En boca de otros artistas
Las figuras del impresionismo vieron en Pissarro a un maestro dispuesto a ense?ar y dar consejos
Maestro, amigo, mentor, colega¡ la figura de Camille Pissarro (1833-1903) aglutin¨® al grupo de los impresionistas, que intentaban abrirse paso con una nueva forma de pintar en el ¨²ltimo tercio del siglo XIX. Pissarro era el mayor; pero no solo su edad, sino tambi¨¦n su car¨¢cter paciente y su calidad art¨ªstica le convirtieron en el padre al que pedir consejo y del que recibir ¨¢nimos, algo de lo que dejaron constancia Monet, Renoir, Sisley, Degas, C¨¦zanne ¨Cque lo defini¨® como ¡°humilde y colosal¡±¨C Gauguin, Seurat o Signac, entre otros. As¨ª, fue habitual que pintores e intelectuales de la ¨¦poca hablasen de Pissarro, mayoritariamente con halagos; ¡°un corredor de fondo en el arte¡±, seg¨²n el director art¨ªstico del Museo Thyssen, Guillermo Solana, comisario de la exposici¨®n que ahora puede verse en Madrid. Esta es una selecci¨®n de lo que se dijo y qui¨¦n lo dijo del hombre nacido en las Antillas danesas.
¡°Pissarro tom¨® algo de unos y de otros, se dice. ?Y por qu¨¦ no? Todos se dirigieron por lo que ¨¦l hac¨ªa¡ Fue uno de mis maestros y no reniego de ¨¦l¡± (Paul Gauguin). El pintor que retrat¨® los paisajes de Tahit¨ª rompi¨® con el impresionismo en 1895 pero no dud¨® en reconocer la maestr¨ªa del que muchos consideraban ¡°padre del impresionismo¡±.
¡°Como usted es un artista, no necesita ning¨²n consejo, excepto este: hay que estudiar los valores de los tonos. No todos vemos igual: usted ve verde y yo lo veo gris¡±. (Camille Corot) Aunque era el veterano de los impresionistas, Pissarro tard¨® mucho en alcanzar el reconocimiento de los dem¨¢s. El suyo fue, sobre todo en sus inicios, un impresionismo m¨¢s realista, el que captaba de los paisajes al aire libre.
¡°Usted es muy torpe, Monsieur Pissarro¡ usted es un artista seg¨²n mi gusto¡± (?mile Zola). Entonces cr¨ªtico de arte, el escritor de Germinal escribi¨® con iron¨ªa de Pissarro, al que la cr¨ªtica oficial y el p¨²blico daba la espalda en las sucesivas exposiciones impresionistas, entre 1874 y 1886, con la consiguiente dificultad econ¨®mica para seguir con sus proyectos.
¡°Tiene un profundo sentimiento por la naturaleza y una vigorosa pincelada¡± (Th¨¦odore Duret). Este cr¨ªtico de arte fue uno de los que halag¨® el arte de Pissarro. Tras muchos a?os de paisajes rurales, Pissarro se volc¨® en el bullicio de las grandes ciudades (Par¨ªs, Londres). Mientras que otros consideraban las r¨²as parisienses vulgares, para ¨¦l transmit¨ªan vida y le fascinaban los tonos brillantes que refulg¨ªan de esos paseos mojados por la lluvia.
Pissarro tambi¨¦n habl¨® de s¨ª mismo, dej¨® declaraciones sobre su forma de pintar y su obra. Quiz¨¢s, la que resuma mejor el lema de su vida sea esta, cuando las diferencias y dificultades disgregaron para siempre a los impresionistas: ¡°Me aferro a mi deseo de seguir libremente mi camino¡±. El camino en la obra y en la vida, y en libertad.
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