Los jirones del alma colombiana de Haider Ackermann
El dise?ador exhibe su trabajo por primera vez en su pa¨ªs natal, en el 25? aniversario de la pasarela Colombiamoda
Haider Ackermann, que naci¨® en Bogot¨¢ en 1971, ha presentado esta semana sus dise?os por primera vez en Colombia. En la terraza de la planta und¨¦cima del edificio de EPM, con la Luna llena y las monta?as de Medell¨ªn por impagable decorado, inaugur¨® la edici¨®n que ha celebrado el 25? aniversario de la pasarela Colombiamoda y que termin¨® el jueves.
El dise?ador fue adoptado pronto por una familia de n¨®madas franceses ¡ªsu padre trabajaba en Amnist¨ªa Internacional¡ª, creci¨® en Argelia, Chad y Etiop¨ªa y a los 17 a?os se independiz¨® para instalarse en ?msterdam. Despu¨¦s, estudi¨® moda en B¨¦lgica y desde su debut en 2002 se ha convertido en uno de los creadores m¨¢s respetados de la moda parisiense, cuyo nombre se estudia para dirigir cualquier firma (de Chanel a Yves Saint Laurent). Un trasiego de culturas que define a un dise?ador que ¡°mezcla lo cerebral de Amberes con lo sensual de ?frica¡±, en sus propias palabras. Y una ensalada de nacionalidades que le convierte en ciudadano de todas partes y de ninguna. El material del que est¨¢n hechos los sue?os de una industria cada vez m¨¢s global.
El desfile del lunes pasado en Medell¨ªn, con 800 invitados, repasaba 10 a?os de trabajo de Ackermann. Pero aspiraba a construir el discurso homog¨¦neo de una sola colecci¨®n a partir de retales del pasado. ¡°Quer¨ªa que tuviera un sentido narrativo aut¨®nomo y que no fuera una retrospectiva convencional¡±, explicaba a EL PA?S. Resultaba apropiado que, en la ciudad de la eterna primavera, las temporadas se fundieran y los a?os se abrazaran. La coherencia de los 38 conjuntos ratificaba su premisa creativa. ¡°Cada colecci¨®n es un cap¨ªtulo del mismo libro¡±, le gusta decir.
En Colombia est¨¢ el origen del viaje de Ackermann, pero ¨¦l no conoci¨® el pa¨ªs hasta junio de 2012, con 41 a?os. Meses antes de esa expedici¨®n, explicaba as¨ª sus planes en El Pa¨ªs Semanal: ¡°Nunca he estado preparado para visitar Colombia. Tal vez lo est¨¦ ahora. Llevar¨¦ a mis padres, a mis amigos, a mis exparejas... Quiero compartir ese momento con todos ellos¡±. El viaje, de 10 d¨ªas, se produjo finalmente en esos t¨¦rminos el pasado verano y all¨ª se gest¨® la participaci¨®n del dise?ador en la edici¨®n de 2013 de la principal pasarela colombiana.
Carlos Eduardo Botero, presidente ejecutivo de Inexmoda ¡ªla instituci¨®n que est¨¢ detr¨¢s de Colombiamoda¡ª, ha calificado el desfile como ¡°el evento m¨¢s importante de moda que jam¨¢s presenci¨® el pa¨ªs¡±. Victoria Fern¨¢ndez, una organizadora de eventos de arte colombiana que lleva 42 a?os viviendo en Europa y que fue la impulsora de la primera visita de Ackermann y tambi¨¦n del desfile, ampl¨ªa el significado de la presentaci¨®n. ¡°Transmiti¨® una visi¨®n singular de la moda en un pa¨ªs donde esta se entiende como algo muy comercial. La audiencia sinti¨® la capacidad de la moda para expresar un sue?o. Hasta ahora, la industria del vestir ha tra¨ªdo dinero a Colombia. Es el momento de que tambi¨¦n le aporte valor cultural¡±. Fern¨¢ndez lleva alg¨²n tiempo intentando exponer en el pa¨ªs el trabajo del fot¨®grafo Mario Testino y apuesta por abrir Colombia a esta clase de muestras. ¡°Es una oportunidad para que el gran p¨²blico entienda que moda significa algo m¨¢s que gastar en un centro comercial¡±.
La intensidad po¨¦tica de un desfile como este proporciona otra capa al dibujo de una industria que ya ha probado su val¨ªa como motor econ¨®mico. Seg¨²n los datos proporcionados por el presidente Juan Manuel Santos en el acto de apertura de la feria, 220.000 familias colombianas viven del textil y el empleo supone el 15% del sector ocupado del pa¨ªs. ¡°La industria de la moda es un ejemplo del pa¨ªs moderno y justo que queremos construir¡±, defendi¨® Santos.
Su discurso, que salt¨® de las FARC a Ackermann, demuestra hasta qu¨¦ punto la moda se ha convertido en un recurso para potenciar la imagen de casi cualquier pa¨ªs en el escaparate global. Un contexto en el que los dise?adores con buena reputaci¨®n y una nacionalidad flexible, como Ackermann, son material precioso. El martes, acompa?ado por los periodistas Tim Blanks y Roc¨ªo Arias Hofman, se enfrent¨® a un auditorio en el que 1.200 personas le recibieron con la clase de devoci¨®n que se destina a las estrellas del cine o la m¨²sica. ¡°Mis ra¨ªces son colombianas, no europeas¡±, sentenci¨® para deleite de la audiencia. ¡°Es la primera vez que le oigo expresar su v¨ªnculo colombiano con esa contundencia en p¨²blico¡±, aseguraba Victoria Fern¨¢ndez.
En todo caso, lo primero que hizo Ackermann tras terminar su desfile fue llamar por tel¨¦fono a sus padres. ¡°No puedo resumir el incre¨ªble tesoro que me proporcionaron al adoptarme¡±, explicaba en El Pa¨ªs Semanal. ¡°Cuando lo veo reducido a una sola frase en un art¨ªculo, casi me parece un insulto. Para m¨ª, har¨ªa falta un p¨¢rrafo completo para explicarlo, pero los periodistas nunca tienen suficiente espacio¡±.
El dise?ador que hace ropa con jirones de su alma quiso que sonara la m¨²sica de Leonard Cohen en su primer desfile colombiano. La sensualidad, la nostalgia y la emoci¨®n de las canciones de Cohen son buenos compa?eros para los viajeros vestidos de Ackermann. Sea cual sea su origen o destino.
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