Lo que hay

En el ¨²ltimo programa de Salvados, un templado y sonriente se?or alem¨¢n le explicaba al estupefacto Jordi ?vole, en perfecto castellano y sin la m¨¢s leve duda sobre su cient¨ªfico diagn¨®stico, la presente y futura realidad sobre la crisis en Espa?a: ¡°La alternativa de una persona que percibe un sueldo precario es que no tenga ning¨²n sueldo¡±. ?vole insist¨ªa: ¡°?Precariedad o paro, esa es la sociedad a la que vamos?¡±. Su entrevistado le respond¨ªa como si se dirigiera a un habitante del limbo: ¡°?Y cu¨¢l quiere usted? Es la que hay¡±. Este hombre tan pr¨¢ctico se llama J¨¹rgen Donges y sabe de lo que habla. Trabaja como asesor econ¨®mico de Angela Merkel.

La sentencia de ese realista e informado juez puede aumentar el desasosiego colectivo, pero es preferible que por una vez el poder deje de mentir a los que ya ha condenado, que los gobernantes y los due?os del tinglado no ofrezcan repugnantes caramelos de esperanza a los d¨¦biles de la selva, que estos tengan claro que en su tragedia est¨¢ excluido hasta eso tan salvaje del s¨¢lvese quien pueda.

Al menos, nos queda un fulano tan impertinente como ?vole haciendo las preguntas y las pesquisas que compartimos tanta gente a los distinguidos o subterr¨¢neos jefes y capataces de la gran cloaca, a la infinita cadena de corrupci¨®n que gener¨® el desastre. Nadie va a perder lo que rob¨® ni los malos van al infierno, pero reconforta un poco constatar lo nerviosos que se ponen cuando se prestan a responder a interrogantes tan inaplazables como vitri¨®licos. Y, c¨®mo no, corre el riesgo si intenta cruzar los sagrados l¨ªmites de que le cierren su peligrosa boca. Solo es un programa de televisi¨®n, pero tambi¨¦n una tribuna en la que nos sentimos representados bastante, rabiosa y escandalizada gente.

Hay m¨¢s alivios en medio de la desolaci¨®n. Las vi?etas de El Roto no te regalan risas, pero si un admirativo y amargo rictus, la sensaci¨®n de que es imposible mayor lucidez sobre el estado de las cosas, asombrarte de que mediante un dibujo y una frase alguien pueda expresar d¨ªa a d¨ªa con tanta profundidad y genio lo que est¨¢ ocurriendo. Y existe un escritor impresionante llamado Rafael Chirbes hablando con prosa dura, l¨ªrica y conmovedora de crematorios y pantanos. Y los habitamos todos. Y no se salva ni dios.

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