No todas las adolescentes son iguales

Si haces memoria del cine de Fran?ois Ozon descubres su eterna afici¨®n a contar historias retorcidas, con personajes que rozan lo patol¨®gico y situaciones al l¨ªmite. Ese mundo reconocible y cargado de pretensiones psicol¨®gicas entra?a riesgos. Cuando no funciona en im¨¢genes puede ser especialmente irritante, pero cuando acierta, como en la morbosa, enigm¨¢tica y excelente En la casa, crea un desasosiego perdurable en el espectador. Para bien y para mal es un autor con identificable firma.

Su ¨²ltima pel¨ªcula, Jeune et jolie, comienza con un cr¨ªo que observa a trav¨¦s de unos prism¨¢ticos el top less en la playa de su hermana de 17 a?os. Ese voyeurismo inicial te hace presagiar que aunque las vacaciones de verano que comparten dos familias de burgueses ilustrados tengan aspecto id¨ªlico van a ocurrir cosas turbias. La adolescente se desprender¨¢ con pragmatismo pero tambi¨¦n con estupor de su virginidad y con alguien que no resulta ser su pr¨ªncipe azul. Acaba el verano. En oto?o esa chica misteriosa y bell¨ªsima se prostituir¨¢, ofreciendo citas a los que puedan pagar su precio a trav¨¦s de las fotograf¨ªas de su cuerpo que cuelga en Internet. Vivir¨¢ alg¨²n encuentro sexual perturbador y tambi¨¦n historias s¨®rdidas. En invierno y en primavera, su madre, un psiquiatra y un novio provisional intentar¨¢n devolver a la normalidad a esa cr¨ªa imprevisible e ¨ªntimamente desquiciada.

Ozon narra con estilo visual, sentido de la perversi¨®n y ninguna tentaci¨®n de moralina esta retorcida historia. En mi caso, logra que mantenga la atenci¨®n. Ofrece matices y misterio. No te regala fatigosas claves para desmenuzarte las razones de ese oscuro desequilibrio. Y en cualquier caso, me resultar¨ªa imposible desviar los ojos de la pantalla cada vez que aparece la actriz Marine Vacth (alguien me cuenta que tambi¨¦n es modelo, algo transparente en sus movimientos y en el amor que siente hacia ella todo tipo de ropa), es una de las mujeres m¨¢s hermosas que he visto en mucho tiempo en el cine, en posesi¨®n de un rostro fascinante que no te cansas de mirar. Su encuentro final con la siempre hipn¨®tica Charlotte Rampling crea un poderoso campo magn¨¦tico. No es el Ozon que prefiero, pero s¨ª es una pel¨ªcula que mantiene mi inter¨¦s y me deja pensando en ella al terminar.

Marine Vacth est¨¢ en posesi¨®n de un rostro que no te cansas de mirar

Proyectada en la secci¨®n Una cierta mirada, The bling ring tambi¨¦n est¨¢ protagonizada por adolescentes. Pero a diferencia de la protagonista de Jeune et jolie estas me provocan un notable cansancio. Est¨¢ basada en hechos y personajes reales. La directora Sofia Coppola, esa sofisticada e hipermoderna retratista de la vacuidad, nos cuenta la historia de cuatro descerebradas y un amigo tan tonto como ellas que desvalijaban en Los ?ngeles las casas de personas a las que idolatraban. Para entendernos: sus modelos vitales, est¨¦ticos y sociales son Paris Hilton, Lindsay Lohan y famoseo de ese tipo, a las que robaron ropa, zapatos, joyas y objetos de lujo por valor de tres millones de d¨®lares.

Me resulta insoportable estar hora y media en compa?¨ªa de esta necia pandilla. Citan exhaustivamente marcas y tendencias, visitan garitos de dise?o, fuman chinos y esnifan rayas, juegan todo el rato con sus m¨®viles, persiguen en Internet los movimientos, citas, aventuras y desventuras de sus modelos, enloquecen con el lujo que encuentran en las mansiones que atracan. Todo ello est¨¢ descrito con la modern¨ªsima est¨¦tica que caracteriza a esta empalagosa directora que siente pasi¨®n por la nader¨ªa. Recuerdo con estupefacci¨®n que me gust¨® su pel¨ªcula Lost in translation. Imagino que algo anormal me ocurrir¨ªa aquel d¨ªa. No puede ser casual que no haya querido volver a verla, cuando no me canso de disfrutar infinitas veces con las pel¨ªculas que me enamoraron la primera vez.

La mexicana Heli, dirigida por Amat Escalante, est¨¢ producida por Carlos Reygadas, director casi siempre temible al que Cannes ama profundamente. Escalante demuestra un fervor transparente por el cine de su mecenas. O sea, por una lentitud y una complacencia extenuantes. Si le a?adimos la minuciosa descripci¨®n que hace de la violencia extrema (en una secuencia le queman en primer plano los test¨ªculos a un torturado) el resultado es insufrible. Me imagino que alguien definir¨¢ este engendro como una propuesta radical. Algo que al parecer dispone de prestigio cultural y vanguardista. Pero ¨²nicamente en los festivales de cine. Su carrera es muy corta.