Vargas Vila o el insulto como una de las bellas artes
Consuelo Trivi?o novela en ¡®La semilla de la ira¡¯ la vida de Jos¨¦ Mar¨ªa Vargas Vila, uno de los escritores m¨¢s pol¨¦micos del siglo XX
Considerado por Borges el maestro del insulto en Am¨¦rica Latina, el colombiano Jos¨¦ Mar¨ªa Vargas Vila (1860-1933) ha sido definido por los cr¨ªticos como un escritor genial, panfletario, soez y sutil a partes iguales. El intelectual colombiano se hizo famoso por sus textos libertarios contra el caudillismo, su posici¨®n anticlerical y sus narraciones demasiado er¨®ticas para la ¨¦poca que lo convirtieron en uno de los autores m¨¢s le¨ªdos y a la vez m¨¢s repudiados por las autoridades. La novelista colombiana Consuelo Trevi?o Anzola ha reinventado su figura y su discurso en su novela La semilla de la ira?que fue escrita en 2005, publicada en Colombia en 2008 por?Seix Barral, y que acaba de editarse en Espa?a apadrinada por la editorial Verbum.
¡°Mi libro es un h¨ªbrido entre la ficci¨®n y la historia¡± cuenta Trivi?o en una terraza aleda?a al Instituto Cervantes de Madrid, donde trabaja desde 1997, ¡°pero tambi¨¦n es una novela de viajes, una biograf¨ªa novelada y por fin una fantas¨ªa, porque tras su muerte, el esp¨ªritu de Vargas Vila sigue sobrevolando la historia de Am¨¦rica como un c¨®ndor que avista las dictaduras, el caudillismo y la violencia¡±. La obra, narrada en primera persona en un estilo que evoca la literatura escult¨®rica y preciosista del modernismo, reinventa la belle ¨¦poque hisp¨¢nica y retrata a figuras tan legendarias como Rub¨¦n Dar¨ªo y Jos¨¦ Mart¨ª, al que el protagonista define con un tono de voz ¡°vibrante poderoso y terrible¡±. ¡°Creo que el modernismo es lo m¨¢s interesante que nos ha ocurrido a los latinoamericanos literariamente hablando. Es nuestra mayor¨ªa de edad cultural y Dar¨ªo la encarna mejor que nadie¡±, explica la autora, que tambi¨¦n ha publicado las novelas Prohibido salir a la calle (1998), La semilla de la ira (2008), La casa imposible (2000), Una isla en la luna (2009) y la biograf¨ªa Jos¨¦ Mart¨ª, amor de libertad (2004).
Mi libro es un relato hist¨®rico, una novela de viajes, una biograf¨ªa novelada y tambi¨¦n una fantas¨ªa¡± Consuelo Trivi?o
¡°No tuve dios, no tuve patria, no tuve un amor; en m¨ª sobrevivi¨® solo una pasi¨®n, a la que no he renunciado jam¨¢s y por la que he sacrificado todo cuanto soy: ?LA LIBERTAD!¡±. La voz a ratos airada y a ratos apasionada de Vargas Vila planea por las p¨¢ginas de la novela retratando ciudades como Par¨ªs, Roma, Madrid y Buenos Aires, ajustando cuentas con sus enemigos terrenales y sus fantasmas internos. ¡°Esa faceta suya tan sarc¨¢stica y punzante le hace parecerse a nuestro Fernando Vallejo¡±, comenta la escritora refiri¨¦ndose al pol¨¦mico autor de El desbarrancadero (2001). ¡°?l siempre ha querido escribir una novela sobre Vargas Vila, pero creo que no ha encontrado el tono. De hecho me intent¨® convencer de que hab¨ªa cometido un error escribiendo esta obra¡±.
Aunque la novela sobre su vida la escribi¨® Consuelo Trivi?o en solo un a?o, el bagaje documental se remonta tres d¨¦cadas. En 1983, a?o en el que se instal¨® definitivamente en Espa?a, la autora hizo una tesis doctoral sobre el personaje: ¡°Cuando acab¨¦ mi investigaci¨®n, quise olvidarme de Vargas Vila, pero en 1987 Fidel Castro anunci¨® que hab¨ªan encontrado sus manuscritos en Cuba. Sin dudarlo, fui a La Habana a rescatar el texto. Esos diarios han sido mi principal fuente de documentaci¨®n¡±. La autora tambi¨¦n bebi¨® de su extensa obra novel¨ªstica:?Vargas Vila es autor de m¨¢s de un centenar de libros, como Aura o las violetas, Flor de fango, Los divinos y los humanos, Los c¨¦sares de la decandencia, El ritmo de la vida, motivos para pensar, Los parias,El huerto del silencio, Ibis y Lirio blanco. Delia.
Como ejercicio literario, la imitaci¨®n de voces hist¨®ricas ha dado frutos de todo tipo, desde la documentaci¨®n exhaustiva de El farmer (1996) de Andr¨¦s Rivera, en la que el argentino se mete en la conciencia del caudillo Juan Manuel Rosas, hasta la versi¨®n surreal de El mundo alucinante, en la que Reinaldo Arenas mezcla la biograf¨ªa del mexicano Fray Servando Teresa de Mier con la suya propia, bas¨¢ndose en su experiencia como exiliado y represaliado. ¡°Yo tambi¨¦n fusiono la visi¨®n de Vargas Vila con la m¨ªa propia¡±, explica la autora de La semilla de la ira, ¡°pero document¨¢ndome a trav¨¦s de lo diarios y la literatura de la ¨¦poca¡±. De esta forma, el protagonista de la novela se siente desolado en un Madrid de principios del XX ¡°provinciano, apolillado y conventual¡± tal y como lo describi¨® Baroja en La lucha por la vida (1904). Pero en este caso, la opini¨®n del Vargas Vila ficcional no coincide con la de Trivi?o: ¡°Hoy es la ciudad que m¨¢s me gusta de Espa?a, la ¨²nica en la que me siento una ciudadana del mundo¡±.
Desde los a?os setenta, la novela hist¨®rica hispanoamericana ha experimentado una eclosi¨®n cualitativa y cuantitativa. Entre las decenas de obras destacables se encuentran la novela de dictador Yo, el supremo (1974), del paraguayo Augusto Roa Bastos, el drama b¨¦lico Noticias del imperio (1987), del mexicano Fernando del Paso, la surrealista visi¨®n del descubrimiento en Los perros del para¨ªso (1983), de Abel Posse, el viaje p¨®stumo de Santa Evita (1995), de Tom¨¢s Eloy Mart¨ªnez, y la aclamada y desgarradora La fiesta del chivo (2001), de Mario Vargas Llosa. Trivino asegura que su obra no ha bebido de la novela hist¨®rica sino del modernismo y la experiencia personal, pero no ahorra elogios a la hora de ensalzar la literatura hispanoamericana pasada y presente y reivindicar la autenticidad de los nuevos escritores: ¡°Creo que la actual narrativa est¨¢ en una b¨²squeda muy interesante tanto en Espa?a como en Am¨¦rica. Ante la ca¨ªda de la industria editorial no tiene sentido escribir para vender. No hay m¨¢s remedio que ser aut¨¦nticos¡±.
Babelia
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