Santa B¨¢rbara
Ouka Leele llevaba a?os so?ando con esta instant¨¢nea
Ouka Leele llevaba a?os so?ando con esta foto. Desde que ley¨® La leyenda dorada de Santiago de la Vor¨¢gine sinti¨® un fuerte mimetismo con Santa B¨¢rbara y no solo por la coincidencia del nombre. B¨¢rbara Allende (Madrid, 1957) es el nombre de pila de esta fot¨®grafa que irrumpi¨® en la escena madrile?a de los a?os ochenta con sus fotos coloreadas a la acuarela. Como la que preside esta p¨¢gina, de la que brota algo m¨¢s que un gesto teatral. Ouka Leele parece transida por la emoci¨®n, como si le faltara el habla. De hecho, en el instante previo al disparo not¨® una presencia transformadora. Para la ocasi¨®n no necesit¨® concitar rayos ni tormentas, pero s¨ª recrear un escenario pict¨®rico inspirado en las reminiscencias de los cuadros de las madonnas renacentistas en ascensi¨®n. Conseguir ese efecto llev¨® meses de preparaci¨®n. Como lo requieren las im¨¢genes que tarda meses en colorear, hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle. Pintar unas pesta?as le puede llevar una tarde pero cuando quiere algo lo persigue ¡°como un perro a un hueso¡±. Ouka Leele fotograf¨ªa instantes y escenifica ¡°algo¡± que lleva dentro. Eligi¨® el autorretrato porque solo ella sabe lo que siente: no suele ponerse problemas a s¨ª misma. La torre, en la que la santa fue encerrada por su padre, la hab¨ªa visto cien veces al cruzar la carretera de La Coru?a, a la altura de la localidad madrile?a de Torrelodones. A la leyenda le sum¨® un coraz¨®n, un coraz¨®n de vaca que uno de sus alumnos de la Escuela de Bellas Artes hab¨ªa comprado en una carnicer¨ªa y que mantuvieron congelado hasta el d¨ªa del ?rodaje? El paisaje de la sierra y el cielo de una ma?ana de junio de 2010 pusieron el resto. Sali¨® de casa con tortillas y junt¨® alumnos, amigos y perros. Todos listos para una experiencia m¨ªstica.
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