Cuadril¨¢tero de pasiones
Bajo la severidad arquitect¨®nica de una c¨¢rcel, el tango se convierte en un idioma secreto de libertad
En Via Tango (2012), un delicioso corto animado de Adriana Navarro, ejecutado bajo el influjo de la emancipaci¨®n del trazo que propuso el estudio UPA, el revisor de un tren fantasea sobre una pasajera y su sue?o propicia la abolici¨®n del espacio y el tiempo. El tango se convierte en sonido y forma, un limbo del deseo cumplido que desaf¨ªa la exasperante rutina de un entorno ¡ªel vag¨®n¡ª y una mec¨¢nica inerte ¡ªla labor del revisor¡ª. En Tango libre de Fr¨¦d¨¦ric Fonteyne, director de Una relaci¨®n privada (1999), sucede algo parecido: bajo la severidad arquitect¨®nica de una c¨¢rcel, el tango se convierte en un idioma secreto de libertad, capaz de unir en tenso cuadril¨¢tero de pasiones a dos presos, un vigilante y su compartido objeto de deseo, madre del hijo de uno de ellos, amante del otro y ocasional pareja de baile del tercero.
TANGO LIBRE
Direcci¨®n: Fr¨¦d¨¦ric Fonteyne.
Int¨¦rpretes: Sergi L¨®pez, Fran?ois Damiens, Jan Hammenecker, Anne Paulicevich, Marc Charlet.
G¨¦nero: drama. Francia, 2012.
Duraci¨®n: 98 minutos.
Tango libre es una de esas pel¨ªculas inconfundiblemente franc¨®fonas, donde la pasi¨®n funciona como patente de corso para sortear toda exigencia de verosimilitud y para justificar sus derivas tonales. La pel¨ªcula tantea la comedia en su primer tramo para ir derivando hacia lo casi tr¨¢gico en el umbral de un tercer acto, que culminar¨¢ en clave de improbable wishful thinking. En esa construcci¨®n es donde la pel¨ªcula desvela sus m¨¢ximas debilidades: da la impresi¨®n de que detr¨¢s de todo eso ¡ªde ese juego de p¨¦rdidas y retribuciones¡ª est¨¢n funcionando los dogmas de gur¨² de un tedioso manual de guion y no la l¨®gica irracional del deseo.
Fonteyne se permite algunas piruetas formalistas en el arranque ¡ªcon su desconcertante s¨ªntesis a c¨¢mara lenta del pecado original de dos de sus personajes¡ª y en un ep¨ªlogo que, mientras aparecen los cr¨¦ditos finales, reformula el tango en clave de melancol¨ªa viril de pasillo penitenciario. Con todo, la verdadera energ¨ªa de esta pel¨ªcula, de potencial seductor y plasmaci¨®n muy discutible, est¨¢ en su reparto, donde los silencios ensimismados de Fran?ois Damiens libran su pulso con la visceralidad, muy en modo joven Depardieu, de Sergi L¨®pez. Jan Hammenecker, por su parte, aporta el contrapunto de dolor y gravedad a esta inmaterial pista de baile delimitada por los pasos de Anne Paulicevich, esp¨ªritu libre cuyos movimientos dejan da?os colaterales en el universo afectivo de un hijo problem¨¢tico. L¨¢stima que no haya por d¨®nde creerse este desnortado Tango libre.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.