¡°Los hombres temen que las mujeres nos riamos de ellos¡±

La primera cabeza cortada aparece en la p¨¢gina 13. La escritora inglesa de origen nigeriano Helen Oyeyemi no da ni un respiro al lector en El se?or Fox (El Acantilado), escritor que no puede ceder al impulso de matar a todas las mujeres protagonistas de sus historias, incluida la suya. Parece un cuento de hadas, hay una musa. Hasta ah¨ª el parecido, porque la musa primero le afea la conducta al escritor y acaba tomando vida real y ret¨¢ndole. Barba azul, el cuento de hadas de Charles Perrault, y figuras de la mitolog¨ªa tienen mucho que ver con El se?or Fox,cuarta novela de la escritora nacida en Nigeria en 1984 en una familia que emigr¨® del pa¨ªs cuando ella ten¨ªa cuatro a?os y que se estableci¨® en Inglaterra.

Directa y concisa en las respuestas, Oyeyemi explica que su primera novela, La ni?a ?caro ¡ªsobre la soledad y el desarraigo de una joven anglonigeriana¡ª la escribi¨® a los 18 a?os cundo preparaba los ex¨¢menes de selectividad: ¡°Era algo febril, no pod¨ªa parar de escribir y tuve mucha suerte porque logr¨¦ la nota para entrar en la universidad de Cambridge¡±. All¨ª estudi¨® Ciencias Pol¨ªticas: ¡°No ten¨ªa claro que quisiera ser escritora y en Cambridge pod¨ªa estudiar pol¨ªtica, psicolog¨ªa o sociolog¨ªa. Yo quer¨ªa ser psic¨®loga, aunque creo que no podr¨¦ ser nunca buena porque cuando la gente me explica visiones, yo me las creo siempre y... no se trata de eso¡±, dice riendo.

Los libros y la literatura fueron ganando baza. En 2007 public¨® su segundo libro, The Opposite House ¡ªuna historia de la mitolog¨ªa cubana¡ª y dos a?os m¨¢s tarde White is for Witching ¡ªla desaparici¨®n de una estudiante en Cambridge¡ª que obtuvo el premio Somerset Maugham. Tras El se?or Fox, ha sido incluida en la lista Granta de los mejores novelistas ingleses j¨®venes. Y todo ese recorrido cuando todav¨ªa no ha llegado a los 30 a?os: ¡°Pienso si he hecho lo correcto, si no he malgastado mi juventud¡±, dice sonriendo.

Se declara feminista pero no de movimientos sino del d¨ªa a d¨ªa: ¡°Me preocupa mucho las agresiones que sufren las mujeres en manos de los hombres. Creo que todos tenemos que ayudar a denunciar esa realidad¡±. En El se?or Fox la agresi¨®n f¨ªsica y psicol¨®gica y el miedo est¨¢n presentes en un buen n¨²mero de las nueve historias que componen el libro: desprecios, agresiones, cabezas que ruedan, atropellos... ¡°Intent¨¦ plantearme qu¨¦ tienen que expiar los hombres y las mujeres entre s¨ª, un poco siguiendo el experimento que hizo Margaret Atwood, que pidi¨® a un grupo de hombres que explicaran qu¨¦ tem¨ªan de las mujeres y donde contestaron que lo que les daba miedo era que se rieran de ellos. Al hacer la misma pregunta a ellas, la respuesta fue que las mataran. Y esa es la diferencia b¨¢sica: el nivel de los miedos de cada uno de ellos; las mujeres se pueden re¨ªr, pero los hombre las matan¡±.

Esa lucha est¨¢ en la novela de Oyeyemi. Parte de un personaje, el escritor, que cree que tiene controlada a su musa ¡ªMary¡ª pero las cosas cambian. ¡°La musa cobra conciencia, se hace real, se burla de ¨¦l, incluso se hace c¨®mplice de su mujer y ¨¦l se asusta, tiene miedo de que las dos se r¨ªan de ¨¦l. Ese es el miedo de los hombres, que nos riamos de ellos", reflexiona.

Pese a ello, Oyeyemi cree que no hay una lectura feminista en El se?or Fox: ¡°Tiene otras fijaciones, como el poder de la imaginaci¨®n o lo que significa la fidelidad en las relaciones o lo que supone contar historias¡±. En uno de los relatos, Mary interroga a Mr. Fox sobre si es consciente que la gente imita lo que lee. La comicidad tambi¨¦n est¨¢ presente en algunos de los relatos, especialmente cuando la musa critica lo que escribe. Asimismo, afloran tambi¨¦n la mitolog¨ªa y los cuentos. Daphne ¡ªla mujer de Mr. Fox¡ª se llama as¨ª por el personaje de Rebeca (la novela de Daphne Du Maurier en la que la joven esposa muere), pero tambi¨¦n por la ninfa de la mitolog¨ªa que huye de Apolo y se convierte en ¨¢rbol.

Oyeyemi dice que la lista de escritores que le inspiran son muchos y cita a Graham Greene, Pushkin, Calvino y las novelas de Barbara Comyns. La joven escritora practica curas de silencio que consisten en no hablar nada durante una semana: ¡°Incluyo los emails, que es lo m¨¢s duro. Y planificarlo todo muy bien porque, por ejemplo, hay que acaparar provisiones para no tener que ir a la tienda y hablar. El silencio absoluto te ense?a a no reaccionar ante las cosas y al final de la semana te das cuenta de que lo que te parec¨ªa muy importante, en realidad no lo era¡±. Reconoce que ese ¡°voto de silencio¡± tiene algo de espiritual y dice que la fortalece.

Sostiene Oyeyemi que aun no ha encontrado su ciudad. Viajera, asegura que ella no eligi¨® Londres, que Par¨ªs ¡°no me quiere¡± y que la ciudad en la que, por ahora, se siente m¨¢s a gusto es Praga. Mientras viaja de un lado a otro, acaba de terminar su quinto libro: la historia de una madrastra malvada en los Estados Unidos de los a?os 50.