?Cu¨¢nto miden tus manos?
Todo irland¨¦s es un gran contador de historias, asegura el pintor e ilustrador Oliver Jeffers Las suyas, t¨ªtulos como 'Perdido y encontrado' o 'Este alce es m¨ªo', son best sellers internacionales
Si hay algo que todo irland¨¦s sabe hacer es contar una buena historia. ¡°En nuestra cultura es un arte. Durante generaciones nos hemos intercambiado relatos alegres, curiosos, p¨ªcaros. Con amigos, vecinos y familiares, en cocinas, bares, calles, parques. Nos encanta repetir eso de ¡®nunca dejes que la verdad estropee una buena historia¡±, dice Oliver Jeffers. Las suyas ¡ªC¨®mo atrapar una estrella, Perdido y encontrado, El coraz¨®n y la botella, Atrapados o Este alce es m¨ªo¡ª son best sellers internacionales, pero genuinamente irlandeses: ¡°En todos ellos hay humor. Es una parte muy importante de mis libros. Irlanda ha tenido una historia dura, y siempre nos hemos contado historias tanto para olvidar como para recordar. No podemos presumir de gastronom¨ªa, ?pero nos encanta contar lo terribles que eran los guisos de nuestras abuelas!¡±.
Afincado en Nueva York desde hace varios a?os, la pr¨®xima semana Oliver Jeffers estar¨¢ en Valladolid para participar en el festival IlustraTour con el taller Mostrar y contar: palabras e im¨¢genes con diferentes sabores. Las plazas se agotaron en 24 horas, y Jeffers, de 36 a?os, solo le encuentra esta explicaci¨®n al ¨¦xito de sus libros: ¡°Creo que gustan porque los escribo para m¨ª. No est¨¢n concebidos para un determinado grupo de edad o demogr¨¢fico, no est¨¢n forzados. Tienen una simplicidad y una curiosidad que, afortunadamente, parecen gustar tanto a ni?os como a mayores¡±. ?l considera que los ¨¢lbumes ilustrados son una plataforma fascinante para contar historias sobre temas tan universales como la amistad, el amor o la p¨¦rdida; por eso, al igual que su admirado Maurice Sendak, no se reconoce dentro del ep¨ªgrafe de literatura infantil. ¡°No creo que mis libros sean solo para ni?os, creo que, a otro nivel, tambi¨¦n interesan a los adultos, lo cual es importante porque son ellos los que se los leen a los ni?os¡±.
Jeffers siempre hab¨ªa coleccionado ¨¢lbumes ilustrados, pero nunca se hab¨ªa planteado crearlos. ?l quer¨ªa ser pintor y estaba en la Facultad de Bellas Artes, trabajando en el proyecto de fin de carrera ¡ªel retrato de un ni?o que quer¨ªa alcanzar una estrella¡ª, cuando un amigo le sugiri¨® que leyera The giving tree, de Shel Silverstein. Le pareci¨® un libro redondo y le dio que pensar: ?y si esos bocetos del ni?o y la estrella ten¨ªan potencial narrativo? Entregado el trabajo, terminadas las clases, fabric¨® una versi¨®n casera del libro, lo envi¨® a una veintena de editoriales y se dispuso a esperar cartas de rechazo. A los pocos d¨ªas recibi¨® una llamada de HarperCollins y C¨®mo atrapar una estrella se edit¨® en 2004. Desde entonces ha publicado un total de 11 t¨ªtulos que se han traducido a 30 idiomas ¡ªen espa?ol los edita Fondo de Cultura Econ¨®mica¡ª y en los que casi siempre, le reprochan sus lectoras, los protagonistas son chicos. Solo El coraz¨®n y la botella, una hermosa historia sobre la p¨¦rdida de un ser querido, se dibuja a trav¨¦s de los ojos de una ni?a. ¡°Recibo muchas cartas en las que me piden que vuelva a escribir un libro sobre una ni?a, y quiz¨¢ lo haga en el futuro, pero yo cuento las historias desde mi punto de vista¡±.
¡°Creo mis libros gustan porque los escribo para m¨ª. No est¨¢n concebidos para un determinado grupo de edad¡±
El a?o 2004, la fecha de publicaci¨®n de C¨®mo atrapar una estrella, coincide con la de creaci¨®n de las primeras pinturas recogidas en Neither here nor there (Gestalten), un libro que repasa la trayectoria pict¨®rica de Jeffers, que en sus lienzos, collages y proyectos colaborativos explora la dualidad que le define y le rodea ¡ªy aqu¨ª sospecha que las contradicciones de crecer en un lugar como Belfast tienen algo que ver¡ª. Seg¨²n se?ala en el pr¨®logo Richard Seabrooke, viejo amigo de Jeffers e impulsor del volumen, al artista ¡°le produce especial curiosidad que algo pueda significar una cosa para una persona y otra completamente distinta para otra¡±. Y con eso juguetea en series que reconcilian lo emocional y lo racional, el rigor de las matem¨¢ticas y la emotividad de la pintura.
Sus cuadros y sus libros se desarrollan paralelamente, y en ocasiones, como en Este alce es m¨ªo, el ¨²ltimo que ha editado en espa?ol, convergen por completo. En el ¨¢lbum, el irland¨¦s ha utilizado reproducciones de viejas pinturas que se fue encontrando por las calles de Nueva York, paisajes de escaso valor art¨ªstico que le sirvieron para recrear los bosques por los que pasean Wilfred y su alce Marcel.
Antes de ganarse el apelativo de rock star de los libros ilustrados ¡ªsu melena lacia, tatuajes, vaqueros ra¨ªdos y gorros de lana no desentonan con la denominaci¨®n¡ª, su faceta editorial se impon¨ªa a la pict¨®rica, pero hoy mantiene ¡°un buen equilibrio¡± entre ambas. ¡°Planifico mi calendario con mucha antelaci¨®n y ahora mismo estoy en modo pintor, preparando una exposici¨®n que inaugurar¨¦ en Londres en septiembre¡±. Siempre entre libros y pinturas, solo reserva tiempo, dice, para contestar a las cartas de ni?os y adultos que le llegan a su estudio de Brooklyn. Nunca le decepcionan. ¡°Hace poco recib¨ª una de un ni?o que simplemente dec¨ªa: ¡®Querido Oliver Jeffers: ?cu¨¢nto miden tus manos?¡±.
Babelia
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