La lucha por el poder regresa a la SGAE
Reixa llega ¡®tocado¡¯ a la asamblea general del jueves por la pol¨¦mica sobre los derechos musicales en televisi¨®n Pese a presentarse como un plebiscito sobre su gesti¨®n, el presidente prev¨¦ superar la votaci¨®n
Un a?o despu¨¦s de ganar las elecciones y de proclamar el nacimiento de una ¡°nueva SGAE¡±, Ant¨®n Reixa no ha logrado silenciar el eterno sainete de la entidad. Se han renovado muchos ¨®rganos y ha aumentado la transparencia. Pero las descaradas luchas de poder no han cesado durante todos estos meses. Ma?ana se celebra la asamblea general ordinaria, donde 21.734 socios (de los 106.742 totales) est¨¢n llamados a votar para pronunciarse sobre la gesti¨®n y las cuentas de la entidad. Caen los ingresos un 16,2% (de 320 millones a 268,2). Pero se mantiene un reparto mayor (384 millones) para los autores gracias a los 75 millones de euros obtenidos del fondo que la entidad ten¨ªa sin identificar. Cinco de los 14 miembros del Consejo se negaron a firmar las cuentas con un argumento que servir¨¢ ma?ana a los opositores a Reixa para intentar forzar su dimisi¨®n si no se aprobasen. Este plebiscito es la pen¨²ltima batalla de una agotadora guerra librada en todo tipo de foros durante meses. Incluso en la propia junta directiva de la SGAE, donde fue sometido a una moci¨®n de censura y dos miembros destacados de su equipo ya le han dado la espalda.
El enfrentamiento alcanz¨® su m¨¢xima violencia cuando el presidente decidi¨® abrir hace un par de meses un expediente a 11 socios enriquecidos llamativamente en los ¨²ltimos a?os con la m¨²sica de las emisiones televisivas de madrugada. A trav¨¦s de cesionarias y productoras propias, el conjunto de los implicados -entre los que est¨¢n Rafael Tena, Juan M¨¢rquez, Manuel Carrasco, Fernando Berm¨²dez, Gloria Tubio, Elena Zubareva, Ana Beltr¨¢n, Fernando Peque?o y Jos¨¦ Luis Rup¨¦rez - pas¨® de obtener 550.000 euros en 2005 (con 106 obras registradas), a 25.736.577 euros (con casi 25.000 t¨ªtulos). Evidentemente, no son composiciones ¨ªntegras, sino registradas mediante porcentajes y comisiones. Y ellos son los que m¨¢s recaudan. Hasta el triple que estrellas como Pablo Albor¨¢n. Y los que m¨¢s votos tienen. La madre de uno de ellos, dada de alta en la SGAE en 2007, ha inscrito desde entonces 275 obras sinf¨®nicas. Recauda m¨¢s que los maestros Alb¨¦niz o Rodrigo con m¨²sica emitida de forma inaudible como fondo de algunos programas de madrugada o en horarios en los que solo est¨¢ despierto el vidente Sandro Rey.
Los implicados se revolvieron e iniciaron una virulenta campa?a en Internet contra Reixa. Pese a amagar con montar una asociaci¨®n escindida de la SGAE, permanecieron en la sociedad y han participado activamente en las 13 preasambleas de las delegaciones para lograr el voto en contra de las cuentas del presidente, a quien acusan de estar al servicio de las discogr¨¢ficas. Dichas votaciones han arrojado un c¨®mputo a favor de las cuentas de 2.886 y en contra 852. Una proporci¨®n, creen los afines a Reixa, similar a la que se ver¨¢ el jueves.
Las cuentas fueron rechazadas por cinco de los 14 miembros del Consejo de la SGAE
Pero hay m¨¢s frentes. Jos¨¦ Miguel Fern¨¢ndez Sastr¨®n, rival de Reixa en las anteriores elecciones y uno de los miembros de la junta que ha rechazado las cuentas, escenific¨® ayer por la ma?ana su proximidad con este grupo en una rueda de prensa conjunta con el presidente de ACAM, Jos¨¦ de Eusebio, y Miguel ?ngel Chastang (vicepresidente de AMA). ¡°No compartimos la gesti¨®n que ha llevado a la aprobaci¨®n de estas cuentas. El lobo no viene. El lobo est¨¢ en esta casa y se llama incompetencia¡±, lanz¨® en referencia a la presunta petici¨®n del presidente de que no se generen discrepancias por temor a revivir situaciones del pasado. Sastr¨®n y un grupo de miembros de la junta promovieron sin ¨¦xito una moci¨®n de censura contra Reixa cuando EL PA?S public¨® que el actual presidente de la SGAE recibi¨® una subvenci¨®n para su productora de manos de quien luego ser¨ªa su delegado del ¨¢rea noroeste, Juan Carlos Fern¨¢ndez Fasero. Finalmente, fue destituido. Pero el desgaste fue tremendo.
Sastr¨®n rechaza ahora las cuentas y la gesti¨®n por dos motivos fundamentales, dijo ayer. Primero piensa que la SGAE (que ha sometido todo el proceso a una auditor¨ªa) asume err¨®neamente como ingresos 11 millones de una bolsa pendiente de identificar que deber¨ªa ir a parar a sus autores (en realidad no est¨¢n registrados en ninguna sociedad). Y segundo, por la gesti¨®n del caso de la red de teatros Arteria. Todos esos inmuebles adquiridos durante la ¨¦poca de Teddy Bautista se pusieron a la venta a trav¨¦s de una empresa (Thesan Capital) que ha logrado desprenderse solo de tres de ellos en Argentina y M¨¦xico. Sastr¨®n critica que se le haya pagado un sueldo mensual de 35.000 euros al margen de sus comisiones. Sospecha de su elecci¨®n. Ese contrato ha quedado ya rescindido.
El presidente llega a la asamblea muy tocado, pero con margen de apoyo suficiente para superarla. De puertas adentro, est¨¢ m¨¢s complicado. Ferm¨ªn Cabal y Antonio Onetti (presidente de la Fundaci¨®n Autor), dos de sus antiguos partidarios, le han retirado el apoyo. Incluso uno de ellos ha llegado a postularse como posible presidente si las aguas contin¨²an revueltas. El grupo de ocho editores de la junta (capaz de aportar varios miles de votos) no termina de comulgar con su gesti¨®n. Pero le prefieren a Sastr¨®n y seguir¨¢n apoy¨¢ndole. La asamblea se prev¨¦ larga, turbulenta y con las bochornosas salidas de tono habituales entre algunos socios de la SGAE. Pero la cuesti¨®n es qu¨¦ hacer el d¨ªa siguiente.
Reixa tiene sobre la mesa un posible pacto para una mayor¨ªa estable hasta el final de mandato con unos 22 votos (sobre los 39 de la junta). A cambio, deber¨¢ ceder poder ejecutivo (financiero, comercial, sistemas y recursos humanos) a la directora general Natalia Garz¨®n. Algo a lo que, de alguna manera, se comprometi¨® al ganar las elecciones y marcarse el reto de ¡°profesionalizar¡± la instituci¨®n. Quiz¨¢ la ¨²nica manera de terminar con el perenne sainete.
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