Las d¨¦cadas perdidas de Shuggie Otis
Tras 30 a?os de silencio, vuelve el prodigioso creador de ¡®soul¡¯ psicod¨¦lico con canciones in¨¦ditas
Quiz¨¢ conozcan los cimientos de la leyenda. Shuggie Otis (Los ?ngeles, 1953) fue ni?o prodigio: aprendi¨® a dominar otros instrumentos antes de decidirse por la guitarra. Todav¨ªa era menor de edad cuando se colaba en los escenarios del gueto con su padre, Johnny Otis, y grababa con rockeros del calibre de Frank Zappa o Al Kooper. Sin embargo, m¨¢s adelante, se supone que rechaz¨® ser guitarrista a sueldo de los Stones o Bowie.
Su pasaporte para la gloria son tres discos que edit¨® el sello Epic a principios de los setenta. Debi¨® luchar para emanciparse de su padre, incluso econ¨®micamente: Johnny era una figura monumental, un descendiente de griegos que, llevado por el amor al rhythm and blues, se transform¨® en l¨ªder de la comunidad afroamericana.
Shuggie, que regresa estos d¨ªas despu¨¦s de tres d¨¦cadas de exilio voluntario de la m¨²sica, hizo el camino en sentido contrario: a partir del blues, se empap¨® de pop psicod¨¦lico. Se le recuerda por piezas delicadas como Aht uh mi hed (que describe como su A day in the life; ¡°adoraba a los Beatles) y Strawberry letter 23, convertida en ¨¦xito global por Quincy Jones en la versi¨®n de los Brothers Johnson: ¡°?Son¨® en Espa?a?¡±, se preguntaba recientemente el m¨²sico. ¡°Nunca he recibido derechos de autor de su pa¨ªs¡±.
En ese trayecto, sobre todo con Inspiration information (1974), Shuggie invent¨® un nuevo tipo de artista mestizo: dominador de todos los instrumentos, capaz de autoproducirse, practicante de un sensual funk psicod¨¦lico. Podr¨ªa proclamar que fue el Prince original. Se lo argumento, pero lo entiende mal: cree que le acuso de copiar a Prince (cuyo primer elep¨¦ no sali¨® hasta 1978). Se enfada: ¡°Si ten¨ªa un modelo, eran las producciones de Sly Stone. Pero nunca le quise conocer, para no caer bajo su influencia¡±.
Hizo bien. Sly se despe?¨® por el abismo de la coca¨ªna mientras que el problema de Shuggie pudo ser el alcohol. Ni lo confirma ni lo niega, pero eso explicar¨ªa su ausencia del negocio durante cerca de 30 a?os. Sugiere que cay¨® ¡°en una lista negra¡±. ¡°Ninguna compa?¨ªa importante quiso saber nada de m¨ª. Me quer¨ªan poner a las ordenes de otros productores, me ofrec¨ªan acuerdos miserables¡±.
Que conste que Shuggie exagera su olvido. En 2001, David Byrne recuper¨® Inspiration information, para sus World Psychedelic Classics, en el sello Luaka Bop. Hoy, Otis abomina de Luaka Bop: ¡°No se pusieron en contacto conmigo, licenciaron mi m¨²sica a trav¨¦s de Epic¡±. Algunos testigos sugieren que Shuggie no estaba en buena forma y que su concierto de reaparici¨®n fue un fiasco.
El misterio es c¨®mo un hombre con familia pudo mantenerse en un periodo tan largo y descorazonador. ¡°Me ayudaban los cheques de Strawberry letter 23. Y luego sali¨® la moda del hip-hop y comenzaron a samplear mis temas¡±. No tiene simpat¨ªa por los raperos: ¡°Me dieron de comer, pero no pod¨ªa escuchar sus discos, eran demasiado groseros¡±.
Tambi¨¦n le mantuvo el blues. Su padre, autoproclamado fedatario del rhythm and blues, le llamaba para grabaciones con cl¨¢sicos que resid¨ªan en California. M¨¢s adelante, form¨® una banda que trabaj¨® en el circuito del blues en Jap¨®n, ¡°muy lucrativo¡±, insiste. ¡°Aunque yo no mido mi felicidad por la cuenta corriente. Son cosas menos cuantificables las que te dan la vida¡±.
Hasta que el a?o pasado lleg¨® la oferta que esperaba. La rama brit¨¢nica de Sony quer¨ªa ficharle. El acuerdo comienza con una reedici¨®n de Inspiration information que incluye un segundo disco, Wings of love, con una docena de temas registrados durante sus a?os de destierro. ¡°No puedo describirlo, es totalmente original: conscientemente, no escucho a nadie, para que no haya influencias; ni siquiera tengo radio en el coche. Es m¨²sica de Shuggie Otis, sencillamente¡±.
Babelia
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