¡°Si es mi ¨²ltima pel¨ªcula, estoy contento. Mi carrera ha merecido la pena¡±
Soderbergh presenta 'Behind the candelabra', tras la cual piensa dedicarse a pintura y televisi¨®n Sorrentino propone un gran filme al que le sobra metraje
¡°Si esta es mi ¨²ltima pel¨ªcula, estoy contento. Todo el viaje, toda mi carrera, ha merecido la pena¡±. As¨ª se desped¨ªa esta ma?ana ¨Cen teor¨ªa- Steven Soderbergh de Cannes, ya que el director, que gan¨® la Palma de Oro con su primera pel¨ªcula, Sexo, mentiras y cintas de video, ya anunci¨® en su momento que Behind the candelabra ser¨ªa su ¨²ltimo largometraje, que ahora se dedicar¨¢ a la pintura y a proyectos televisivos. ¡°En realidad, ni yo s¨¦ decir si ser¨¢ mi ¨²ltima pel¨ªcula¡±. El que puede ser, por tanto, el broche de su carrera, el biopic de Liberace, ha salido medianamente bien parado de su proyecci¨®n. Probablemente por la incre¨ªble pareja que forman Michael Douglas como Liberace y Matt Damon como Scott Thorson, su joven amante (o como dijo hace unos d¨ªas el director en The Hollywood Reporter, durante el rodaje se re¨ªan porque en las secuencias de cama Jason Bourne estaba encima de Gordon Gekko) .
Liberace, fue, seg¨²n palabras de Soderbergh, ¡°un gran pianista, un gran showman, un tipo solitario que era famos¨ªsimo en EE UU¡±. En la pel¨ªcula, que arranca en 1977, vemos sus actuaciones en Las Vegas. Int¨¦rprete excepcional en el piano, sus conciertos estaban rodeados, como su vida, de toneladas de elementos kitsch. Por ejemplo, encima del piano ¨Cal que decoraba en plata y oro- sol¨ªa poner un candelabro. Liberace, el primer gay ¨Csin confesarlo- famoso en la televisi¨®n americana, supo sacar partido de la peque?a pantalla, y era un rostro casi de la familia en EE UU. ¡°Recuerdo que visit¨® a mi padre cuando yo ten¨ªa 12 a?os¡±, contaba esta ma?ana Michael Douglas. ¡°Vino en un Roll Royce descapotable. Recuerdo los brillos de sus anillos, que me miraba con una sonrisa inmensa¡ no s¨¦ porqu¨¦ [risas]. Para quienes no lo conozcan, es el padre de Elton John o Lady Gaga¡±. Matt Damon, por su parte, dec¨ªa que a ¨¦l ya no le pill¨® su fama: ¡°Mi madre me contaba que lo ve¨ªa, porque mi abuela tocaba el piano y cuando Liberace sal¨ªa en la tele paraba todo a su alrededor para verle¡±. A Soderbergh, a caballo generacional entre sus dos actores, tambi¨¦n le dej¨® huella el showman: ¡°Recuerdo a mis padres vi¨¦ndole en la televisi¨®n. Me fascinaba ver c¨®mo les fascinaba. Hace 13 a?os, cuando rod¨¢bamos Traffic, ya habl¨¦ con Michael de la posibilidad de hacerlo. Pero hemos tardado en levantar la financiaci¨®n, y adem¨¢s he estado ocupado¡±.
Justo en ese momento de la rueda de prensa Douglas ha estado a punto de echarse a llorar: ¡°En Traffic yo hac¨ªa de zar antidroga y me vino con la idea, y pens¨¦: ¡®?Qu¨¦ estoy haciendo mal para que se le ocurra eso mir¨¢ndome?¡¯. Steven volvi¨® tiempo despu¨¦s con el libro escrito por Scott [Detr¨¢s del candelabro, que da t¨ªtulo a la pel¨ªcula y que ha servido de base del guion de Richard LaGravenese]. Me lleg¨® despu¨¦s del c¨¢ncer [aqu¨ª Douglas par¨® casi diez segundos] y fue un regalo incre¨ªble para m¨ª que me esperaran¡±.
Liberace y Thorson vivieron una extra?a relaci¨®n. El chaval se oper¨® a imagen y semejanza de su mentor, jefe, amante y amigo. Se comportaban como un matrimonio. ¡°Lo curioso es que hasta que, tras su ruptura, Thorson no confes¨® aquellos amor¨ªos en un tabloide, casi nadie sab¨ªa que era gay¡±, apuntaba La Gravenese. Hoy la pel¨ªcula toca un tema de plena actualidad en Estados Unidos: el matrimonio gay. ¡°Es una coincidencia¡±, explicaba su director. ¡°Pero para hablar del matrimonio gay, tengamos perspectiva. Hace 50 a?os ni siquiera ten¨ªamos el acta de los Derechos Civiles. Solo espero que dentro de 50 a?os alguien mire hacia atr¨¢s y se sorprenda de que ni siquiera nos plante¨¢ramos un debate sobre ¨¦l [en Estados Unidos, seg¨²n el productor del filme, treinta estados ya han regularizado el matrimonio gay]. Yo me centr¨¦ en que la relaci¨®n fuera realista, ¨ªntima y cre¨ªble. Si esta es la ¨²ltima pel¨ªcula que hago, estoy feliz: es un filme sobre dos tipos en una habitaci¨®n, que en realidad es como empec¨¦ el cine, aunque he mejorado en la puesta en escena¡±.
La pel¨ªcula est¨¢ producida por la cadena de televisi¨®n HBO, y no tiene estreno programado en salas en Estados Unidos, y s¨ª fecha de emisi¨®n en la tele de pago. ¡°Nada del proyecto ha cambiado porque la produjera HBO. Me preocupa m¨¢s que la gente la vea, aunque sea en la tele, y no su posible estreno en salas¡±, aseguraba Soderbergh . Damon en cambio s¨ª recuerda un rodaje apretado, aunque m¨¢s por culpa del intenso ritmo de trabajo de Soderbergh: ¡°La filmamos en 33 d¨ªas, y encima recreando diferentes ¨¦pocas. Yo llegaba por la noche a casa, cenaba con mis hijos, y cuando encend¨ªa el ordenador ya pod¨ªa ver en una web que Steven cre¨® lo rodado durante ese d¨ªa. Esa informaci¨®n es de un valor incalculable para los actores. Hace a?os Steven me dijo que rodar y montar una pel¨ªcula era parecido a intentar crear un mosaico gigante con la nariz pegada a ¨¦l. No hay perspectiva. Ahora, con detalles como esa web, las cosas cambian¡±. Douglas a?adi¨® un detalle m¨¢s: ¡°Acabamos un viernes y el lunes ya hab¨ªa un primer montaje. Pero es que el guion ya era buen¨ªsimo. A m¨ª, como todo el mundo conoc¨ªa a Liberace, me preocupaba mucho lograr su aspecto f¨ªsico. En tiempos digitales no estaba muy seguro de las pr¨®tesis, del maquillaje. El resultado es espectacular¡±.
El maquillaje es tan impresionante que casi nadie ha reconocido esta ma?ana en el pase de prensa a Debbie Reynolds en el personaje de Frances, la madre de Liberace: ¡°Debbie entend¨ªa perfectamente a Frances, y encima hab¨ªa conocido a Liberace y a su madre en las Vegas. No ¨ªbamos a caracterizarla y ella misma acab¨® pidi¨¦ndolo, porque ten¨ªa muy presente el f¨ªsico de aquella mujer. Sali¨® caracterizada de maquillaje y nadie, nadie la reconoci¨®¡±, recordaba Soderbergh.
Que una pel¨ªcula as¨ª haya sido financiada por HBO ha provocado un debate sobre los nuevos tiempos creativos. Ha empezado Michael Douglas: ¡°Yo ni vivo en Los ?ngeles. As¨ª que no controlo Hollywood. S¨ª s¨¦ que son muy dif¨ªciles los tiempos actuales para productores de pel¨ªculas de tama?os medianos, porque los presupuestos de publicidad deben de ser inmensos para que tu pel¨ªcula sea conocida. Casi no hay espacio para esas pel¨ªculas medianas. Es frustrante cuando no hay dinero para publicidad y solo est¨¢s t¨² como arma de promoci¨®n de un largometraje yendo de programa en programa de televisi¨®n. Aqu¨ª est¨¢ HBO detr¨¢s y es estupendo su apoyo¡±. Para Soderbergh, ¡°en EE UU hay una emigraci¨®n de audiencia que no encuentra material en el cine y se est¨¢ pasando a tele, que encima hace grandes productos. Yo no s¨¦ si este movimiento es bueno o malo, pero s¨¦ que ocurre. Vivimos la segunda era de oro de la televisi¨®n¡±. Douglas sigui¨® en esa l¨ªnea: ¡°Cada vez m¨¢s guionistas se pasan a la tele de pago, porque muchos de ellos son adem¨¢s productores y de esta manera reciben m¨¢s dinero por su trabajo. Es l¨®gico¡±. LaGravanese lo resumi¨® mejor: ¡°El cine se est¨¢ constri?endo, la televisi¨®n se est¨¢ expandiendo. Creativamente es mucho m¨¢s emocionante la tele hoy¡±.
Behind the candelabra tiene a dos actores prodigiosos, creando dos personajes fascinantes. Y Soderbergh rueda como siempre, de forma primorosa, pero Liberace acaba cayendo antip¨¢tico y Scott se salva porque el punto de arranque es su libro. Y eso hace que cojee el resultado final. Cuando la relaci¨®n estall¨® por los aires, Thorson lo cont¨® todo en el National Enquirer: ¡°Liberace ten¨ªa programadas actuaciones el mismo d¨ªa en que sali¨® publicado el reportaje. Le empez¨® a preocupar la reacci¨®n del p¨²blico. Y le explicaron que si le empezaban a abuchear, pod¨ªan apagar todas las luces y ¨¦l podr¨ªa abandonar con sigilo el escenario. Sin embargo intuy¨® que no iba a ocurrir nada, y as¨ª fue: el p¨²blico le quer¨ªa independientemente de si fuera gay o no¡±. A Damon esa historia le atrajo, pero no fue lo que le llev¨® a firmar por el proyecto: ¡°Me interesaba mucho ese matrimonio que formaron. Sin embargo, escojo pel¨ªculas por el director, es m¨¢s, a veces he fichado sin tener guion¡. Aunque este estaba bell¨ªsimamente escrito y s¨¦ lo que digo porque soy escritor¡±. M¨¢s divertido, explic¨® uno de los momentazos de la pel¨ªcula, cuando su personaje recrimina a medianoche, en la cama y con dulzura a Liberace que est¨¦ roncando: ¡°En ese momento pens¨¦ en todo lo que me un¨ªa a Demi Moore, Sharon Stone, Glenn Close¡¡±, en referencia a las parejas de cine m¨¢s famosas que ha tenido en la pantalla Douglas.
Hoy el d¨ªa en Cannes es largo, porque hay tres pel¨ªculas a concurso. La segunda es La gran belleza, del italiano Paolo Sorrentino, que participa por quinta vez en este certamen. Su orgi¨¢stica visi¨®n de la clase rica y decadente de Roma a trav¨¦s de los ojos de un periodista que podr¨ªa haber sido un gran escritor, pero al que le absorbe la energ¨ªa la ciudad, es hija del estilo de Fellini y adolece de cierta autoindulgencia: ah¨ª hay una gran pel¨ªcula ¨Cy un incre¨ªble actor, Toni Servillo- pero le sobra metraje. A¨²n as¨ª, Sorrentino, napolitano que trabaja en Roma, que se declara profundo conocedor de la ciudad, acierta en bastantes momentos en ese retrato de una sociedad en decadencia. ¡°No s¨¦ si cuento esa decadencia. En la pel¨ªcula, la monja anciana y santa dice que no se habla de la pobreza, sino que se vive la pobreza. Pues La gran belleza es igual: no se habla, sino que retrata otro tipo de pobreza. Y ese sentimiento, esa otra pobreza espiritual y emocional tambi¨¦n es extrapolable a todo el pa¨ªs. Aunque la base sean las m¨²ltiples an¨¦cdotas de fiestas que he vivido en Roma¡±. ?Es su filme posible continuaci¨®n de La dolce vita? ¡°Fellini dec¨ªa que lo hab¨ªa inventado todo ¨¦l, que no. Yo no s¨¦ si hay un exacto enlace entre su pel¨ªcula y la realidad. Y s¨ª veo la conexi¨®n entre mi pel¨ªcula y La dolce vita¡±. O sea que Toni Servillo pudiera ser su Marcello Mastroianni. A eso respondi¨® el actor: ¡°Fellini mostr¨® diversas escalas de esta ciudad. Esta pel¨ªcula se iba a llamar La gran confusi¨®n ¨Clo que la hubiera enlazado m¨¢s con esos diversos niveles- y tiene que ver con lo que vivimos, con la situaci¨®n actual. Y no creo que la confusi¨®n sea mala. Mi personaje vive indiferente a lo que le rodea, malgastando su talento, y puede que sirva de retrato de la ciudad, provocando ese tono melanc¨®lico de la pel¨ªcula¡±. Sorrentino replic¨®: ¡°Pero va tambi¨¦n de la belleza de la vida y por eso acab¨® llam¨¢ndose La gran belleza¡±.
Sobre las cuatro pel¨ªculas que llevan juntos actor y director, Servillo cont¨®: ¡°He hecho con ¨¦l cuatro pel¨ªculas que han sido como cuatro regalos. No hay misterio en nuestra relaci¨®n. Ambos procedemos de N¨¢poles, hay una iron¨ªa com¨²n y compartimos una pasi¨®n en la distancia. Me da papeles muy variados. Aqu¨ª mi personaje pierde la pasi¨®n con una ligereza maravillosa. En cambio en Il Divo con Andreotti construimos una m¨¢quina¡±. Sorrentino fue m¨¢s breve: ¡°Es mi gran cr¨ªtico y probablemente la ¨²nica persona que me entiende¡±. ?Puede que La gran belleza sea una reflexi¨®n sobre el vac¨ªo? ?Es Sorrentino un creador o un observador? ¡°No lo s¨¦, no s¨¦ juzgarme. Intento reinventar la realidad con la imaginaci¨®n, con la esperanza de que el resultado sea interesante. Yo cuento historias¡±.
Hubo dos preguntas m¨¢s. La primera sobre si la historia se entender¨ªa fuera de su pa¨ªs: ¡°Me pas¨® igual con Il Divo, muchos creyeron que solo los italianos la apreciar¨ªan. Y resulta que todos la apreciaron. Cannes es un buen ejemplo: es un mercado internacional lleno de joyas de todo el mundo.¡±. Y sobre el cine italiano Paolo Sorrentino confes¨®: ¡°Soy muy optimista con su presente y su futuro¡±.
El cierre del concurso lo puso Un castillo en Italia, la tercera pel¨ªcula como directora de Valeria Bruni Tedeschi, que vuelve con otro guion que juega a incluir referentes biogr¨¢ficos de la actriz, guionista y directora ¨Cla ¨²nica este a?o en el concurso grande- en una historia de ficci¨®n. En rueda de prensa empez¨® explicando que el final del filme, una bella toma de Louis Garrel mirando con cierta esperanza al futuro, se lo pidi¨® el cuerpo. ¡°Necesitaba un final feliz. Estuve ocho meses de montaje con humor hundido, me hac¨ªa falta ese cambio¡±. Garrel encarna a su pareja ¨Centonces lo era-, su madre, a su madre¡ ¡°Curiosamente cuando empec¨¦ la pel¨ªcula escrib¨ª la secuencia del viaje a la cl¨ªnica de fertilidad. Primero redactamos [ella y las coguionistas] muchos di¨¢logos, im¨¢genes, secuencias y luego con todo eso creamos el guion. Nos inspir¨® mucho Chejov. En mi m¨¦todo de trabajo escribo pensando en que ante todo soy actriz, recordando mi experiencia de actriz. Por eso me encanta ser dirigida por buenos realizadores, cineastas que yo luego rememoro cuando me toca dirigir¡±. Marisa Borini, su madre, contaba: ¡°Valeria es un poco ca¨®tica y mezcla todo tipo de sentimientos. Lo normal en un esp¨ªritu de artista¡±, palabras que la directora escuch¨® sorprendida y entre risas.
Preguntada sobe que en esta ocasi¨®n el protagonista de su pel¨ªcula sea un hombre, Bruni Tedeschi, descendiente de una familia industrial del norte de Italia, y de compleja relaci¨®n con su hermana, la cantante, modelo y ex primera dama de Francia, Carla Bruni, adujo: ¡°Puede que el protagonista sea hombre, pero el equipo y los mejores personajes secundarios son femeninos¡±. Antes de acabar con la explicaci¨®n de su pel¨ªcula, que ha sido recibida de forma muy tibia, defendi¨® el burlesque como algo normal en tiempos dif¨ªciles en lo sentimental. ¡°Es muy normal que cuando est¨¢s en una situaci¨®n complicada, sufriendo, aparezca el burlesque. Eso debes de entenderlo tambi¨¦n como actriz, porque saber sacar tu lado m¨¢s payaso¡±.
El d¨ªa se ha cerrado con la noticia de que Michael Hazanavicius, Costa-Gavras, Amos Gitai, Joachim Trier y Harvey Weinstein, que se ha erigido en firme defensor de la excepci¨®n cultural europea en el cine, entregaron ayer un documento con 5.500 firmas de creadores a la ministra francesa de Cultura, Aur¨¦lie Filippetti, en el que plasman su protesta ante los movimientos que se ven en la Uni¨®n Europea para que la industria audiovisual y cinematogr¨¢fica entre en las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Babelia
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