La utop¨ªa rural del conde

Los pocos vecinos que acuden de vacaciones a Santa Eulalia (Sax-Villena, Alicante) aseguran que la vizcondesa Mar¨ªa Avial y Pe?a, ¨²ltima moradora del palacio de la colonia, muri¨® en Madrid, pidiendo en el metro. Para Vicente V¨¢zquez, cronista de Sax, responsable de la biblioteca del municipio y profesor asociado de Historia de la Universidad de Alicante, es una de las muchas leyendas populares que emanan de este lugar que naci¨® a finales del siglo XIX como arcadia campesina y obrera y languidece abandonado. ¡°Lo que s¨ª sabemos es que la vizcondesa perdi¨® todo cuanto ten¨ªa y que muri¨® llena de deudas tras hipotecar sus propiedades¡±, explica.

Teatro, palacio, f¨¢brica de harinas, de licores, almazaras, ermita, un peque?o casino, una estaci¨®n de ferrocarril, unas calles perfectamente dise?adas con varias plazas¡­A finales del siglo XIX proliferaron las colonias de este tipo, inspiradas en el socialismo ut¨®pico, aldeas casi autosuficientes creadas con la idea de combinar el aprovechamiento de las materias primas de una tierra f¨¦rtil y la producci¨®n industrial en un mismo lugar. La Colonia Santa Eulalia era adem¨¢s un enclave estrat¨¦gico, ya que estaba situada en una zona de paso obligado del tr¨¢fico de mercanc¨ªas entre Madrid y Levante.

El conde de Alcudia, Antonio de Padua Saavedra, la ide¨® en 1890 con el fin de crear un peque?o entramado agr¨ªcola e industrial basado sobre todo en la elaboraci¨®n de vino, aceite y harina. La idea era albergar todos los pasos de la producci¨®n, que en un principio se exportaba en gran parte a Francia, cuyas vides hab¨ªan sido v¨ªctimas de la filoxera (una bacteria que ataca la ra¨ªz de estas plantas). Pero cuando las vi?as francesas se recuperaron, la colonia trabajaba sobre todo para Alicante y Madrid.

La peque?a ermita es el edificio m¨¢s antiguo. Fue construida a mediados del siglo XII, pero se ha hundido y reconstruido en varias ocasiones, hasta que en 1891 se realiz¨® la ¨²ltima reforma que le dio el aspecto que tiene hoy. Actualmente es el edificio que se encuentra en mejor estado. Tom¨¢s, vecino de Sax, es quien tiene las llaves y la abre a quien lo solicita. ¡°Antes ten¨ªa las llaves de varios edificios, del palacio, de la f¨¢brica de harinas¡­ Pero ya no quiero encargarme de esto. Hay edificios a los que m¨¢s vale no acercarse porque se pueden venir abajo en cualquier momento¡±. La ermita se utiliza muy de vez en cuando para oficiar bodas de algunos vecinos de Sax o Villena que tienen alg¨²n v¨ªnculo con la colonia, que pasaron all¨ª los veranos de su infancia.

La iglesia est¨¢ en el centro neur¨¢lgico de la colonia, la plaza principal, dise?ada de forma que sit¨²a el poder religioso frente al poder pol¨ªtico, el palacio y las oficinas de administraci¨®n. A uno de sus lados se encuentran varias viviendas, con distintas alturas. Las m¨¢s grandes eran las de los capataces, y al otro lado, una peque?a tienda y el ¡°casinete¡±, donde los trabajadores mataban el tiempo con juegos de azar. Junto al palacio tambi¨¦n se encuentra la f¨¢brica de licores, donde se hac¨ªa el co?ac Santa Eulalia. En otra peque?a plaza se encuentra la almazara y la f¨¢brica de harinas.

A la entrada de la peque?a pedan¨ªa se sit¨²a el teatro Cervantes, al que, en los tiempos de bonanza de la colonia, acud¨ªan todas las grandes compa?¨ªas teatrales, sobre todo de zarzuela, pagadas por las arcas del Gobierno de la colonia. Javier, de 64 a?os, propietario de la vivienda que en su d¨ªa fue la escuela de la colonia, recuerda que se utiliz¨® como cine cuando era m¨¢s joven. ¡°Compramos un proyector de super-8, alquil¨¢bamos pel¨ªculas y las ve¨ªamos sobre s¨¢banas que cos¨ªamos formando una gran pantalla. Nos tra¨ªamos las sillas de casa y pas¨¢bamos aqu¨ª las noches de verano¡±. Actualmente el escenario se ha derrumbado y el resto del teatro se encuentra en ruinas.

La mayor¨ªa de edificios de la Colonia Santa Eulalia son de estilo modernista, con una belleza arquitect¨®nica poco habitual en este tipo de conjuntos rurales. El m¨¢ximo exponente de este estilo es el palacio. Comenz¨® a construirse en 1898. Tiene dos alturas y alberga gran cantidad de detalles en escayola con figuras de ninfas y ¨¢ngeles, con decoraci¨®n en dinteles, columnas y escaleras de m¨¢rmol. Cada estancia est¨¢ adornada con cenefas de cer¨¢mica de distintos colores. En su d¨ªa albergaba una biblioteca, un gran sal¨®n, despacho y 12 habitaciones. Sobre la entrada principal, varias figuras humanas hacen referencia a la agricultura y al progreso de la industria.

La azarosa vida de la vizcondesa, llena de desavenencias conyugales que le llevaron a la separaci¨®n y marcada por la muerte de sus cuatro hijos, y el desarrollo industrial de comarcas cercanas como Alcoy y Elda, que provoc¨® en los a?os sesenta la emigraci¨®n de los vecinos, dictaron el final de la vida de la colonia. Los edificios m¨¢s emblem¨¢ticos se encuentran en ruinas; la licorer¨ªa ha perdido la cubierta; la f¨¢brica de harinas est¨¢ totalmente desmantelada; la estaci¨®n de tren, derribada, y apenas quedan cinco vecinos viviendo en invierno.