Cultura gastron¨®mica en su punto
La Feria del Libro constata un creciente inter¨¦s por los ensayos culinarios
M¨¢s all¨¢ de degustar la comida y querer aprender a cocinar, los espa?oles est¨¢n cada vez m¨¢s interesados en aprender filosof¨ªa e historia culinaria, cultura gastron¨®mica. Las editoriales han ampliado su cat¨¢logo en esta l¨ªnea, e incluso inaugurado nuevas colecciones que alimentan la curiosidad del lector por la intrahistoria del mundo culinario, como se ha visto en esta 72? Feria del Libro de Madrid que termina ma?ana despu¨¦s de 17 d¨ªas.
En las librer¨ªas y en el Parque del Retiro, escenario de la cita madrile?a, tambi¨¦n triunfan las obras especializadas tipo Objetivo: cupcake perfecto (Aguilar), de la bloguera y responsable de una escuela de reposter¨ªa creativa Alma Obreg¨®n. Unos 37.000 ejemplares para el recuento de la editorial que tiene una colecci¨®n dulce, Chic&Delicious. Para Maite Su?er, editora, ¡°la gastronom¨ªa es un mercado importante, que supone unos 25 millones de euros anuales. Ayuda a un sector que est¨¢ sufriendo mucho con la crisis¡±. El creciente inter¨¦s por la gastronom¨ªa, la compra de libros para aprender a cocinar porque ya no ense?an la madre ni la abuela y el guisar en casa y con amigos para ahorrar son factores que ¡°a los editores les vienen bien¡±. Al igual que ¡°el fen¨®meno de los blogueros populares¡±, como la citada Obreg¨®n, El Comidista o Falsarius Chef.
Al lado de estos fen¨®menos y de otros, como los recetarios de chefs de primera (como Adri¨¤) y cl¨¢sicos (las 1.000 vidas de 1.080 recetas de cocina, de Simone Ortega), es donde se sit¨²a la tendencia de la cultura gastron¨®mica para digerir el conocimiento. Ah¨ª est¨¢ el ensayo La importancia del tenedor (Turner), de Bee Wilson (responsable de la columna The kitchen thinker en The Sunday Telegraph). ¡°Es una historia cultural de las cocinas, de las vidas cotidianas. Un libro muy bien narrado y con capacidad de comunicaci¨®n¡±, opina Pilar ?lvarez, de Turner. ¡°Nos interesa¡±, cuenta ?lvarez, ¡°un lector con curiosidad, con cierto nivel de indagaci¨®n, y este perfil est¨¢ en aumento. Este tipo de libros se pueden leer igual ahora que dentro de cinco a?os¡±. Una idea que comparte Anik Lapointe, de la editorial RBA: ¡°Una de las caracter¨ªsticas de los libros gastron¨®micos es que siguen vivos largo tiempo, son longsellers¡±.
Esa apuesta por los libros de reserva que envejecen bien y se saborean fuera de tiempo es la raz¨®n de existir de Trea, una editorial asturiana que desde 2003 se empe?a en las apuestas arriesgadas. ¡°Aunque no vendamos¡±, confiesa su responsable, ?lvaro D¨ªaz Huici. En su colecci¨®n La comida de la vida hay 60 libros: ensayos, monogr¨¢ficos, recuperaciones de autores cl¨¢sicos¡ Uno de estos rescates para bibli¨®filos, 36 maneras de guisar el bacalao (escrito en 1901 por Manuel Mar¨ªa Purga y Parga Picadillo) ha sido el m¨¢s vendido, cuenta D¨ªaz Huici. La historia de la alimentaci¨®n, de Jean Louis Flandrin y Massimo Montanari, define su obsesi¨®n por ¡°divulgar con tenacidad y constancia la gastronom¨ªa como hecho cultural¡±. Aunque su labor de ¡°arqueolog¨ªa culinaria¡± no conquista masas, a veces ¡°damos en la diana con las modas¡±, dice. Ocurri¨® con La cerveza¡ poes¨ªa l¨ªquida. Un manual para cervesi¨¢filos, de Steve Huxley.
¡°El libro que m¨¢s vende no es siempre el que m¨¢s dura. La literatura gastron¨®mica es de largo recorrido¡±, confirma Arancha Miralles, responsable de la pionera gastrolibrer¨ªa Aliana: ¡°Cuando empezamos, hace 22 a?os, hab¨ªa un estante. Ahora hay un mont¨®n de producci¨®n, en castellano y en otros idiomas, y con libros muy especializados: c¨®mo preparar gin-tonics, c¨®mo elaborar pan¡ tambi¨¦n novelas gastron¨®micas¡ Vamos m¨¢s all¨¢ del recetario¡±. Adem¨¢s de surtir en su espacio madrile?o, Aliana ha extendido una mesa literaria por Internet: ¡°Hay mucha demanda de libros espa?oles de gastronom¨ªa en Am¨¦rica Latina, Estados Unidos y Jap¨®n¡±.
Nacional y global, pues, el inter¨¦s de la audiencia sigue distintos aromas de la cultura alimenticia.
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