El gusanillo de la televisi¨®n
La peque?a pantalla acoge a consagrados realizadores de la industria del cine espa?ol. Ganadores de Premios Goya ruedan series para las grandes cadenas
Ante el auge de las series, muchos aficionados defienden la idea de que el mejor cine se hace hoy en televisi¨®n. En Estados Unidos, todo tipo de directores se han volcado en esfuerzos cat¨®dicos, desde los a?os ochenta con Michael Mann y Corrupci¨®n en Miami, hasta los noventa, marcados por Twin Peaks, de David Lynch. Hoy, la televisi¨®n acoge a nombres tan reputados como Steven Spielberg (que comenz¨® su carrera en episodios de Colombo) gracias a series como Band of brothers y The Pacific, y Martin Scorsese, impulsor de Boardwalk Empire para la HBO. La lista crece con el argentino Campanella, que ha viajado desde Ley y orden hasta House. Tambi¨¦n con Frank Darabont, responsable de The walking dead; Ridley Scott y su hermano Tony, cuya productora Scott Free aval¨® Los pilares de la Tierra, y el irland¨¦s Neil Jordan, padre de Los Borgia para la cadena Showtime.
En Espa?a, desde los tiempos en que realizadores como Pilar Mir¨® dirig¨ªan entregas de Estudio 1 en TVE, el desembarco de cineastas en televisi¨®n ha sido progresivo, gracias a autores como Fernando Colomo, participando en Chicas de hoy en d¨ªa y ?Ay, se?or, se?or!, y el regreso hace unos a?os de Historias para no dormir con entregas dirigidas por Jaume Balaguer¨®, Paco Plaza e Ib¨¢?ez Serrador, entre otros.
Villaronga: ¡°Lo que condiciona una serie no es el medio, sino el formato¡±
As¨ª, los grandes nombres de la industria del cine ruedan hoy series. En 2012, Enrique Urbizu triunfaba en los Premios Goya con No habr¨¢ paz para los malvados. Un autor cuya vida es el cine (¡°Yo soy director hasta cuando no estoy trabajando¡±, asegura) rueda en Budapest las aventuras del capit¨¢n Alatriste. ¡°Aunque no vaya a dirigir la serie completa, yo arranco con los dos primeros cap¨ªtulos y defino un poco el estilo¡±. Urbizu tiene clara la diferencia entre cine y televisi¨®n: ¡°Quer¨ªa someterme a esta presi¨®n, aqu¨ª vamos rapid¨ªsimo y rodamos para otro tama?o de pantalla, no hay encuadres de conjunto, se manejan menos opciones de planos¡¡±.
Daniel Calparsoro, autor de miniseries que han atrapado a los televidentes, como Castigo y Tormenta para Antena 3, y La ira para Telecinco, abunda en esta cuesti¨®n: ¡°Como director t¨² eres quien eres, en cine y en televisi¨®n, pero te tienes que adaptar: los tiempos y el lenguaje son otros y tienes que mostrar, no sugerir, porque el espectador tiene un mando en la mano¡±.
Lo cierto es que los productos televisivos nacionales quieren cuidarse cada vez m¨¢s: ¡°Creo que nos llaman por eso, para conseguir que estos trabajos tengan una calidad cinematogr¨¢fica, cuidar m¨¢s a los actores y hacer un trabajo m¨¢s concienzudo¡±, asegura Miguel Albaladejo, director de filmes como Manolito Gafotas, Ataque verbal y Cachorro, que insiste en que la televisi¨®n maneja otros par¨¢metros. ¡°Est¨¢s obligado a resolver m¨¢s r¨¢pido, hay que rodar muchas secuencias al d¨ªa¡±, a?ade, sumergido en Vivo cantando, que rueda para Antena 3.
Los productos nacionales buscan ahora una calidad cinematogr¨¢fica
Agust¨ª Villaronga, vencedor con su pel¨ªcula Pa negre en la edici¨®n de 2011 de los Goya, acaba de estrenar en TVE Carta a Eva, premiada el pasado jueves con las Ninfas de Oro a la mejor miniserie y a la mejor actriz en el Festival de Montecarlo. Villaronga pens¨® el producto en t¨¦rminos de cine: ¡°Al ser un poco novato, el guion lo escribimos con un pensamiento cinematogr¨¢fico, solo ten¨ªamos en cuenta que la estructura era en dos cap¨ªtulos y que el primero ten¨ªa que terminar en alto¡±. Villaronga defiende que lo decisivo es el formato: ¡°Un director cuenta una historia sujeta a unas im¨¢genes, y lo que condiciona es el formato de la serie, no el medio; por ejemplo, en ?guila Roja encuentras un lenguaje cinematogr¨¢fico, y en Aqu¨ª no hay quien viva, no¡±. De esta manera, los espectadores espa?oles consumen series nacionales con tanta avidez como lo hacen con las americanas, lo que quiz¨¢ reduzca las distancias: ¡°Yo soy fan de La que se avecina y dudo que los americanos pudieran lograr ese nivel de locura y de realismo, pero si hablamos de las cadenas de pago como HBO, esa libertad creativa es inasumible por las cadenas generalistas¡±, afirma Urbizu. Tal vez la lucha ahora sea la de conseguir para el cine espa?ol una aceptaci¨®n igual de acusada. ¡°La televisi¨®n, que ves en casa y gratis, ha hecho que los espectadores identifiquen las series como propias; el espectador de las salas, si paga una entrada, quiere ver espect¨¢culo y efectos especiales en una pantalla gigante¡±, asegura Calparsoro.
En esa desafecci¨®n hacia el cine espa?ol no es ajena la reciente subida del IVA. ¡°Ha hecho mucho da?o¡±, se lamenta Villaronga, ¡°ha provocado que espectadores ya ganados se hayan perdido¡±. Albaladejo apunta m¨¢s razones: ¡°Tanto las series como las pel¨ªculas son las que quieren las cadenas de televisi¨®n y con ese filtro hacemos pel¨ªculas que se parecen mucho a lo que se emite en la tele¡±. La visi¨®n de Urbizu es m¨¢s pesimista: ¡°?ltimamente la gente no consume cine espa?ol ni del otro. Acarreamos a?os de desinter¨¦s por el cine y por la cultura en general. Pero seguiremos aqu¨ª, porque este es un oficio de fe. A eso hemos venido¡±.
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