Nicanor Parra, antipoes¨ªa en cada cosa
Una exposici¨®n repasa en la BNE la obra del premio Cervantes a partir de sus creaciones visuales
Con la cerilla usada que vemos usted y yo, Nicanor Parra (San Fabi¨¢n de Alico, Chile, 1914) construye ¡°el ¨²ltimo cartucho¡±. Y una simple frase (¡°voy y vuelvo¡±) convierte la cruz vac¨ªa en verso definitivo. Parra lleva casi siete d¨¦cadas rompiendo las costuras convencionales de la poes¨ªa y tejiendo con sobras e intuiciones patchworks, retales de antipoes¨ªa. ?Y qu¨¦ es la antipoes¨ªa?
¡ª?Y t¨² me lo preguntas?, pregunta y responde Parra sobre un coraz¨®n con brazos y piernas.
¡ªAntipoes¨ªa eres t¨².
El premio Cervantes asent¨® en 2011 su figura ¡ªun tanto nebulosa en Espa?a frente al reconocimiento de Nicanor Parra en Am¨¦rica¡ª, pero tal vez la exposici¨®n que ayer se inaugur¨® en la Biblioteca Nacional (BNE), Obras p¨²blicas, airee m¨¢s directamente sus entretelas, esos mensajes contundentes como golpes de mar que lo mismo se escriben sobre una tablilla de madera, sobrante de una obra, que una bandeja de reposter¨ªa.
¡ª?Que c¨®mo me defino?
¡ªUn coraz¨®n atravesado por una flecha.
Como hablamos de un antipoeta, aclaremos lo que no es. Ni arte, ni recorrido vital. ¡°Todo lo que se expone aqu¨ª no es arte, es poes¨ªa. Y tampoco estamos ante la muestra de un escritor, donde se exponen su vida y sus obras, estamos ante una experiencia po¨¦tica, de consumo de poes¨ªa, como si el visitante estuviese leyendo un libro. Venimos a leerlo¡±, aclara el cr¨ªtico Ignacio Echevarr¨ªa, comisario de la muestra y coeditor junto a Niall Binns de las Obras completas & algo + del poeta chileno (Galaxia Gutenberg). ¡°A diferencia de las anteriores exposiciones, que mostraban lo que hab¨ªa sin orden ni jerarqu¨ªa, esta se puede contemplar en distintos niveles: en 20 minutos y re¨ªr a carcajadas o en una hora y media y llegar a saber qui¨¦n es Nicanor Parra desde cero¡±, plantea Hern¨¢n Edwards, arquitecto, dise?ador del montaje y yerno del poeta chileno.
Para re¨ªr: Pr¨ªapo.
¡ª?Algo peor que la impotencia senil?
¡ªLa potencia senil.
Para saber qui¨¦n es Nicanor Parra: ¡°Tarea para la casa. Aprender a vivir en la contradicci¨®n. Sin conflicto¡±.
Porque contradictorio parece ser bueno en Humanidades y estudiar Matem¨¢ticas y F¨ªsica, o ser profesor de Matem¨¢ticas y F¨ªsica y publicar libros de poes¨ªa que se rebelan contra la poes¨ªa. ¡°Durante medio siglo / la poes¨ªa fue / el para¨ªso del tonto solemne. / Hasta que vine yo / y me instal¨¦ con mi monta?a rusa. / Suban, si les parece. / Claro que yo no respondo si bajan / echando sangre por boca y narices¡±, escribi¨® en Versos de sal¨®n (1962). Y contradictorio parece ser izquierdista, simpatizante de Castro y tomar t¨¦ con la se?ora de Nixon en la Casa Blanca, lo que en 1970 desat¨® la crisis del t¨¦, expuls¨® a Parra del c¨ªrculo de intelectuales izquierdistas y lo recluy¨® en el de los sospechosos. ¡°Condecoraci¨®n. Toda medalla tiene dos caras¡±, concluir¨ªa m¨¢s tarde.
En 1952, Parra hab¨ªa iniciado la primera de sucesivas convulsiones con El Quebrantahuesos, un peri¨®dico collage creado junto a Alejandro Jodorowsky y Enrique Lihn a partir de titulares, fotograf¨ªas y textos de otras publicaciones, que se exhib¨ªa en lugares c¨¦ntricos de Santiago de Chile con esp¨ªritu burl¨®n e irreverente y que se incluye en esta muestra. Poco despu¨¦s public¨® Poemas y antipoemas y lo cambi¨® todo en la poes¨ªa latinoamericana: ¡°Ni muy listo ni tonto de remate / fui lo que fui: una mezcla / de vinagre y de aceite de comer / ?Un embutido de ¨¢ngel y bestia!¡±. Crea libre, sin libro. ¡°Escribe como si al d¨ªa siguiente fuera a ser electrocutado¡±, afirm¨® Roberto Bola?o. Sobre madera, objetos, piedras, cart¨®n. El inicio de Bandejitas de La Reina, otra de las series de la exposici¨®n, es una sucesi¨®n de antipoemas. Se inici¨® en los noventa, cuando un admirador le pidi¨® un aut¨®grafo en un puesto de empanadas. Supli¨® la falta de papel con lo que ten¨ªa a mano y se enamor¨® del soporte. En ¨¦l escribe, a veces junto a Mr. Nobody (un coraz¨®n con extremidades), directo a la conciencia: ¡°Arriba los de abajo¡±. ¡°Por el hecho de salir del libro no deja de ser poes¨ªa¡±, advierte Edwards.
Nicanor Parra al¨ªa palabras y cosas que no se conoc¨ªan para alumbrar novedades. ¡°Se le ha comparado con Duchamp y Joan Brossa por su trabajo con objetos, pero la matizaci¨®n en Parra es que la palabra activa el objeto¡±, se?ala el cr¨ªtico. A menudo son, a?ade, ¡°formulaciones autosuficientes, no necesitan contexto, como un esl¨®gan publicitario o un grafiti¡±.
Un d¨ªa de 1969, Nicanor Parra encontr¨® en su casa un biber¨®n con leche agria. Lo convirti¨® en La Mamadera Mort¨ªfera, el primero de la serie Trabajos Pr¨¢cticos, que toma su nombre de las clases que recib¨ªa los mi¨¦rcoles por la tarde cuando estudiaba F¨ªsica en la Universidad de Chile. A esa serie pertenecen Las 3 calaveras de Col¨®n junto a tres cr¨¢neos, Mensaje en una botella ante una coca-cola o La m¨¢quina del arte de la mam¨¢ de Violeta Parra. La cantante era su hermana. La mam¨¢ era su lectora ideal, en opini¨®n de Echevarr¨ªa: ¡°Sac¨® adelante ocho hijos, con un padre desastroso, era una mujer analfabeta y llena de sabidur¨ªa, yo creo que era la destinataria de la poes¨ªa de Nicanor¡±.
Babelia
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