El arquitecto que aterriz¨® en Heathrow

El 4 de junio de 2014, a las 17.35, un vuelo de United Airlines procedente de Chicago inaugurar¨¢ la nueva Terminal 2 del aeropuerto londinense de Heathrow, el de mayor tr¨¢fico internacional del mundo. Antes, el 19 de noviembre de este a?o, un estudio de arquitectura espa?ol, LVA (Luis Vidal+Arquitectos) entregar¨¢ el edificio para que la autoridad aeroportuaria brit¨¢nica comience su preparaci¨®n t¨¦cnica. Las fechas son tan precisas como puntillosas las medidas de seguridad del proyecto. El idioma a pie de obra es el ingl¨¦s, pero esta vez quienes dan ¨®rdenes hablan tambi¨¦n en castellano.

Con un proyecto m¨¢s cercano a los firmados por grandes despachos del mundo que a los que han dado reputaci¨®n de cultos a los peque?os estudios espa?oles, Luis Vidal (Barcelona, 1969) podr¨ªa estar abriendo camino a otra forma, no sustitutiva sino alternativa, de entender la arquitectura en Espa?a. El trabajo en equipo y la profesionalidad, por encima de la creatividad, son las claves de esa v¨ªa en la que el dise?o es el resultado de cumplir plazos y presupuestos y la capacidad negociadora, la llave maestra para abrir puertas.

La de esta terminal en construcci¨®n se abri¨® en 2004. Por entonces, la empresa Ferrovial invirti¨® 19.000 millones de euros en el 65% del accionariado de la British Airport Authority. Firm¨® adem¨¢s el compromiso de tener lista la terminal para los Juegos Ol¨ªmpicos de 2012. Norman Foster hab¨ªa sido el elegido para dise?ar ese proyecto, pero una auditor¨ªa contratada por la ingenier¨ªa pronostic¨® problemas. Le calcularon 300 millones de euros de m¨¢s y 18 meses de retraso. Ante la imposibilidad de rebajar esas cifras, Ferrovial llam¨® a Luis Vidal, que hab¨ªa firmado con ellos el aeropuerto de Zaragoza en 2009 y hab¨ªa acumulado experiencia dirigiendo la construcci¨®n de la T4 de Barajas y del aeropuerto de Varsovia con Estudio Lamela.

Vidal y Foster colaboraron en un nuevo dise?o durante un a?o. ¡°Ellos son 1.500 y nosotros 50, pero aceptaron ir al 50%¡±, explica el arquitecto espa?ol. Sin embargo, 11 meses despu¨¦s, el autor del mayor aeropuerto del mundo, en Pek¨ªn, y de algunos de los m¨¢s insignes aer¨®dromos del planeta prefiri¨® no continuar y, haciendo gala de su t¨ªtulo de sir, envi¨® una carta a Ferrovial en la que aseguraba que su colega terminar¨ªa bien el proyecto. La T2 de Heathrow hab¨ªa iniciado su cuenta atr¨¢s y Luis Vidal su despegue internacional.

Nacido en Barcelona y crecido en Palma, Vidal estudi¨® arquitectura en la Universidad de Greenwich y es socio del Royal Institute of British Architects desde 1995. Su premonitorio proyecto de final de carrera lo retrata: la ampliaci¨®n del aeropuerto de la City de Londres (que se realizar¨ªa a?os despu¨¦s). Ganar el concurso para el primer puerto espacial comercial del mundo, que comenzar¨¢ a construirse en Denver este oto?o, refleja tambi¨¦n la ambici¨®n de un estudio que, hasta hoy, ha firmado fundamentalmente hospitales (como el Infanta Leonor en Madrid) y aeropuertos. Tal vez por eso, Vidal habla de ¡°hospitales aeroportuarios¡±, ideados para reducir la ansiedad del paciente con soluciones como la luz natural o la facilidad de orientaci¨®n. Todo eso lo ofrece tambi¨¦n la nueva T2 de Heathrow. De planta cuadrada y cubierta ondulada, la ligereza de la estructura met¨¢lica que sujeta los 210.000 metros del inmueble recuerda a la vecina T5, proyectada por Richard Rogers. Sin embargo, la T2 reduce su tiempo de ejecuci¨®n. Tambi¨¦n rebaja el consumo energ¨¦tico (en un 41%) respecto a la antigua y hoy demolida T2, gracias a las aperturas de la cubierta a la luz del norte ¡ªque ilumina sin calentar¡ª, a las telas tensadas interiores ¡ªque difunden la luz¡ª y al sistema de climatizaci¨®n geot¨¦rmico que caldea y ventila las instalaciones.

Entre el metro de Londres, que circula pegado a los cimientos de la terminal, y la l¨ªnea de techo impuesta por la torre de control, los arquitectos espa?oles han levantado un edificio cuyo principal atributo suena terap¨¦utico: ¡°reducir la ansiedad y rescatar el placer¡±. Esa comodidad de uso est¨¢ basada en par¨¢metros arquitect¨®nicos: luz natural y apertura espacial para que el pasajero se ubique. ¡°Aqu¨ª uno se orienta mirando el techo¡±, se?ala Vidal. Y es cierto que las tres ondas de la cubierta marcan las zonas de facturaci¨®n, seguridad y espera, una espera que, como en la T5, permite vigilar los aviones desde las cafeter¨ªas y las tiendas. Esa iluminaci¨®n y esa amplitud tienen un precio: menos metros cuadrados de explotaci¨®n comercial. El argumento de Vidal ¡ª¡°la gente se relajar¨¢ y comprar¨¢ m¨¢s¡±¡ª ha convencido a su cliente. En un mundo de prisas y compulsiones cuesta estar de acuerdo. Pero mantener ese orden despejado en el futuro conseguir¨ªa probar sus ideas.

Frente a los argumentos psicol¨®gicos, la clave para cumplir los plazos est¨¢ en la modulaci¨®n: ¡°La repetici¨®n de elementos sencillos es la manera m¨¢s r¨¢pida y econ¨®mica de construir¡±, asegura Vidal. Nada en la ingente terminal supera la medida de 2 x 3 metros para facilitar el acceso del material por el ¨²nico t¨²nel que conduce a las instalaciones. En este aer¨®dromo tan denso ha encontrado Vidal su oportunidad de oro. ¡°No busco la foto, busco a la gente¡±, explica. Y es cierto que el edificio se percibe m¨¢s eficaz que memorable, un lugar donde la arquitectura prefiere ayudar que admirar.