto los quiere.
Pues hubo un se?or en plaza que no lo entendi¨® as¨ª. El presidente, Fernando Fern¨¢ndez-Figueroa, volvi¨® a equivocarse porque, erigido en defensor de una pureza mal entendida, le rob¨® una oreja a Padilla en su primer toro que solicitaba una mayor¨ªa suficiente de la plaza, aunque no toda; la sombra, por ejemplo, dej¨® los pa?uelos en los bolsillos, pero el reglamento no dice que el primer trofeo deba solicitarlo toda la plaza, sino una mayor¨ªa. Se debe cumplir, entonces, aunque no nos guste. Es evidente que al se?or presidente no le gust¨® Padilla, ni a este que lo es, pero hab¨ªa mayor¨ªa, con el sol al completo, y esa voluntad popular debe ser respetada. Una exigencia err¨®nea deviene en una clara injusticia.
Ayer, y sin que sirva de precedente, mandaba el sol, y el presidente es el primero que debe respetar y aceptar esa realidad.
El caso de El Cordob¨¦s, por ejemplo, es digno de estudio. Es este un torero que llam¨® la atenci¨®n por su buena concepci¨®n all¨¢ por sus inicios hasta que entendi¨® que su p¨²blico no le exig¨ªa tanta ortodox¨ªa. Entre su simpat¨ªa natural, la escasa exigencia y el salto de la rana ha protagonizado una carrera tan respetable como vac¨ªa.
Torrestrella / El Cordob¨¦s, Padilla, El Fandi
Toros de Torrestrella, -el primero como sobrero-, bien presentados, cumplidores en los caballos, encastados, nobles y blandos.
Manuel D¨ªaz El Cordob¨¦s: estocada ca¨ªda (vuelta por su cuenta); estocada (silencio).
Juan Jos¨¦ Padilla: estocada (petici¨®n mayoritaria y ovaci¨®n); estocada (silencio).
David Fandila El Fandi: estocada (silencio); dos pinchazos y media (silencio)
Plaza de la Maestranza. 20 de abril. Und¨¦cima corrida de feria. Casi lleno.
Ayer, en la Maestranza, content¨® a sus partidarios, destroz¨® las reglas de la tauromaquia, y dej¨® intacto su prestigio popular. Intenta hacer las cosas bien, pero ya no se acuerda de c¨®mo se torea como mandan las reglas. Su capote es una s¨¢bana colgada en un tendedero, y lo de la muleta es un horror, siempre al hilo del pit¨®n, despegado, sin temple ni mando. No dice nada, a pesar de la euforia que levanta entre sus muchos partidarios.
Nobil¨ªsimo result¨® su primero en la muleta y all¨ª anduvo el torero como un pegapases cualquiera hasta que lo agot¨®. Fue entonces cuando tir¨® de repertorio, hizo el salto de la rana, tir¨® la muleta y el estoque y se desplant¨® de rodillas ante el animal entre la locura de los tendidos. Como es l¨®gico, toda su labor la realiz¨® en los terrenos de sol, y hasta all¨ª, sin m¨¢s miramientos, le llevaron el cuarto para que alegrara a los suyos. Otro toro noble y de calidad, y otra faena interminable de tirones, muletazos hacia fuera y aburrimiento letal. En esta ocasi¨®n se ahorr¨® el n¨²mero de la rana y el p¨²blico silenci¨® su labor. Para que se entere¡
Caso distinto es el de Juan Jos¨¦ Padilla. Ser¨¢ porque el a?o pasado se pudo relajar ante corridas menos duras que las que han jalonado su carrera, pero lo cierto es que se mostr¨® como un torero m¨¢s templado, con empaque y gusto en las mu?ecas. Se luci¨® de verdad en las buenas ver¨®nicas con las que recibi¨® a su primero, lo banderille¨® dej¨¢ndose ver y asom¨¢ndose al balc¨®n, y traz¨® muletazos limpios, largos y hondos por ambos a otro toro nobil¨ªsimo que dio pronto se?ales de agotamiento.
No fue la suya una faena de clamor, pero gust¨® a todos, y la mayor¨ªa pidi¨® el trofeo para el torero, que el presidente neg¨® en una clara transgresi¨®n de la norma taurina. Volvi¨® a banderillear con precisi¨®n al quinto en dos pares al quiebro muy apretados, pero el toro lleg¨® hundido al tercio final y no pudo reverdecer laureles. Ah¨ª qued¨®, a pesar de todo, una m¨¢s que buena imagen de un torero distinto.
Y ya se sabe que El Fandi centra su tauromaquia en el tercio de banderillas y ah¨ª echa el resto, y bien que le acompa?an los tendidos. Siete pares coloc¨® y solo uno al sexto lo hizo de verdad, cuadrando en la cara del toro. Los dem¨¢s, con excesivo alivio, lo que poco importa a los tendidos, tambi¨¦n a la sombra, que aplaudieron con aut¨¦ntico fervor. Sus dos toros se desinflaron en la muleta tras el duro esfuerzo al que el torero los someti¨® en el tercio anterior, y su labor fue mediocre, en un quiero y no puedo.
Por cierto, que no se olvide: buena corrida de Torrestrella, bien presentada, brava, con las fuerzas justas y con calidad en la embestida.
Cartel para hoy: Matinal de rejoneo. Toros de Ben¨ªtez Cubero, para Alvaro Montes, Joao Moura, Manuel Manzanares, Francisco Palha, Luis Valdenebro y Lea Vicens. Por la tarde, toros de Miura, para Rafaelillo, Manuel Escribano y Javier Casta?o.
OVACI?N: Buena actuaci¨®n en conjunto de Juan Jos¨¦ Padilla, un torero renovado.
PITOS: El presidente del festejo volvi¨® a equivocarse al negarle una oreja al torero jerezano
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.