Patriotismo

Son un grupo de colegas que trabajan en medio de un ambiente familiar. Descifrando c¨®digos, especializados en lenguas orientales o muertas, manuscritos, bibliotecas ex¨®ticas. Todo es aparentemente inofensivo. Pero un d¨ªa, unos se?ores entran en esa casa y matan a todos los que se encuentran all¨ª. Solo una persona de ese grupo logra sobrevivir. Esta gente tan apacible y erudita trabajaba para la CIA. Los jefes han deducido que la informaci¨®n que pose¨ªan pod¨ªa ser un peligro para la seguridad de la agencia y decidieron exterminarlos. El superviviente, norteamericano mod¨¦lico, descubre aterrado esa madeja siniestra que han tejido sus jefes. Sabe que van a carg¨¢rselo, dispone de poco tiempo para denunciar ante la opini¨®n publica la delictiva metodolog¨ªa de esa CIA que supuestamente vela por la seguridad de Estados Unidos. Cuando, sorteando el acorralamiento con la ayuda de una mujer que fotograf¨ªa soledades, este consigue entregar a los peri¨®dicos las inmundas tramas de la CIA, uno de sus perseguidores le pregunta a ese honesto patriota que va a contar la espantosa verdad sobre la CIA: ¡°Y, ?c¨®mo sabe usted que los peri¨®dicos van a publicarla?¡±. Todo esto ocurr¨ªa en la excelente pel¨ªcula Los tres d¨ªas del C¨®ndor.

Pienso en esa ficci¨®n ante el esc¨¢ndalo real que se ha montado con las informaciones de Edward Snowden. Descubri¨® que la CIA espiaba a todo el mundo, incluyendo a sus amigos europeos, a sus incondicionales aliados para todo. Normal. Se dedican a eso, a espiar, acumular el inmenso poder que proporciona la informaci¨®n. Pero Snowden flipa al descubrir esa falta de escr¨²pulos y se lo cuenta al mundo. Lo hace porque se siente un patriota, porque aspira a la limpieza moral de su Gobierno. ?Desde cu¨¢ndo le ha preocupado la moralidad a los Gobiernos? ?Qu¨¦ pensaba que era la CIA cuando decidi¨® ingresar en ella? Y te puede atacar la risa cuando Kirchner, Morales y Maduro declaran que retuvieron el avi¨®n de Morales y le negaron aterrizar en varios pa¨ªses europeos porque sus Gobiernos son anticolonialistas, ind¨ªgenas y antiimperialistas. Pero esas soflamas no impiden que siga siendo vergonzoso que los espiados no posean dignidad y sigan baboseando a su espiador, cumpliendo borreguilmente sus ¨®rdenes.