Argelia desempolva su enciclopedia
El director argelino franc¨¦s Alexandre Arcady adapta al cine 'Lo que el d¨ªa le debe a la noche', la novela del escritor Yasmina Khadra
Ni siquiera cuando coloc¨® los a?os dorados de la Argelia francesa de decorado, Yasmina Khadra recuper¨® a Mohammed Moulessehoul. ¡°No tiene sentido cambiar de nombre cuando se tienen siete millones de lectores¡±, ha declarado en m¨¢s de una ocasi¨®n el escritor argelino con pseud¨®nimo de mujer construido a partir de los dos primeros nombres de su esposa. Y el cineasta Alexandre Arcady no le iba a llevar la contraria a su paisano, menos trat¨¢ndose de un exmilitar del ej¨¦rcito sentado en una mesa donde se dirim¨ªan los derechos de adaptaci¨®n de su novela Lo que el d¨ªa le debe a la noche, que llega hoy a las pantallas de cine de Espa?a.
¡°Era la primera vez que le¨ªa un libro en el que un argelino revisa esta parte de la historia desde una verdad sin odios, con distancia y con una mirada tierna sobre las personas del pa¨ªs¡±, argumenta el director, durante su ¨²ltima visita a Madrid. La historia de amor de Emily y Jonas se desliza por los a?os dorados del colonialismo franc¨¦s en el norte de ?frica. Dos j¨®venes de distinta procedencia ¨Cfrancesa y ¨¢rabe- que descubren en las provincias francesas de Argelia el primer amor en el sempiterno verano de la regi¨®n. ¡°La ¨¦poca que retrata la pel¨ªcula es la quintaesencia de la despreocupaci¨®n e inocencia juvenil¡±, afirma el joven actor Fu'ad A?t Aattou, el protagonista de esta ficci¨®n. Hasta que poco a poco, la inocencia se despierta por la madurez necesaria para afrontar la tensi¨®n entre colonos y nativos ¨¢rabes que desemboca en guerra civil. ¡°Este amor contrariado, a caballo entre dos culturas, se desarrolla durante un periodo rechazado por muchos, en el que exist¨ªa una verdad de vida, sin olvidar, claro, la injusticia y las diferencias que exist¨ªan¡±.
Esta doble pertenencia que comparten director y escritor no solo conquist¨® al primero, un jud¨ªo residente en Par¨ªs, sino que fue el argumento esencial para que el segundo, un ¨¢rabe a caballo entre Alicante y Aix-en-Provence, cediera sus palabras escritas. ¡°Antes de conocernos, le envi¨¦ una carta con un mensaje muy sencillo: todo el cine que hab¨ªa hecho hasta ese momento era esperando un tema como este¡±, confiesa Arcady, que ha dedicado gran parte de su filmograf¨ªa a retratar Argelia con t¨ªtulos como El gran carnaval, El golpe de Sirocco o L¨¤-bas¡ mon pays. ¡°Yasmina me dijo algo sorprendente: ¡®Vas a hacer t¨² la pel¨ªcula porque probablemente fuiste Jonas¡±.
A la di¨¢spora francesa que pas¨® su juventud en Argelia le cuesta volver a las playas de sus recuerdos. ¡°Para toda una generaci¨®n, la cicatriz ha sido muy importante y no se ha cerrado del todo 50 a?os despu¨¦s¡±, asegura el director. ¡°Hay un movimiento que est¨¢ volviendo para encontrar sus ra¨ªces, pero sigue siendo un pa¨ªs cerrado, contrariamente a lo que sucede en T¨²nez o Marruecos¡±. La paradoja, en palabras de Arcady, es doble porque ¡°si volvieran encontrar¨ªan que las grandes ciudades argelinas no han cambiado desde el fin de la colonizaci¨®n, los argelinos viven en un decorado de los a?os sesenta¡±.
Con la ayuda de su guionista de cabecera Daniel Saint-Hamont, Arcady fue reduciendo casi siete d¨¦cadas descritas en 450 p¨¢ginas de novela a dos horas y media de guion. Al tiempo que lidiaba con las exigencias de Khadra. ¡°Luchaba mucho por su historia, cada acontecimiento que aparec¨ªa en el libro le parec¨ªa esencial¡±, relata, ¡°intent¨¦ explicarle que el cine debe de ser un paseo donde el espectador no se aburra, que no sienta el tiempo pasar¡±. El cineasta que durante las tres semanas que pas¨® de rodaje entre T¨²nez y Argelia y los d¨ªas de montaje sinti¨® una doble presi¨®n: ¡°No quer¨ªa decepcionar al escritor, pero tampoco los miles de lectores que hab¨ªan devorado la novela¡±.
Cuando termin¨® la proyecci¨®n del primer montaje, Arcady, sentado en su butaca, vio como el autor ¨¢rabe vivo m¨¢s traducido ¨Cse pueden leer sus obras en 43 lenguas-, el militar que hab¨ªa ingresado con nueve a?os en la Escuela Nacional de los Cadetes de la Revoluci¨®n y se hab¨ªa pasado 36 en el ej¨¦rcito, se deshac¨ªa en l¨¢grimas en su hombro. ¡°Habr¨ªa podido escribir la novela como t¨² has hecho la adaptaci¨®n¡±, recuerda las palabras del escritor, el cineasta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.