Chicos
La serie 'Girls', creada por Lena Dunham, ha logrado imponerse como otra apuesta sugerente de la televisi¨®n de pago norteamericana.
La serie Girls ha logrado imponerse como otra apuesta sugerente de la televisi¨®n de pago norteamericana. Los aires de patito feo de su creadora, Lena Dunham, cuya forma de andar para recoger el Globo de Oro a¨²n despierta todo tipo de curiosidades malsanas, han acabado por ganarse hasta a los espectadores m¨¢s al¨¦rgicos al universo esnob de los neoyorquinos mitad artistas mitad farsantes. La segunda temporada est¨¢ mejor rodada y empaquetada, aunque ha perdido algo de los aires de descuido fresco e improvisaci¨®n brillante. La presencia de Judd Apatow en la producci¨®n siempre amenaza con convertir la afilada autoflagelaci¨®n de la protagonista en una f¨®rmula convencional disfrazada de transgresi¨®n.
La cumbre de la serie fue su episodio 6, que marca el exacto ecuador de la temporada de 12 cap¨ªtulos. Conociendo la precisi¨®n de los profesionales de la televisi¨®n, el episodio medio de la temporada siempre es un balance exacto. En este caso se titula Chicos, en evidente ant¨ªtesis del nombre de la serie, y se centra en los personajes masculinos. Al contrario que en las series que intentan contentar a un espectador medio mayoritario, y que condena a sus productos a una ramploner¨ªa bastante previsible, los personajes de Lena Dunham acaban por ser zafios, interesados, ego¨ªstas, paranoicos, tiernos, violentos y contradictorios, lo que es todo un placer para el espectador.
Ya en su primera pel¨ªcula, Tiny Furniture, el personaje interpretado por Alex Karpovsky, que repite en la serie, era un caradura enervante, capaz de robar las mejores escenas con ese aire especial que quiz¨¢ le concede haber estudiado etnograf¨ªa visual en Oxford antes que interpretaci¨®n. As¨ª en el cap¨ªtulo sexto, vuelve a robar la funci¨®n, te?ida de la melancol¨ªa de los personajes frustrados, todos ellos solitarios en un c¨ªrculo social vac¨ªo y viciado. Escrito por Murray Miller, que se ha convertido en guionista de referencia de esta segunda temporada, correg¨ªa la deriva hacia la repetici¨®n de esquemas y el manoseo de situaciones que toda serie en su segunda temporada termina por adoptar casi como un recurso de supervivencia. Mientras Lena Dunham sigue ganando posiciones entre las c¨®micas femeninas norteamericanas m¨¢s reconocidas, su serie a¨²n no sufre el agotamiento de f¨®rmula, com¨²n a las prolongaciones de temporadas.
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