Colombia a ritmo de acorde¨®n
El Festival de la Leyenda Vallenata celebra su gran fiesta en la localidad de Valledupar del 26 al 30 de abril.- M¨¢s de 4.000 personas participan en la 46 edici¨®n del certamen
¡°Voy hacerte una casa en el aire / solamente pa¡¯ que vivas t¨². / Despu¨¦s le pongo un letrero bien grande / con nubes blancas que diga ¡®Ada Luz¡±. As¨ª comienza La casa en el aire, uno de los temas m¨¢s populares del legendario compositor vallenato Rafael Escalona, el Maestro (1927-2009). A ritmo, como siempre, de acorde¨®n, caja o tambor y guacharaca, instrumentos fundamentales de un g¨¦nero que es ya el m¨¢s representativo de Colombia. Valledupar, capital del departamento coste?o del Cesar, acoge del 26 al 30 de abril la cuadrag¨¦simo sexta edici¨®n del Festival de la Leyenda Vallenata, y de sus m¨¢s de 4.000 participantes saldr¨¢ coronado, como cada a?o, un nuevo rey.
El certamen, que homenajea esta vez la figura del compositor Gustavo Guti¨¦rrez, cuenta con cuatro concursos: acordeoneros, canci¨®n in¨¦dita, piquerias (improvisaciones de versos) y piloneras (la danza m¨¢s representativa del folclor vallenato). Carlos Vives ¨Cque interpret¨® a Escalona en una telenovela de 1991¨C, Pitbull, Rafael Arjona y Juan Gabriel ser¨¢n los artistas invitados en esta fiesta del vallenato, que ha traspasado fronteras y adquirido popularidad en pa¨ªses como Venezuela, Ecuador o Panam¨¢. A lo largo de los a?os, otros como Emiliano Zuleta (con temas como La gota fr¨ªa, popularizada por Carlos Vives y Julio Iglesias, entre otros), Alejo Dur¨¢n o Hugo Carlos Granados, ¨²ltimo rey de reyes, han figurado entre los m¨¢s reconocidos.
En 1968, a?o de su estreno, el festival cont¨® con tan solo cinco participantes. Su origen se encuentra en las fiestas de la Virgen del Rosario y en una leyenda que, dicen los historiadores, sirvi¨® para cristianizar a los ind¨ªgenas. ¡°Se cuenta que cuando los indios vieron venir a los espa?oles, envenenaron las aguas de la laguna Sicarare. Los espa?oles murieron, pero la virgen del Rosario se apareci¨® y los revivi¨®¡±, comenta Rodolfo Molina, presidente de la Fundaci¨®n Festival de la Leyenda Vallenata. Su madre, Consuelo Araujo, fue la principal impulsora del festival junto a su amigo el maestro Escalona. Buscando formas de fomentar las fiestas, Araujo decidi¨® organizar un certamen que, con el paso del tiempo, acabar¨ªa por eclipsar la celebraci¨®n religiosa, y en 1986 cre¨® una fundaci¨®n para protegerlo de los vaivenes pol¨ªticos.
La 46? edici¨®n del festival
Los desfiles de piloneras dar¨¢n paso, el viernes 26, a la ceremonia de inauguraci¨®n, que contar¨¢ con la presencia de Juan Manuel Santos, presidente de la rep¨²blica colombiana, e incluir¨¢ un recital de Gustavo Guti¨¦rrez. Las tres competiciones restantes, de acordeoneros, piquerias y canci¨®n in¨¦dita, se desarrollar¨¢n del s¨¢bado 27 al martes 30 de abril en diferentes escenarios de la capital del Cesar, mientras que los artistas invitados ir¨¢n haciendo su aparici¨®n en las noches del certamen: Carlos Vives el 27; Pitbull y Juan Gabriel el lunes 29 y Ricardo Arjona el martes 30, adem¨¢s de una larga lista de m¨²sicos vallenatos.
Para encontrar los inicios del vallenato, aut¨®ctono de la costa caribe?a colombiana, hay que remontarse a finales del XIX, cuando el acorde¨®n entr¨® en el pa¨ªs a trav¨¦s del cabo de la Vela, ¡°por medio de trueques en los que acordeones y dulzainas, pero tambi¨¦n arroz, perfumes o telas eran intercambiados por productos locales como tabaco, especias, carne de vacuno y ron. Los campesinos afrontaban jornadas extenuantes transportando esos productos, y para mitigar el cansancio aprendieron a tocar el acorde¨®n¡±, cuenta Molina. Otras versiones tambi¨¦n apuntan a los cantos de vaquer¨ªa con que los peones de las grandes haciendas se entreten¨ªan mientras recog¨ªan el ganado al final de cada jornada.
¡°El vallenato era muy narrativo y costumbrista. Puesto que mucha gente no sab¨ªa leer ni escribir, serv¨ªa para llevar noticias, mensajes, contar lo que pasaba en los diferentes sitios¡ Era como un correo cantado¡±, afirma Molina. Durante mucho tiempo fue visto ¡°como un g¨¦nero menor, del pueblo llano, que carec¨ªa de fuerza suficiente¡±. La gente adinerada escuchaba y bailaba otros ritmos ¨Cvalses, mazurcas, etc. ¨C y solo al final de sus fiestas (en lo que se conoc¨ªa como colitas) permit¨ªan a sus trabajadores compartir espacio con ellos, bebiendo y cantando juntos. Pero fue sobre todo en las reuniones de la gente humilde ¨Cparrandas, cumbiambas, fiestas y merengues¨C donde acorde¨®n (de origen europeo), caja (africano) y guacharaca (ind¨ªgena) se unieron para crear los cuatro aires del vallenato que conocemos: el son, el paso, el merengue y la puya. Es el ¨²nico g¨¦nero indiscutiblemente colombiano, que hoy vive un auge sin precedentes. ¡°Las canciones ¨Csostiene Molina¨C tienen una penetraci¨®n en el sentimiento del ser humano que despierta muchas cosas, por su relaci¨®n con la naturaleza, porque sus historias son reales¡ Hay un gran componente po¨¦tico¡±.
Gustavo Guti¨¦rrez, que celebra 50 a?os de compositor sacando un nuevo ¨¢lbum (Gustavo Guti¨¦rrez canta), teme sin embargo que esta riqueza se haya visto perjudicada por los m¨²sicos de la Nueva Ola (Peter Manjarr¨¦s, Silvestre Dangond¡), que a pesar de ser decisivos en el empuje actual del vallenato, han protagonizado una trivializaci¨®n de los temas: ¡°Se puede evolucionar pero conservando la ra¨ªz, porque si no se pierde la esencia (¡) El vallenato antes enamoraba, con versos bonitos, como en esta canci¨®n de Tob¨ªas Enrique: ¡®Cuando pases por el puente no bebas agua del r¨ªo, no dejes amor pendiente como dejaste el m¨ªo¡¯. O cuando Escalona dice: ¡°Solamente me queda el recuerdo de tu voz, como el ave que canta en la selva y no se ve¡±.
Hugo Carlos Granados, sentado a su lado, hace otro apunte: ¡°Gustavo Guti¨¦rrez no te compone una canci¨®n si no tiene un motivo. ?l se tira un a?o, dos sin componerte una canci¨®n. Si no tiene un motivo real no te la hace, ni tampoco por encargo. Eso no se ve en los compositores de hoy, que te cogen un ordenador y te escriben 70 temas en un a?o¡±.
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