¡°Ninguna revoluci¨®n es completa si no es sexual¡±
El director y las actrices de 'La vida de Ad¨¨le' desvelan los detalles del rodaje
Si algo marca la carrera del ganador de la Palma de Oro, el tunecino criado en Niza Abdellatif Kechiche es su magia para mostrar la adolescencia en la pantalla. En La vida de Ad¨¨le arranca el filme con una lectura en voz alta del libro de Marivaux La vida de Mariana,un claro paralelismo y una se?al de hacia d¨®nde va a enviar a sus dos protagonistas. ¡°Es uno de los libros que releo todo el tiempo. En realidad me gustar¨ªa seguir mencionando a Marivaux en mis pel¨ªculas¡±. Aunque la base del guion no es Miravaux, sino un c¨®mic: ¡°Se desarrolla en los noventa, en un momento de gran militancia homosexual. Yo prefer¨ª centrarme en los encuentros entre ellas, y olvidarme de posibles mensajes¡±.
Es cierto. La vida de Ad¨¨le ¡ªque tiene parte de producci¨®n espa?ola por parte de V¨¦rtigo Films¡ª no hace m¨¢s concesiones ideol¨®gicas que una manifestaci¨®n en favor de la educaci¨®n p¨²blica y otra secuencia de fiesta y amor en un desfile en el d¨ªa del orgullo gay. Curiosamente, la pel¨ªcula gana en Cannes en un momento en que Francia bulle con el matrimonio homosexual s¨ª, matrimonio homosexual no, algo en lo que no quiere entrar Kechiche.
El pasado viernes huy¨® cansad¨ªsimo ante tanto ruido a su alrededor. Ha tenido que regresar el domingo. Lo pasa mal explicando su trabajo, como cuando le preguntaban por el motor propulsor de su filme, las secuencias de sexo: ¡°No es algo que habl¨¢ramos mucho. Empezamos a buscar la imagen adecuada, trabajamos como un fot¨®grafo buscando la foto en los primeros planos. No me gusta que la c¨¢mara est¨¦ demasiado cerca¡±. Ad¨¨le Exarchopoulos, su protagonista, contaba que el truco ¡ªen un rodaje que dur¨® cuatro meses¡ª estaba, adem¨¢s de en la pr¨®tesis de silicona que separaban sus cuerpos¡ª en la confianza: ¡°Confi¨¦ en Abel y olvid¨¦ hasta el n¨²mero de tomas o d¨®nde estaba la c¨¢mara. Nos rodaba cuando no nos d¨¢bamos cuenta, o al rev¨¦s, actu¨¢bamos y ¨¦l apagaba la c¨¢mara¡±. En palabras de Kechiche: ¡°El sexo se rod¨® como quisimos, y as¨ª emergi¨® la idea de belleza¡±. ¡°La sensualidad es muy dif¨ªcil de capturar en un filme, sobre todo en las secuencias generales. Esa sensualidad es m¨¢s sencilla en las partes de sexo, porque tienes en los cuerpos esculturas vivas¡±.
Comentadas, analizadas, revisadas¡ las secuencias sexuales de La vida de Ad¨¨le han dejado huella en Cannes por su fiereza y realismo, por su capacidad para mostrar el sexo alej¨¢ndose del morbo y de la pornograf¨ªa para convertirse en los encuentros de dos mujeres enamoradas que sencillamente comparten sus deseos. De tanto mostrar esos choques, Kechiche desprende todas las capas de cebolla sobrantes para quedarse con lo esencial: el amor. Por eso hace unos d¨ªas contaba que esperaba que su pel¨ªcula no necesitara cortes para las ventas internacionales¡ aunque esas ventas ya est¨¢n hechas y nadie lo ha pedido: ¡°Mi filme est¨¢ dise?ado para expresar algo art¨ªsticamente. Creo en el cine como una pieza de arte. Claro que hay que pensar en la parte financiera. Yo creo que hay en todo el mundo una gran tradici¨®n de respetar al autor¡±. Todo este ruido esconde que hay m¨¢s pel¨ªcula, que La vida de Ad¨¨le recorre a?os de una emocionante relaci¨®n sentimental.
Es la primera Palma de Oro para una relaci¨®n l¨¦sbica. En el escenario dedic¨® el premio a los ¡°esp¨ªritus libres¡±. M¨¢s tarde, Kechiche, con sus dos actrices llorosas al lado, explic¨®: ¡°Es gratificante recibir un reconocimiento as¨ª tras un trabajo del que todo el mundo involucrado se siente orgulloso¡±. El cineasta insisti¨® en la importancia de ¡°aceptarse como eres¡±. ¡°Cualquier revoluci¨®n no es completa si no es sexual. Espero que esto llegue a la revoluci¨®n tunecina, y que la pel¨ªcula adem¨¢s se expanda por todo el mundo¡±.
Kechiche naci¨® en 1960. A los seis a?os su familia se traslad¨® a Niza. En el conservatorio de Antibes estudi¨® Arte Dram¨¢tico y actu¨® en cine y teatro antes de pasarse a la realizaci¨®n. Debut¨® en 2000 con La culpa la tiene Voltaire (Le¨®n de Oro a la mejor primera pel¨ªcula en Venecia), sus primeros premios C¨¦sar ¡ªmejor pel¨ªcula y direcci¨®n¡ª llegaron con La escurridiza, o c¨®mo esquivar el amor (2003), que se desarrollaba en la banlieue, el extrarradio parisiense, en la que ya ahondaba en<TH>clases sociales, adolescentes, amor¨ªos y Marivaux (all¨ª el libro era Juegos de amor y fortuna). Despu¨¦s llegaron Cusc¨²s (2007), Gran Premio del Jurado en Venecia, y de nuevo otros cuatro C¨¦sar, tres de ellos para ¨¦l por mejor pel¨ªcula, direcci¨®n y guion. Su Venus negra (2010), filme de ¨¦poca de inicios del siglo XIX, ha sido el ¨²nico fracaso de su carrera.
Ahora, con La vida de Ad¨¦le, subtitulada Cap¨ªtulos uno y dos parece abr¨ªrsele otro camino: ¡°Me gustar¨ªa volver a los personajes otra vez con el tiempo, dentro de 10 a?os, y descubrir hacia d¨®nde han encaminado sus pasos. Quiero ver hacia d¨®nde caminan de mayores. Y acompa?arlas¡±. Por ahora sus pasos le han encaminado hacia la Palma de Oro.
Babelia
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