Una de vikingos

Michael Hirst (Londres, 1952) puede ser un desconocido para el gran p¨²blico pero desde luego no lo es para la industria. De su pluma han surgido series como Camelot o Los Tudor y pel¨ªculas como Elizabeth y es c¨¦lebre por su talento a la hora de sumar ficci¨®n con hechos hist¨®ricos y que el espectador no intuya la bisagra que separa ambos g¨¦neros. Esa naturalidad a la hora de crear productos para el gran p¨²blico le ha llevado hasta lo que muchos consideran como su mejor trabajo: Vikingos (estreno hoy, 22.30, en TNT, dial 24 de Canal +).

?¡°Hace unos a?os la gente de MGM (Metro Goldwyn Mayer) me tante¨®. Ten¨ªan los derechos de muchos cl¨¢sicos como Los vikingos, la pel¨ªcula de Richard Fleischer, y decidieron que quiz¨¢s fuera el momento de hacer algo con ello, quiz¨¢s un remake o una serie de televisi¨®n, no estaba claro. Yo me mostr¨¦ muy interesado porque algunos a?os antes hab¨ªa le¨ªdo un gui¨®n sobre Alfredo el Grande, que hab¨ªa luchado contra los vikingos. Empec¨¦ a investigar y descubr¨ª cosas muy interesantes, a pesar de que es muy dif¨ªcil encontrar informaci¨®n sobre ellos. La cuesti¨®n es que al final no sali¨® nada, lo cual fue francamente frustrante pero habitual A?os despu¨¦s alguien se me acerc¨® para encargarme el desarrollo de una serie sobre el tema y con esa informaci¨®n que ten¨ªa guardada empec¨¦ de nuevo¡±.

Hirst es un hombre extremadamente afable y la cita se produce en su club. Uno de esos cl¨¢sicos refugios londinenses donde no est¨¢ permitido usar el m¨®vil. ¡°La cuesti¨®n es que empec¨¦ a hacer m¨¢s b¨²squeda y me encontr¨¦ con un problema b¨¢sico: ?c¨®mo hacer una serie con los vikingos como protagonistas, cuando estos est¨¢n catalogados como asesinos que llegaban y mataban a todo el mundo? As¨ª que me tom¨® un tiempo desarrollar la idea y encontrar a mi h¨¦roe. Cuando acab¨¦ llevamos el proyecto a varias cadenas pero History Chanel fue el que m¨¢s insisti¨®: la quer¨ªa como fuera. Cre¨ª que ten¨ªa mucho sentido hacerla all¨ª porque es, b¨¢sicamente, una serie de ra¨ªces hist¨®ricas¡±.

La serie ha conquistado a la audiencia estadounidense y ha condenado a Hirst a escribir otra temporada (con opci¨®n a una tercera): ¡°?Qu¨¦ quiero contar? Hay algo que me sorprende y es la cantidad de prejuicios que existen sobre ellos, la mala fama que tienen, por decirlo de un modo sencillo. Todas las decisiones las tomaban por asamblea, en uno de los procesos democr¨¢ticos m¨¢s cristalinos que se conocen. Respetaban a las mujeres, que eran parte esencial de las tomas de decisiones y eran admitidas en todos los ¨¢mbitos de su sociedad. Y s¨ª, eran guerreros feroces y no ten¨ªan miramientos, pero eso puede aplicarse a casi cualquier sociedad en aquellos tiempos¡±.