Prefabricada, pero arraigada
Una nueva vivienda en la sierra de Cuenca actualiza la tradici¨®n con una producci¨®n industrial
?La mejor arquitectura refleja su tiempo o queda fuera del tiempo? Los arquitectos del estudio madrile?o MYCC debieron de considerar que para hablar desde el presente no era imprescindible desenfundar las armas, que existe una lectura sosegada del pasado incluso con la inequ¨ªvoca voluntad de crear un porvenir distinto. Esa actitud tan cabal y respetuosa les llev¨® a pensar que construir en un pueblo de la sierra de Cuenca requiere obediencia a la trama urbana, precisa vol¨²menes compactos, sencillos y adaptados a la topograf¨ªa y, por sentido com¨²n, a la tradici¨®n constructiva del lugar. Sin embargo, en su lectura de la tradici¨®n hallaron la clave capaz de alterar el futuro. Y eso hicieron: actualizar la tradici¨®n, ponerla al d¨ªa m¨¢s que cuestionarla.
Buscaban un sistema constructivo fiable, capaz de ofrecer mayor control en la ejecuci¨®n de la obra. Al igual que han hecho en otros proyectos ¡ªcomo la casa prefabricada que levantaron en Cedeira (A Coru?a)¡ª, Carmina Casajuana, Beatriz G. Casares y Marcos Gonz¨¢lez quer¨ªan limitar el plazo de construcci¨®n de la vivienda y aprovechar las posibilidades que ofrece la industria.
Todo eso ¡ªcontrol de ejecuci¨®n, reducci¨®n del tiempo destinado a la misma y actualizaci¨®n de la tradici¨®n¡ª lo lograron gracias a la planificaci¨®n y la industria. Sin embargo, el resultado parece artesanal. Las lamas de alerce que, sobre un esqueleto met¨¢lico, envuelven la fachada ventilada de esta nueva vivienda remiten a la costumbre local de trabajar con mimbres. La casa se asienta as¨ª en el casco urbano contemplando las cubiertas de teja de sus vecinos, continuando esa suma de planos inclinados que constituye el techo del pueblo.
Es nueva y parece asentada. Oculta grandes cambios en su interior: prefabricada con seis m¨®dulos de 18 metros cuadrados cada uno, es hija de su tiempo, pero no le hace falta grit¨¢rselo a los vecinos. Prefiere esforzarse por pertenecer al lugar m¨¢s que oponerse a ¨¦l. M¨¢s all¨¢ del volumen, el m¨¦todo constructivo y los materiales, la vivienda s¨ª anuncia por dentro un cambio de era. El sal¨®n-comedor-cocina concentra el mayor n¨²mero de metros c¨²bicos, como en la mayor¨ªa de viviendas contempor¨¢neas en las que el espacio es limitado y prima la comodidad sobre la representaci¨®n. Una construcci¨®n con m¨®dulos prefabricados se adapta mal a las singularidades. El trabajo de los arquitectos sirve para humanizar el componente industrial. Son esos cambios ideados por MYCC a partir de los recursos industriales los que singularizan la casa y humanizan una arquitectura pensada, desde el presente, para durar como la del pasado.
La agresividad rompedora queda fuera de este tipo de intervenci¨®n. Las posibilidades de la industria, la previsi¨®n en el mantenimiento y la sostenibilidad de un proceso que exige menores esfuerzos constructivos y mayor planificaci¨®n abren una v¨ªa atenta y cuidadosa de hacer evolucionar la arquitectura, los pueblos y a quienes los habitan.
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