Las ¨²nicas risas de la dictadura
La Biblioteca Nacional rinde tributo con una exposici¨®n a los humoristas gr¨¢ficos que ejercieron de avanzadilla democr¨¢tica en el tardofranquismo y en la Transici¨®n
Peridis se detiene ante una tira sobre Su¨¢rez. Aquel d¨ªa, el presidente afrontaba horas bajas que elevaron la intuici¨®n del dibujante al terreno de la clarividencia. ¡°Entre todos me ech¨¢is¡±, lamentaba Su¨¢rez desliz¨¢ndose de la columna del poder, empujado por una bota que se metamorfoseaba en gorro militar, hasta abandonarla por completo mientras musitaba: ¡°Dios quiera que no teng¨¢is que echarme de menos¡±. Se public¨® en EL PA?S el 30 de enero de 1981, pocas semanas antes del golpe militar contra la democracia.
"Fue un dibujo premonitorio, una insinuaci¨®n, no se sab¨ªa lo que preparaban los militares en aquel momento, pero yo ten¨ªa la conciencia de que Su¨¢rez hab¨ªa hecho una gran obra y que era posible que le ech¨¢ramos de menos, como luego ocurri¨®¡±, relata Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez Peridis, el arquitecto que de mayor quer¨ªa ser caricaturista pol¨ªtico y que en otro golpe de clarividencia descubri¨® que el Carlitos de Schulz era el vivo retrato de Arias Navarro si le endilgaban pelos y bigote.
Las tiras de Su¨¢rez y Carlitos se incluyen, junto a otros dos centenares de dibujos, en la muestra La Transici¨®n en tinta china, una cita con el pasado reciente inaugurada ayer por los Pr¨ªncipes en la Biblioteca Nacional (BNE) que pone en su sitio a los humoristas: ellos llegaron antes a casi todo. A la protesta por las miserias, como esta vi?eta de Chumy Chumez de 1984, tan vigente hoy que da miedo:
¡ª?Nacionalidad?, pregunta desde la superioridad de un sill¨®n un hombre con rostro cervantino.
¡ªPobre.
A s¨¢tiras por los abusos, como hizo en marzo de 1976 El Roto: ¡°?Qu¨¦ maravilla con la derecha, oiga! Primero nos organizan la guerra. Luego nos organizan la posguerra. Y ahora nos quieren organizar la convivencia¡±. A la defensa de la democracia sin matices: ¡°Se est¨¢ organizando una derecha progresiva, reformista, liberal, humanista, europea... ?Esos rojos no paran!¡± (Mingote) o ¡°Lo que ignora esa gente que tanto nos critica a los franquistas conversos a la democracia, es que Franco, que todo lo dej¨® atado y bien atado, hab¨ªa creado un cuerpo de dem¨®cratas secretos¡± (Mart¨ªnmorales).
¡°En el humor, la Transici¨®n empieza antes¡±, sostuvo el comisario de la exposici¨®n, el polit¨®logo Francisco Bobillo, que se decant¨® como punto de partida ¡ªla exacta cronolog¨ªa de la Transici¨®n suscita debates¡ª por la salida de Hermano lobo en 1972 y de broche por la incorporaci¨®n plena en la Uni¨®n Europea y la OTAN (1986).
Elegir Hermano lobo es tambi¨¦n un homenaje a aquella cabecera que se defin¨ªa a s¨ª misma como ¡°semanario de humor dentro de lo que cabe¡± y cuya lectura constitu¨ªa un gesto de rebeld¨ªa. En los setenta estall¨® el humor pol¨ªtico como industria de ¨¦xito y f¨¢brica de democracia: Barrab¨¢s, El Papus, Muchas Gracias, El Jueves... Y Por favor, donde El Perich firmaba vi?etas berlanguianas:
¡ªVamos a establecer un di¨¢logo.
¡ªDe acuerdo.
¡ªNo, por favor, usted basta con que aplauda.
¡°Estos dibujantes desdramatizaban los problemas, pero eso no significa que los eludiesen. El p¨²blico conect¨® con ellos inmediatamente y ellos con el p¨²blico¡±, manifiesta Bobillo, asesorado por Forges y Peridis para seleccionar una muestra en la que est¨¢n presentes unos 80 creadores y 25 cabeceras (la mitad desaparecidas). Entre todos ellos ¡ªcr¨ªticos, divertidos y algunos generosos en testosterona¡ª, un oasis feminista: Nuria Pompeia. En una vi?eta de abril de 1978, la humorista reproduce un di¨¢logo entre abuela y nieta:
¡ªY se casaron y fueron felices y tuvieron muchos, muchos hijos.
¡ª?Por qu¨¦ no usaban anticonceptivos?
Hasta la muerte de Franco ¡ªe incluso m¨¢s all¨¢: la osad¨ªa de Forges de vestir al fallecido Caudillo como la Pur¨ªsima Concepci¨®n le cost¨® un consejo de guerra en 1977¡ª la cr¨ªtica nada sibilina, entre aguas, diciendo sin decir. ¡°Hab¨ªa un absoluto cultivo del eufemismo, un metalenguaje secreto entre autores y lectores que visto hoy, sin contexto, puede que no se entienda bien¡±, expone Forges junto a una vi?eta propia, una de las 80.000 que ha creado, que ilustra a la perfecci¨®n el fen¨®meno.
¡ªAl parecer es inminente.
¡ª?Qu¨¦ cosa?
¡ª?Qu¨¦ cosa va a ser?
¡ª?No me diga!
Nada en el texto, todo en el subtexto, en el subterr¨¢neo por el que se desenvolv¨ªan los sue?os de parte de la sociedad espa?ola durante los estertores de la dictadura. Cualquier lector que se recrease el 4 de abril de 1975 con esta vi?eta sab¨ªa que el dibujante hablaba de la muerte de Franco, cacareada en rumores y callada en informaciones. ¡°En los momentos de grandes censuras es cuando mayor creatividad de neuronas se da en los creadores culturales. Se pod¨ªa decir pr¨¢cticamente todo siempre que emplearas la cantidad de neuronas adecuadas¡±, confiesa Forges.
En aquella sociedad encorsetada, que ol¨ªa a armario cerrado, los dibujantes abr¨ªan rendijas de aire fresco. ¡°Nos permitieron vivir una ¨¦poca dura con sentido del humor¡±, agradeci¨® la directora de la BNE, Ana Santos. ¡°Con sutil iron¨ªa, descarada malicia o brutal sarcasmo, estos dibujantes impulsaron el proceso pol¨ªtico, incluso anticip¨¢ndose al mismo. Eran los divertidos heraldos de la libertad¡±, escribe en el cat¨¢logo de la exposici¨®n el secretario de Estado de Cultura, Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle.
Se hicieron tan necesarios que, en democracia, pasaron de ser carne de censura a carne de deseo. ¡°Baje usted de la columna de Peridis¡±, le espet¨® Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s en el Congreso a Su¨¢rez. ¡°Si no sales en la caricatura, no existes¡±, bromeaba Peridis, que ha donado su colecci¨®n de 15.000 dibujos a la BNE. Inevitable que la muestra haya reservado una secci¨®n para caricaturas, entre ellas la del Rey, cuyos dibujos pertenecen al propio Rey. La otra secci¨®n tem¨¢tica se consagra a las urnas, objeto m¨ªtico en una dictadura. Sir C¨¢mara, en Diario 16, public¨® esta con Franco sujetando una:
¡ª?Veis? Aqu¨ª est¨¢n las urnas.
¡ª?Y las papeletas?
¡ª?Veis como se os da la mano y os tom¨¢is el brazo?
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