Khaled Hosseini y los perpetuos ecos de Afganist¨¢n

Advert¨ªa Khaled Hosseini en la fascinante?Cometas en el cielo que los afganos son muy exagerados. As¨ª que si un d¨ªa, este escritor se presentara en el barrio de Kabul donde naci¨® hace 47 a?os y contara a los m¨¢s ancianos del lugar que lleva 38 millones de ejemplares vendidos de sus dos primaras novelas, probablemente no le creer¨ªan.

Pero esa cifra, tan alucinante como real, le ha colocado ya en la ¨®rbita de los grandes best sellers internacionales y todav¨ªa puede crecer mucho m¨¢s si el p¨²blico confirma la buena salida que ha brindado la cr¨ªtica a su nueva obra: And the mountains echoed, que publicar¨¢ en septiembre Salamandra en espa?ol bajo el t¨ªtulo Y las monta?as hablaron.

Seg¨²n?The New York Times es la mejor y m¨¢s compleja de cuantas ha creado tras Cometas en el cielo y Mil soles espl¨¦ndidos. Sus lectores comenzaron a reaccionar ante el nuevo t¨ªtulo el pasado martes con colas de hasta cinco horas en la librer¨ªa Barnes and Noble de Union Square ¨Cla m¨¢s grande de la ciudad- para llevarse un ejemplar firmado por el autor y escucharle hablar de su obra en vivo.

Cuando Hosseini dej¨® la medicina para dedicarse a la literatura no pens¨® que en su caso llegar¨ªa a ser tratado como una estrella de Hollywood. As¨ª es hoy, rodeado de un s¨¦quito de agentes y editores internacionales. Pero no lo aparenta en su nada impostada timidez, que tampoco le obliga a retraerse en p¨²blico y cumplir con los rituales del lanzamiento. El martes comparti¨® con sus lectores una conversaci¨®n entorno a su nueva novela, una impactante historia de seres marcados por la p¨¦rdida que desperdiga los ecos de su tierra como semillas de devastaci¨®n entre Kabul, Par¨ªs, California, con alguna parada ocasional por Madrid.

Los dos hermanos, Abdul¨¢ y Pari, separados por la vida muy tempranamente pero constantemente unidos en el lazo de la pesada ausencia, protagonizan una historia compleja con saltos constantes en el tiempo, donde el lenguaje de Hosseini salpica emoci¨®n, denuncia y comprensi¨®n por la especie a partes iguales en un emocionante suspense de sentimientos.

El t¨ªtulo le cost¨®: ¡°Es un homenaje a un poema de William Blake, en ¨¦l se refiere a las colinas y lo cambi¨¦ por monta?as, tan presentes en el paisaje de Afganist¨¢n y entre los personajes¡±, asegura el autor.

De toda su familia, Khaled es el ¨²nico que ha regresado a Kabul. No para vivir ¨Clo hace en el norte de California- pero s¨ª para prestar asistencia a sus compatriotas refugiados y repatriados con una Fundaci¨®n de ayuda humanitaria. Son los coletazos de una vocaci¨®n como la medicina ¨C¡°algo que no me cost¨® nada dejar¡±, afirma, ¡°con ella tuve una relaci¨®n algo traum¨¢tica¡±- y de la llamada de sus ra¨ªces, con las que se siente perpetuamente en deuda.

En su obra se siente, se percibe. No hay autor que haya sido capaz de acercarnos al drama contempor¨¢neo de Afganist¨¢n -entre la invasi¨®n sovi¨¦tica, la dominaci¨®n talib¨¢n y la ocupaci¨®n estadounidense- con tanto impacto global como lo ha narrado Hosseini. En Y las monta?as hablaron vuelve a sus or¨ªgenes, se marcha, queda, se distancia, se acerca, observa in situ y en la lejan¨ªa, como ¨¦l se siente cuando aterriza por all¨ª. ¡°Cuento las historias de los afganos con mucho respeto, cuando tomo tierra en el avi¨®n siento que llego a casa, pero cuando camino por la ciudad, percibo en m¨ª lo que nos separa¡±.